Siempre que ocurren cosas interesantes en la ciudad, intento hablar con mis dos amigos de la playa, los señores Bastides y Mercadal, futurólogos y dotados de un sentido común fuera de lo normal. Es lo que hice ayer, para tratar el tema de la manifestación del sábado anterior, convocada para expresar el malestar ciudadano respecto a los trenes de cercanías, pero en la que se defendieron también posturas independistas.
Yo no fui porque no comparto estos sentimientos de indignación colectiva que se viven desde la sensibilidad nacionalista. Me parece que hay una impostación interesada en atacar al gobierno central para distraer la atención del público respecto a clarísimas responsabilidades locales. De todas formas entiendo que exista indignación, en especial en los directos perjudicados por el desbarajuste de Cercanías. Por eso nada hay que decir en contra de la manifestación, si ha servido para que estos afectados puedan desfogarse y reclamar soluciones.
Expuse mis opiniones y dudas a los amigos futurólogos y ambos me escucharon con atención. Al cabo, dijo Mercadal:
- Mira, Rumbau, tienes mucha razón en lo que dices. Es evidente que a la gente le gusta manifestarse y expresar su indignación, aunque no siempre haya razones objetivas para ello. Piensa que eso es sano y que deberíamos estar agradecidos a quiénes consiguen indignarnos, pues gracias a ellos, reaccionamos y salimos a la calle, aunque sea sólo para desentumecerse y compartir un poco de aliento colectivo. Y digo eso porque yo mismo así lo sentí el otro día.
- ¿Pero acaso fuisteis vosotros a la manifestación? –les pregunto soprendido, pues no son personas que me las imagine en estos escenarios.
- Pues la verdad es que si –repuso muy serio el exdoctor y astrólogo Mercadal–, insistió tanto mi sobrina, que hubiera sido de mala educación no ir. Piensa que cada domingo me invita a comer a su casa. En realidad, fue muy interesante asistir, hacía años que no íba a una mani, como antes se llamaban.
- ¿Y qué te pareció?
- Interesante en grado sumo. Muy tranquila y pacífica. Parecía una romería de esas de montaña, pues además escuché acentos rurales de los que se hablan fuera de Barcelona. Y vi mucho entusiasmo juvenil y adulto, con profusión de tambores y chirimías. También vi muchas banderas catalanas, sobretodo de las independistas que se ven en el Camp del Barça, creo que incluso fue el President del Club. Un gran acontecimiento, desde luego.
Bastides, que escuchaba con atención, intervino para decir:
- Es verdad lo que dices, Mercadal. Aunque por el talante de lo observado, veo los procesos autodeterminativos de Cataluña todavía muy lejos en el tiempo. Ya sabes que nosotros hemos anticipado la FEAA, que es el nombre que tomará España a mediados del siglo XXI, una vez todas las autonomías se hayan autodeterminado y vuelto a unir para crear la Federación Española de Antonomías Autodeterminadas (FEAA). Pero claro, para alcanzar este estadio evolutivo, es necesario que antes hayamos comprendido y aceptado el principio del llamado Consenso Contradictorio, y la manifestación del otro día me pareció totalmente a la contra de este principio.
Alguna vez les había oído hablar de este tema, pero nunca de un modo tan directo y práctico como ahora. Decidí indagar más sobre la cuestión.
- ¿Me podéis explicar eso del Consenso Contradictorio?...
- Con mucho gusto, Rumbau –contestó Mercadal, de los dos sin duda el más hablador y elocuente–. Se trata de aceptar la razón contradictoria de las cosas, única posibilidad de que en un mundo dotado de tanta complejidad y de tantas oposiciones como es el actual, se pueda llegar a algún tipo de consenso práctico, o más bien operativo.
- Comprendo lo que dices –contesté divertido por la ocurrencia de mis amigos–, pero ¿podrías ponerme un ejemplo?
- Por supuesto. En el caso que nos atañe (me refiero a la dicotomía Cataluña/España, oposición que canaliza todos los sentimientos y las posturas nacionalistas, de uno y otro bando), el Consenso Contradictorio consistiría en aceptar la oposición no como una maldición que sólo puede resolverse mediante la separación o la imposición del uno sobre el otro, sino como una bendición que da alas a soluciones pactadas y solidarias de aceptación de las diferencias.
- ¿Ah sí?... –repuse algo perplejo.
- Recuerda la imagen del arco y la lira de Heráclito, para quién el conflicto es la base y el motor de todo lo que existe. Dos maneras de resolver el problema de los extremos. La guerra está representada por la flecha que sale disparada por la tensión de los extremos. Y la cultura lo está por la música que surge de la tensión vibratoria de la cuerda estirada en sus extremos.
Hizo una pausa para mirar el mar, como buscando inspiración en las aguas azules del Mediterráneo, y continuó:
- La solución clásica, es decir, la nacionalista que conduce al exclusivismo y a la separación (o al engullimiento y la sumisión), es la del arco y la flecha, que en este caso representa el enfrentamiento irreconciliable. La del Consenso Contradictorio sería más parecida al sonido de la música que surge del conflicto de los extremos. Pero para que haya música, tiene que haber armonía, ¡pero ojo!, armonía entre los opuestos, es decir, defensa de lo contradictorio, para llegar a un consenso que se aproveche de las fuerzas puestas en colisión y las lance hacia el futuro, que por necesidad es siempre compartido por los extremos opuestos.
- ¡Pero ésto es una utopía, Mercadal! –contesté ante las extravagantes ideas del doctor jubilado– El problema de los opuestos en conflicto es que parten de bases distintas e irreconciliables, de modo que son incompatibles entre si.
- Estás en lo cierto cuando dices que “parten” de bases distintas, pero otra cosa es si en vez de plantear el asunto desde posturas de pasado, se plantea desde posturas de futuro. O sea, en vez de “partir de”, “ir hacia”. Fíjate la diferencia: los opuestos que se sustentan sobre bases distintas e irreconciliables “van” o “se dirigen” hacia perspectivas comunes de futuro. Es la flecha que sale del arco: antes servía para matar, ahora indica la dirección del futuro. Y el futuro establece un recorrido, un “relato” que junta las diferencias, es decir, establece un consenso entre lo contradictorio.
- O sea que, según vosotros, todo depende de ver las cosas en función del pasado o del futuro...
- Sí y no. Es evidente que el pasado no se puede borrar. Si de algo sirve, es precisamente para no repetir las mismas irracionalidades generación tras generación. Lo que hace falta para alcanzar el Consenso Contradictorio, es la perspectiva del futuro, el aliento imaginativo y creador que nos lanza hacia lo nuevo. Piensa en la flecha de Sagitario...
- Pero siempre en la historia los pueblos se han movido por relatos que se miran en el pasado pero también van hacia el futuro... –les increpo.
- Tienes razón, pero fíjate que antes, los mitos marcaban el camino pero para seguir los ejemplos del pasado. Hoy en día, los pueblos y los individuos sólo ven soluciones a largo plazo, es decir, en el futuro, jamás en el pasado, que saben está lleno de sangre y de conflictos sin fin. Las sociedades que quieran avanzar deben sustentarse en proyectos de futuro, y si no lo hacen, encallan y se embarrancan. Mira el caso de Israel y los Palestinos. Cuando miran al frente, ambos están de acuerdo. A la que se giran un poco, los rencores y los contenciosos se disparan y lo frenan todo.
- ¿Y vosotros creéis que en la manifestación del otro día se miraba más hacia el pasado que hacia el futuro? –les pregunto para volver al tema que me interesaba tratar con ellos.
- Desde luego. Para empezar, el tema de cercanías, un claro tema de pasado. El presente ya está superando los problemas de paros y retrasos, pues aunque no funcionen los trenes todavía, se está trabajando para que ello suceda, de modo que es absurdo pedir lo que ya se hace. De todas formas, ya te dije que comprendía el asunto psicológico de la indignación, lícito y lógico. Y exigir responsabilidades es justo. En cuando al “Dret a decidir”, se trata de una reivindicación algo rara, pues es evidente que todo el mundo quiere tener este derecho. ¿Pero acaso no se dispone? Se dirá que no podemos ser independientes, pero si realmente el ochenta por ciento de la población lo quisiera de verdad, estaríamos a un paso de serlo. Creo que aquí hay más demagogia que realidad. Porque el derecho a decidir no se pide, se ejecuta y ya está.
Miro a Bastides, muy silencioso esta tarde, y lo veo asentir las palabras de su amigo de paseo.
- Es verdad lo que dices, Mercadal –apunta–. Fíjate Rumbau que a los nacionalistas les gusta mucho pedir lo que ya tienen, porque en el fondo no les interesa lo que está por llegar. Por eso insisten tanto en el tema de las identidades, que no deja de ser una redundancia. ¿Porqué esta fijación en la identidad? Lo importante no es quedarse en ella, sino salir de ella en dirección al futuro. Transformación, eso dice el President Montilla, ponerse a trabajar, para dirigir el país hacia el futuro.
Ya les había oído hablar bien del actual presidente, cordobés de nacimiento como Bastides.
- Se dice que aburre a Cataluña... –les digo para sacarles de la lengua.
- ¡Pero si es lo que necesita este país! –exclama Mercadal–. ¡Estamos tan acostumbrados a las grandes palabras, esas que retumban en los grandes salones del pasado y sus glorias inventadas, que cuando se habla con palabras de futuro, que aún no tienen eco porque ni siquiera han nacido, se dicen aburridos y desengañados! Aburrimiento, Rumbau, eso es lo que necesita Cataluña. Menos teatro y más imaginación y proyectos en marcha. Y los proyectos no nacen en los escenarios, sino en los laboratorios y talleres dónde las ideas se cuecen al fuego lento, tras muchas horas de paciencia y de trabajo.¡Imaginación y creatividad! Así se expresa el Consenso Contradictorio, Rumbau, ¡lanzando la flecha hacia el futuro!...
- Sí señor –puntualiza Bastides–, y para que salga con fuerza la flecha, es necesario el Consenso Contradictorio, el diálogo y consenso de dos opuestos irreconciliables.
Pensé que tenían buena parte de razón, pero les dije que también es importante hacer atractivo el futuro, para generar los entusiasmos necesarios que garanticen su realización.
- Tienes razón, y se comprende que lo digas tu, que eres persona de teatro, más entendido en estos menesteres de la psicología social. Es posible que aquí nos falte visión estratégica, pues ya somos mayores y vemos poco la televisión. Pero si buscas entusiasmo y que éste sea operativo, deberá partir de la fuerza de los opuestos, es decir, de los dos extremos del arco. España y Cataluña, ésta es la cuestión. El consenso en la tensión para disparar la flecha hacia el futuro. Si eliminas uno de los extremos, la flecha saldrá torcida y puede que se te clave en el pie...
Habíamos llegado ya al final de la playa y por los altavoces del club sonaba el himno de las dos. Automáticamente, sentí el run run del hambre en el estómago. Me despedí y quedamos en vernos la semana próxima.
Me alejé muy satisfecho de nuestra charla. Desde la ventana de las duchas, los vi a lo lejos seguir su paseo por la arena mojada, allí dónde rompen las olas. Dos puntitos diminutos confundidos entre los bañistas. ¡Qué suerte hablar con ellos, pensé, admirado de la vitalidad de aquellos dos ancianos de la Barceloneta, tan distintos y tan amigos, el uno culto y refinado, el otro autodidacta y popular! Desde luego, la visión del futuro que compartían los unía. ¿Serían acaso un ejemplo vivo de Consenso Contradictorio?...
Bienvenidos, Benvinguts, Welcome, Bienvenus! Estáis invitados al blog personal de Toni Rumbau: Un retablo de títeres, ópera, música, política, viajes.... Intersecciones. Una ventana abierta al mundo.
domingo, diciembre 09, 2007
jueves, noviembre 29, 2007
Eugenio y Néstor Navarro presentan: LA HISTORIA DE LI O MALIC EN LA CHINA
Querido bloguero,
me encuentro en una difícil situación, de la que soy el único culpable, consistente en tener que hacer la crítica de una obra que en su origen fue escrita por mi. La primera condición que se exige a la crítica -¡objetividad!- rueda aquí por los suelos, al ser literalmente el crítico parte implicada de la parte ejecutante. Pero fíjate que he dicho “en su origen”, que se refiere sobretodo al tiempo transcurrido desde que ello sucedió, exactamente 27 años (se estrenó en 1980), de modo que no sólo ha llovido mucho desde entonces, sino que tanto los textos como las personas cambian con el paso del tiempo más de lo que nos pensamos. Además, la obra tiene también una parte muy importante de autoría colectiva, la constituída por los tres de La Fanfarra, que dieron forma a las palabras iniciales, lo que rebaja el subjetivismo de la autoría única. Conclusión: el tiempo pasado, con sus elixires alquímicos transformadores, más la distancia de lo colectivo, ha puesto objetividad dónde no la había, y es normal que ahora, al contemplar la criatura desde las alturas que otorga la edad, pueda cumplir sin reparos con mis deberes de “crítico residente de La Puntual”.
En efecto, desde hace unas semanas se representa en las sesiones habituales del teatro de Eugenio Navarro “La Historia de Li o Malic en la China”, obra emblemática de La Fanfarra, estrenada en una versión con marionetas de hilo y sombras (1980), para luego ser retomada (1983) en una versión corta y sólo con sombras. La que ofrecen los Navarro Néstor y Eugenio, es una mezcla de ambas presentada a través del lenguaje de las sombras.
Cuando lo supe, pensé que no era poca la dificultad del empeño. Sabido es que el teatro de sombras chinescas, para ser llevadero más de veinte minutos seguidos, requiere de una afilada dramaturgia amén de un estudiado ritmo antibostezo. Y si en la época de La Fanfarra reducimos su duración a veinte minutos, fue precisamente para ponerle ritmo. Pues bien, creo que el nuevo espectáculo de los residentes de La Puntual logra salvar con rotundo éxito el escollo y que la obra les ha salido a los dos titiriteros más que redonda.
Para ello, los Navarro no han dudado en reducir tanto como han podido pero menos de lo que esperaba, las largas frases del texto original para marionetas, lo que tanto es de agradecer en el teatro. Siempre he tenido una debilidad por la frase larga y la redundancia calificativa, vicio que he intentado corregir con los años, y por eso un buen afeite del texto era condición indispensable para conseguir lo que han logrado: que la obra fluya desde el principio hasta el final sin contratiempos y con estudiadas y medidas dosis de humor, gracia y poesía.
Dos son, creo, las razones de este fluir elegante y acompasado de la obra: la elección de las escenas y de los personajes más adecuados, con el acierto de haber repescado la figura de Tul’alí, el hermano poeta de Champú; y la riqueza de matices y el buen hacer de las dos voces que se reparten los personajes de la obra. En este sentido, Néstor Navarro se ha revelado como un titiritero con gancho, al hacer las voces de Malic y de Champú con una gracia extraordinaria, mientras Eugenio se encarga de las más vetustas de Fumanchú y de Tul’alí, a los que da vida con su característica ironía que tan bien sabe combinar el canallismo de corte popular-callejero con una dulce ingenuidad de canarias raíces.
Pero hora es de hablar de la obra y de su argumento, para que el lector profano sepa de qué estamos hablando. Malic, el aventurero ibérico (personaje creado por La Fanfarra en 1976, cuya cabeza de cerámica fue modelada por Mariona Masgrau en Copenhague, su cuerpo hecho en Perpiñán, sus hilos puesto en Lisboa por Eugenio Navarro, bautizado en Barcelona por Toni Rumbau, y puesto a andar como protagonista de la obra “Malic en Babilonia”, en noviembre de 1976), llega a una China imperial de fábula dónde tropieza con la historia de Li, una niña recogida y criada por un Dragón de la raza de los buenos.
Después de encontrarse con un viejo moribundo a punto de ser recogido por la Muerte, se dirige a la cueva del dragón para rescatar a Li. Allí debe pasar por unas pruebas que supera con facilidad y consigue que Li vuelva a la sociedad humana. Pero al llegar al palacio del emperador, deberá enfrentarse a las maniobras del malvado Fumanchú, dispuesto a casarse con la Li, y ser así el futuro emperador...
De la antigua versión, Eugenio y Néstor han sacado como 17 veces la palabra Muerte, unas cuantas frases, un par de escenas y el personaje de Agustinet, gran amigo de Malic. Han puesto algunas escenas nuevas, con bailes y momentos para la música. Y es que la música tiene en esta versión un papel destacado: una parte de ella está compuesta ex profeso por Octavi Rumbau (rica y sugerente con sus ondulaciones tímbricas de sutil sonoridad), otra pertenece al folclore chino, y el conjunto está punteado por instrumentos de percusión en directo a cargo de los manipuladores.
Con estos cambios y añadidos, la obra se enriquece para el teatro de sombras, las escenas se suceden con más ritmo, y se consigue mantener la atención del público durante los cincuenta minutos de la función.
Sin embargo, lo mejor del espectáculo es el tono entre irónico y dulcemente poético logrado por los dos titiriteros, tanto a través de las imágenes como de la voz hablada. En este sentido, la obra cobra un relieve de gran categoría, al combinar inteligencia, sensibilidad, humor, sorpresas, ráfagas de intenso lirismo, gags agradecidos, dosis altas de agradecida ingenuidad , y un ritmo humano y musical lleno de sutilezas y momentos mágicos.
Un placer para mi fue redescubrir esta obra que pertenece a la leyenda de la historia de La Fanfarra, con nuevas voces y figuras, que tanto hubiera deleitado a Mariona Masgrau de haberla visto. Los tres la representamos centenares de veces en los años ochenta. Que ahora se represente con participación además de los jóvenes Néstor y Octavi, es un plus añadido de satisfacción personal. Creo que haberle dado nueva vida metidos ya en el siglo XXI constituye un regalo y un lujo para el público de Barcelona, que recupera parte de su memoria teatral sin que le cueste un duro, gracias a la iniciativa de los dos titiriteros residentes de La Puntual: el Maestro Eugenio Navarro y el aprendiz de maestro Néstor Navarro.
me encuentro en una difícil situación, de la que soy el único culpable, consistente en tener que hacer la crítica de una obra que en su origen fue escrita por mi. La primera condición que se exige a la crítica -¡objetividad!- rueda aquí por los suelos, al ser literalmente el crítico parte implicada de la parte ejecutante. Pero fíjate que he dicho “en su origen”, que se refiere sobretodo al tiempo transcurrido desde que ello sucedió, exactamente 27 años (se estrenó en 1980), de modo que no sólo ha llovido mucho desde entonces, sino que tanto los textos como las personas cambian con el paso del tiempo más de lo que nos pensamos. Además, la obra tiene también una parte muy importante de autoría colectiva, la constituída por los tres de La Fanfarra, que dieron forma a las palabras iniciales, lo que rebaja el subjetivismo de la autoría única. Conclusión: el tiempo pasado, con sus elixires alquímicos transformadores, más la distancia de lo colectivo, ha puesto objetividad dónde no la había, y es normal que ahora, al contemplar la criatura desde las alturas que otorga la edad, pueda cumplir sin reparos con mis deberes de “crítico residente de La Puntual”.
En efecto, desde hace unas semanas se representa en las sesiones habituales del teatro de Eugenio Navarro “La Historia de Li o Malic en la China”, obra emblemática de La Fanfarra, estrenada en una versión con marionetas de hilo y sombras (1980), para luego ser retomada (1983) en una versión corta y sólo con sombras. La que ofrecen los Navarro Néstor y Eugenio, es una mezcla de ambas presentada a través del lenguaje de las sombras.
Cuando lo supe, pensé que no era poca la dificultad del empeño. Sabido es que el teatro de sombras chinescas, para ser llevadero más de veinte minutos seguidos, requiere de una afilada dramaturgia amén de un estudiado ritmo antibostezo. Y si en la época de La Fanfarra reducimos su duración a veinte minutos, fue precisamente para ponerle ritmo. Pues bien, creo que el nuevo espectáculo de los residentes de La Puntual logra salvar con rotundo éxito el escollo y que la obra les ha salido a los dos titiriteros más que redonda.
Para ello, los Navarro no han dudado en reducir tanto como han podido pero menos de lo que esperaba, las largas frases del texto original para marionetas, lo que tanto es de agradecer en el teatro. Siempre he tenido una debilidad por la frase larga y la redundancia calificativa, vicio que he intentado corregir con los años, y por eso un buen afeite del texto era condición indispensable para conseguir lo que han logrado: que la obra fluya desde el principio hasta el final sin contratiempos y con estudiadas y medidas dosis de humor, gracia y poesía.
Dos son, creo, las razones de este fluir elegante y acompasado de la obra: la elección de las escenas y de los personajes más adecuados, con el acierto de haber repescado la figura de Tul’alí, el hermano poeta de Champú; y la riqueza de matices y el buen hacer de las dos voces que se reparten los personajes de la obra. En este sentido, Néstor Navarro se ha revelado como un titiritero con gancho, al hacer las voces de Malic y de Champú con una gracia extraordinaria, mientras Eugenio se encarga de las más vetustas de Fumanchú y de Tul’alí, a los que da vida con su característica ironía que tan bien sabe combinar el canallismo de corte popular-callejero con una dulce ingenuidad de canarias raíces.
Pero hora es de hablar de la obra y de su argumento, para que el lector profano sepa de qué estamos hablando. Malic, el aventurero ibérico (personaje creado por La Fanfarra en 1976, cuya cabeza de cerámica fue modelada por Mariona Masgrau en Copenhague, su cuerpo hecho en Perpiñán, sus hilos puesto en Lisboa por Eugenio Navarro, bautizado en Barcelona por Toni Rumbau, y puesto a andar como protagonista de la obra “Malic en Babilonia”, en noviembre de 1976), llega a una China imperial de fábula dónde tropieza con la historia de Li, una niña recogida y criada por un Dragón de la raza de los buenos.
Después de encontrarse con un viejo moribundo a punto de ser recogido por la Muerte, se dirige a la cueva del dragón para rescatar a Li. Allí debe pasar por unas pruebas que supera con facilidad y consigue que Li vuelva a la sociedad humana. Pero al llegar al palacio del emperador, deberá enfrentarse a las maniobras del malvado Fumanchú, dispuesto a casarse con la Li, y ser así el futuro emperador...
De la antigua versión, Eugenio y Néstor han sacado como 17 veces la palabra Muerte, unas cuantas frases, un par de escenas y el personaje de Agustinet, gran amigo de Malic. Han puesto algunas escenas nuevas, con bailes y momentos para la música. Y es que la música tiene en esta versión un papel destacado: una parte de ella está compuesta ex profeso por Octavi Rumbau (rica y sugerente con sus ondulaciones tímbricas de sutil sonoridad), otra pertenece al folclore chino, y el conjunto está punteado por instrumentos de percusión en directo a cargo de los manipuladores.
Con estos cambios y añadidos, la obra se enriquece para el teatro de sombras, las escenas se suceden con más ritmo, y se consigue mantener la atención del público durante los cincuenta minutos de la función.
Sin embargo, lo mejor del espectáculo es el tono entre irónico y dulcemente poético logrado por los dos titiriteros, tanto a través de las imágenes como de la voz hablada. En este sentido, la obra cobra un relieve de gran categoría, al combinar inteligencia, sensibilidad, humor, sorpresas, ráfagas de intenso lirismo, gags agradecidos, dosis altas de agradecida ingenuidad , y un ritmo humano y musical lleno de sutilezas y momentos mágicos.
Un placer para mi fue redescubrir esta obra que pertenece a la leyenda de la historia de La Fanfarra, con nuevas voces y figuras, que tanto hubiera deleitado a Mariona Masgrau de haberla visto. Los tres la representamos centenares de veces en los años ochenta. Que ahora se represente con participación además de los jóvenes Néstor y Octavi, es un plus añadido de satisfacción personal. Creo que haberle dado nueva vida metidos ya en el siglo XXI constituye un regalo y un lujo para el público de Barcelona, que recupera parte de su memoria teatral sin que le cueste un duro, gracias a la iniciativa de los dos titiriteros residentes de La Puntual: el Maestro Eugenio Navarro y el aprendiz de maestro Néstor Navarro.
lunes, noviembre 19, 2007
Reflexiones playeras
Tuve la suerte ayer de encontrar a los dos futurólogos de la Barceloneta paseando, cómo hacen cada día, por la arena mojada de la playa. Hacía un día espléndido, frío y seco pero muy luminoso. El agua del mar todavía mantiene una temperatura suave, aunque pronto lo perderá ante los rigores del invierno. Me sumé a su marcha inmediatamente, con el cuerpo bien protegido por un par de camisetas, feliz de gozar de su animada compañía, pues tanto sus opiniones como sus predicciones de futuro jamás me han defraudado ni creo que defraudarían al más escéptico e impasible de los paseantes playeros.
Contaba Mercadal las reflexiones que le había producido una discusión mantenida con un sobrino nieto suyo y sus amigos, jóvenes de apenas dieciocho años de edad, con los que tropezó en una visita realizada a su hermana Elisenda.
Decía Mercadal:
- Tengo que confesar que quedé impresionado por sus comentarios. Nosotros que a veces descalificamos a la juventud por su indiferencia...
- Nunca me oirás hablar mal de ella –protestó el zapatero Bastides–, ya sabes que tengo en muy alta estima a los jóvenes, y muy en especial a los jóvenes españoles, sin duda una de las juventudes más preclaras de Europa, aunque no la que más, que sigue siendo la alemana, según he podido advertir en mis indagaciones sobre el tema.
Los escuchaba estupefacto, pues parecía bastante raro que dos viejos de más de setenta años se dedicaran a indagar cuestiones de tanta complejidad sociológica.
- ¿Y por qué te impresionó? –pregunté con ganas a Mercadal.
- Por la sagacidad de sus opiniones. Hablamos del futuro, que ellos veían muy negro. Ya sabes que tanto Bastides como yo somos dos impenitentes optimistas, lo cual no tiene demasiada justificación hoy en día, y si digo que lo somos no es porque seamos tontos, sino porque los dos tenemos visiones del futuro que avalan indirectamente nuestro optimismo.
Hizo una pausa para ver si lo seguía, y prosiguió con el mismo tono entusiasta:
- Lo propio de las personas sensatas y racionales es inclinarse por el pesimismo, como aquellos jóvenes hacían, inspirados por una visión científica del mundo propia de quién se halla en fase de estudios. Pero lo sorprendente fue constatar la profundidad de sus análisis y la razón de sus dudas e inquietudes. Se preguntaban, por ejemplo, hacia dónde deberían dirigir sus ímpetus de rebeldía, cuando ya las generaciones anteriores habían derribado sin contemplación los viejos ídolos y tabús. ¿Dónde estaban las batallas de las vanguardias de hoy en día? De alguna manera, planteaban el vacío de nuestra época, pero sin lamentaciones, pues lo abordaban con el extraño pragmatismo de quién quiere acometer sus deberes históricos con el mínimo desgaste y la máxima eficacia.
- ¡Caramba!... –contesté impresionado por la larga perorata del viejo Mercadal.
- Estos jóvenes llegarán mucho más lejos que nosotros, en su empeño de arreglar las cosas de este mundo –apuntó muy convencido Bastides.– Piensa, Rumbau, que el mundo se encamina hacia procesos cada día de mayor abstracción. Los lenguajes que utilizan los jóvenes, me refiero a estos asuntos del Internet y de los móviles, con la mensajería como tema estelar, son sistemáticamente criticados por los intelectuales de lo viejo, al ver en ellos síntomas de cretinismo cultural y de banalización escalofriante de los contenidos. Lo cual es a todas luces cierto, pero también lo es que la mensajería así simplificada es un paso más hacia la utilización de lenguajes cada vez más abstractos, los cuales son lógicamente más simples y sintéticos, motivo por el que toman esta apariencia de bobería y banalidad. Sin embargo, hay aquí mucho error apreciativo y estratégico, pues la comunicación sintética da alas a la capacidad de abstracción, el mejor ariete contra las barreras diferenciales que separan países, personas y culturas. Propicia la interconexión constante y acumulativa, y eso genera los famosos tejidos sociales que dan alas a las emergencias y, a través de sus nudos de complejidad multidimensional, a la implosión de lo nuevo.
Habló Bastides atrapado por uno de esos arrebatos de inspiración que tanto impresionan a sus escuchantes, yo el primero. Mercadal, entusiasmado por las palabras de su colega en futurología, exclamó:
- ¡Es eso, Bastides, es eso! ¡La multidimensionalidad de los agujeros negros que son los nudos dónde se concentran la información y el cúmulo de los intercambios! ¡Al implosionar, generan mundos nuevos! ¡Es de cajón!
Tras unos minutos de silencio, prosiguió el astrólogo, retomando el hilo de su pensamiento:
- Pero lo que más me sorprendió de mi sobrino nieto fue la convicción sobre la necesidad de alcanzar una conciencia planetaria como única solución de partida para arreglar las cosas de este mundo. Sólo entonces, dijo con un aplomo sorprendente, tendrá sentido defender, proteger y desarrollar lo local y lo concreto, desde la conciencia global que acepta la complejidad y la multidimensionalidad del mundo. Ideas que socavan tanto las tentaciones nacionalistas, excluyentes y aislacionistas, como las globalistas uniformadoras propias del totalitarismo de lo abstracto. ¿Te das cuenta? Jóvenes hablando de conciencia planetaria...
- Eso parece ciencia ficción... –dije muy admirado con el fin de darle ánimos y alimentar su vehemencia verbal.
- ¡Es el futuro que se nos hecha encima, Rumbau! Estos jóvenes, aun sin saberlo, se ejercitan en el lenguaje abstracto que simplifica pero eleva, para desde arriba dilucidar los temas conflictivos. Para ello deberán aprender a proyectarse en el futuro, cuyo suelo es el único válido para sustentarse en la búsqueda de las soluciones. Pues sólo desde el futuro es posible superar el pasado.
Fingí sorpresa ante esta defensa tan irracional del futuro, tema ya conocido del que gustaban mucho hablar. También pensé que tratándose de dos futurólogos, era lógica aquella declaración de principios tan rotunda.
Mercadal, que vio la confusión en mis ojos, intervino para decir:
- Aquí entra el tema mitológico.
- ¿Te refieres a vuestras ideas sobre los mitos actuales, que en vez de sustentarse en el pasado, lo hacen en el futuro?... –dije, informado como estaba de sus ideas al respecto.
- Exacto –contestó Mercadal–, al ser los mitos proyectos de modelos hechos para automodelarnos a partir de ellos...
- ¡Mitos que en vez de ser un regreso a los orígenes, suceden y se arraigan... en el futuro! ¡Inaudito! –exclamé para darle ánimos.
- Tú lo has dicho, ¡inaudito!, pero tan cierto como dos y dos son cuatro. Hablé de ello con mi sobrino y sus amigos, y me miraron algo confusos, pero sin la extrañeza que veo en tus ojos. Pues para ellos, es normal pensar en paradojas, aunque no lo sepan. Viven estos jóvenes rodeados de contradicciones que les superan pero que deben encajar para vivir y seguir avanzando en sus carreras. ¡Y esto es nuevo!, ¿te das cuenta?...
Asentí convencido realmente de que tenían razón, más por el ardor de sus palabras que por la racionalidad de las mismas.
- Todo esto de los ordenadores es pura ejercitación para ir un paso más allá hacia una civilización mental, capaz de superar las etapas primitivas basadas en las emociones, en las pulsiones de atracción y repulsión –añadió Bastides en un tono hermético.
- ¿Una civilización mental? A qué te refieres... –dije afín de sonsacarles más sobre aquel tema.
- Es el lógico colofón de las tendencias actuales –interpuso Mercadal a modo de aclaración.– La gente se queja de la publicidad, por ejemplo, pero deberían comprender que es el síntoma más claro de que estamos entrando en una fase nueva de civilización, en la que las guerras se ganan en las mentes y no en los campos de batalla. Por eso es importante disponer de una cabeza bien puesta y ordenada, si no quiere uno que los vientos publicitarios y la propaganda se te la lleven a la primera de tres, y te conviertas en un esclavo de vulgares magnates sin alma.
- Eso explica que la guerra de Irak se dé por ganada cuando todo indica que está perdida, pues para los estrategas americanos cuenta más el diseño de futuro con victoria incorporada que la realidad de los resistentes atrapados en sus emociones de combate. Éstas ganan sobre el terreno, pero a base de sucumbir en la batalla, pues el único dividendo que sacan es la muerte de sus propios combatientes más la de los civiles obligados a acompañarles al otro barrio. Estas tácticas de guerrilla emocional ganan a corto plazo, pero en el largo, no pueden nada contra las estrategias mentales de los que se dedican a planificar el futuro. Y si Bush tiene dificultades en convencer de la victoria a sus conciudadanos, es porque él mismo vive atrapado por las religiones y el maniqueísmo emocional, de modo que es incapaz de elevarse hacia lo abstracto que permite ver los verdaderos campos de batalla, con sus ganadores y perdedores reales, virtuales todavía, pero verdaderos más tarde.
Habló Bastides de un tirón, mirando el horizonte del mar rizado, de un vivo y brillante color azul. Calló luego, agotado seguramente por el esfuerzo realizado. Mercadal, impresionado por las palabras de su amigo, calló también, y los tres caminamos en silencio por la orilla del mar.
Pensé que la tarde ya no daría más parlamentos de aquel calibre, pero decidí acompañarlos un rato. Los pocos bañistas que había en la playa nos miraban pasar indiferentes. No tardaría el día en plegarse tras esconderse el sol en su lecho de casas. Y aunque un vientecillo fresco empezaba a hacerse notar, seguí caminando junto a mis amigos futurólogos, rumiando como ellos el futuro...
Contaba Mercadal las reflexiones que le había producido una discusión mantenida con un sobrino nieto suyo y sus amigos, jóvenes de apenas dieciocho años de edad, con los que tropezó en una visita realizada a su hermana Elisenda.
Decía Mercadal:
- Tengo que confesar que quedé impresionado por sus comentarios. Nosotros que a veces descalificamos a la juventud por su indiferencia...
- Nunca me oirás hablar mal de ella –protestó el zapatero Bastides–, ya sabes que tengo en muy alta estima a los jóvenes, y muy en especial a los jóvenes españoles, sin duda una de las juventudes más preclaras de Europa, aunque no la que más, que sigue siendo la alemana, según he podido advertir en mis indagaciones sobre el tema.
Los escuchaba estupefacto, pues parecía bastante raro que dos viejos de más de setenta años se dedicaran a indagar cuestiones de tanta complejidad sociológica.
- ¿Y por qué te impresionó? –pregunté con ganas a Mercadal.
- Por la sagacidad de sus opiniones. Hablamos del futuro, que ellos veían muy negro. Ya sabes que tanto Bastides como yo somos dos impenitentes optimistas, lo cual no tiene demasiada justificación hoy en día, y si digo que lo somos no es porque seamos tontos, sino porque los dos tenemos visiones del futuro que avalan indirectamente nuestro optimismo.
Hizo una pausa para ver si lo seguía, y prosiguió con el mismo tono entusiasta:
- Lo propio de las personas sensatas y racionales es inclinarse por el pesimismo, como aquellos jóvenes hacían, inspirados por una visión científica del mundo propia de quién se halla en fase de estudios. Pero lo sorprendente fue constatar la profundidad de sus análisis y la razón de sus dudas e inquietudes. Se preguntaban, por ejemplo, hacia dónde deberían dirigir sus ímpetus de rebeldía, cuando ya las generaciones anteriores habían derribado sin contemplación los viejos ídolos y tabús. ¿Dónde estaban las batallas de las vanguardias de hoy en día? De alguna manera, planteaban el vacío de nuestra época, pero sin lamentaciones, pues lo abordaban con el extraño pragmatismo de quién quiere acometer sus deberes históricos con el mínimo desgaste y la máxima eficacia.
- ¡Caramba!... –contesté impresionado por la larga perorata del viejo Mercadal.
- Estos jóvenes llegarán mucho más lejos que nosotros, en su empeño de arreglar las cosas de este mundo –apuntó muy convencido Bastides.– Piensa, Rumbau, que el mundo se encamina hacia procesos cada día de mayor abstracción. Los lenguajes que utilizan los jóvenes, me refiero a estos asuntos del Internet y de los móviles, con la mensajería como tema estelar, son sistemáticamente criticados por los intelectuales de lo viejo, al ver en ellos síntomas de cretinismo cultural y de banalización escalofriante de los contenidos. Lo cual es a todas luces cierto, pero también lo es que la mensajería así simplificada es un paso más hacia la utilización de lenguajes cada vez más abstractos, los cuales son lógicamente más simples y sintéticos, motivo por el que toman esta apariencia de bobería y banalidad. Sin embargo, hay aquí mucho error apreciativo y estratégico, pues la comunicación sintética da alas a la capacidad de abstracción, el mejor ariete contra las barreras diferenciales que separan países, personas y culturas. Propicia la interconexión constante y acumulativa, y eso genera los famosos tejidos sociales que dan alas a las emergencias y, a través de sus nudos de complejidad multidimensional, a la implosión de lo nuevo.
Habló Bastides atrapado por uno de esos arrebatos de inspiración que tanto impresionan a sus escuchantes, yo el primero. Mercadal, entusiasmado por las palabras de su colega en futurología, exclamó:
- ¡Es eso, Bastides, es eso! ¡La multidimensionalidad de los agujeros negros que son los nudos dónde se concentran la información y el cúmulo de los intercambios! ¡Al implosionar, generan mundos nuevos! ¡Es de cajón!
Tras unos minutos de silencio, prosiguió el astrólogo, retomando el hilo de su pensamiento:
- Pero lo que más me sorprendió de mi sobrino nieto fue la convicción sobre la necesidad de alcanzar una conciencia planetaria como única solución de partida para arreglar las cosas de este mundo. Sólo entonces, dijo con un aplomo sorprendente, tendrá sentido defender, proteger y desarrollar lo local y lo concreto, desde la conciencia global que acepta la complejidad y la multidimensionalidad del mundo. Ideas que socavan tanto las tentaciones nacionalistas, excluyentes y aislacionistas, como las globalistas uniformadoras propias del totalitarismo de lo abstracto. ¿Te das cuenta? Jóvenes hablando de conciencia planetaria...
- Eso parece ciencia ficción... –dije muy admirado con el fin de darle ánimos y alimentar su vehemencia verbal.
- ¡Es el futuro que se nos hecha encima, Rumbau! Estos jóvenes, aun sin saberlo, se ejercitan en el lenguaje abstracto que simplifica pero eleva, para desde arriba dilucidar los temas conflictivos. Para ello deberán aprender a proyectarse en el futuro, cuyo suelo es el único válido para sustentarse en la búsqueda de las soluciones. Pues sólo desde el futuro es posible superar el pasado.
Fingí sorpresa ante esta defensa tan irracional del futuro, tema ya conocido del que gustaban mucho hablar. También pensé que tratándose de dos futurólogos, era lógica aquella declaración de principios tan rotunda.
Mercadal, que vio la confusión en mis ojos, intervino para decir:
- Aquí entra el tema mitológico.
- ¿Te refieres a vuestras ideas sobre los mitos actuales, que en vez de sustentarse en el pasado, lo hacen en el futuro?... –dije, informado como estaba de sus ideas al respecto.
- Exacto –contestó Mercadal–, al ser los mitos proyectos de modelos hechos para automodelarnos a partir de ellos...
- ¡Mitos que en vez de ser un regreso a los orígenes, suceden y se arraigan... en el futuro! ¡Inaudito! –exclamé para darle ánimos.
- Tú lo has dicho, ¡inaudito!, pero tan cierto como dos y dos son cuatro. Hablé de ello con mi sobrino y sus amigos, y me miraron algo confusos, pero sin la extrañeza que veo en tus ojos. Pues para ellos, es normal pensar en paradojas, aunque no lo sepan. Viven estos jóvenes rodeados de contradicciones que les superan pero que deben encajar para vivir y seguir avanzando en sus carreras. ¡Y esto es nuevo!, ¿te das cuenta?...
Asentí convencido realmente de que tenían razón, más por el ardor de sus palabras que por la racionalidad de las mismas.
- Todo esto de los ordenadores es pura ejercitación para ir un paso más allá hacia una civilización mental, capaz de superar las etapas primitivas basadas en las emociones, en las pulsiones de atracción y repulsión –añadió Bastides en un tono hermético.
- ¿Una civilización mental? A qué te refieres... –dije afín de sonsacarles más sobre aquel tema.
- Es el lógico colofón de las tendencias actuales –interpuso Mercadal a modo de aclaración.– La gente se queja de la publicidad, por ejemplo, pero deberían comprender que es el síntoma más claro de que estamos entrando en una fase nueva de civilización, en la que las guerras se ganan en las mentes y no en los campos de batalla. Por eso es importante disponer de una cabeza bien puesta y ordenada, si no quiere uno que los vientos publicitarios y la propaganda se te la lleven a la primera de tres, y te conviertas en un esclavo de vulgares magnates sin alma.
- Eso explica que la guerra de Irak se dé por ganada cuando todo indica que está perdida, pues para los estrategas americanos cuenta más el diseño de futuro con victoria incorporada que la realidad de los resistentes atrapados en sus emociones de combate. Éstas ganan sobre el terreno, pero a base de sucumbir en la batalla, pues el único dividendo que sacan es la muerte de sus propios combatientes más la de los civiles obligados a acompañarles al otro barrio. Estas tácticas de guerrilla emocional ganan a corto plazo, pero en el largo, no pueden nada contra las estrategias mentales de los que se dedican a planificar el futuro. Y si Bush tiene dificultades en convencer de la victoria a sus conciudadanos, es porque él mismo vive atrapado por las religiones y el maniqueísmo emocional, de modo que es incapaz de elevarse hacia lo abstracto que permite ver los verdaderos campos de batalla, con sus ganadores y perdedores reales, virtuales todavía, pero verdaderos más tarde.
Habló Bastides de un tirón, mirando el horizonte del mar rizado, de un vivo y brillante color azul. Calló luego, agotado seguramente por el esfuerzo realizado. Mercadal, impresionado por las palabras de su amigo, calló también, y los tres caminamos en silencio por la orilla del mar.
Pensé que la tarde ya no daría más parlamentos de aquel calibre, pero decidí acompañarlos un rato. Los pocos bañistas que había en la playa nos miraban pasar indiferentes. No tardaría el día en plegarse tras esconderse el sol en su lecho de casas. Y aunque un vientecillo fresco empezaba a hacerse notar, seguí caminando junto a mis amigos futurólogos, rumiando como ellos el futuro...
sábado, noviembre 10, 2007
Novedades en el Festival de Ópera de Bolsillo
El Festival d'Òpera de Butxaca i Noves Creacions avanza en su desarrollo a lo largo del mes de noviembre. Este fin de semana se ha estrenado con gran éxito La Cuzzoni, ópera de Agustí Charles (música) y Marc Rosich (libreto). Esta obra triunfó en su presentación en Alemania, en la ópera de Darmstadt (es una producción alemana de dicha casa operística), y va a reponerse en enero. Igualmente, otras óperas de Alemania están interesadas en programarla, como una joya de pequeño bolsillo, escrita por dos artistas de Barcelona y cantada en ¡catalán!...
La próxima semana, toca en el Liceu, la gran casa de ópera de Barcelona, presentar "Hangman, Hangman!" y "The Town of Greed", del compositor catalán Lleonard Balada, que se representará en el Foyer del Gran Teatre del Liceu. Esta obra es una coproducción del Liceu con la Fundación Caixa de Cataluña y el Festival d'Òpera de Butxaca i Noves Creacions.
Seguirá el estreno de Odola, ópera de Jordi Rossinyol (música) y Albert Mestres (libreto), que se podrá ver en la Sala Beckett de Barcelona. 3 funciones del 22 al 24 de noviembre. La ópera se verá en versión de concierto, a la espera de poder presentar su versión escénica definitiva. Será una primera degustación de la refinada música de Rossinyol y de la inventiva creadora del poeta, dramaturgo y novelista Albert Mestres.
El día 23 de noviembre habrá un único concierto de la conocida y reputada cantante británica Mary Carewe que presentará su Serious Cabaret, un recital de canciones de autores anglosajones la mayoría, acompañada al piano por Philip Mayers.
Y bajará el telón del Festival Tarabàbula, una Performance Musical de Una Ysamat, artista inclasificable, pianista y cantante, que dialoga con su piano y su vida de intérprete en un espectáculo que transita por los mundos interiores, llenos de humor y surrealismo, de la autora.
Para información fresca del Festival, ver la página web del mismo (http://www.festivaloperabutxaca.org/2007/home.php) o bien el Blog del Festival, repleto de interesantes artículos, como las crónicas de Conrado Domínguez, las críticas de Aurora Carreras, entrevistas, reportajes y otras informaciones: (http://fobnc.blogspot.com/)
jueves, noviembre 08, 2007
Cuando el pasado llega del futuro.
Querido bloguero,
abrumado por los compromisos de mis labores organizativas, productoras y creativas, centradas en la temática operística durante esta época del año, me he visto bastante imposibilitado de acudir a mi querido Club Natación Barcelona, del que soy socio. Puede que al lector le parezca trivial este contratiempo, lamentación más bien burguesa y decadente, pero sólo los que han vivido las mieles del citado Club pueden entender lo que digo.
Finalmente, este domingo pude escaparme bastante temprano por la mañana, que es cuando mejor se está. Además, es a horas tempranas cuando mis buenos amigos Bastides y Mercadal suelen pasear por la playa los días de fiesta. Me refiero a los dos futurólogos de la Barceloneta que en anteriores ocasiones he citado en este blog. Me cambié en el Club y salí disparado hacia la playa. Los encontré cuando se iban acercando con su paso lento y meditabundo hacia dónde termina la arena, lugar en el que se está construyendo en la actualidad un hotel de dimensiones por lo visto descomunales.
Nos saludamos, y en seguida vi que estaban hablando de política. Me alegré de ello, pues por lo general sus opiniones suelen revestir perfiles curiosos y por lo general bastante acertados.
- Estábamos comentando, Rumbau -entre nosotros, nos llamamos siempre por el apellido y de tú, aunque ellos sean bastante mayores que yo–, el drama éste de Cercanías, que por lo visto han colapsado después de estar durante años algo así como en abandono.
Se refería Mercadal a la catastrófica situación de los trenes comarcales que parten de Barcelona, llamados De Cercanías, que ha culminado estos últimos días en un parón total y absoluto, de modo que las autoridades han tenido que substituir los trenes por autobuses y barcos, aunque este último extremo ha sido por lo visto descartado.
- ¡Sí, un drama absoluto, sobretodo para los pobres usuarios que lo usan cada día! –dije yo, impresionado aún por las noticias al respecto leídas por la mañana en la prensa.
- Un drama, sí –puntualizó Mercadal–, pero drama relativo, al fin y al cabo.
- ¿A qué te refieres? –le pregunté sorprendido por aquellos deseos de desdramatizar algo tan explosivo.
- Pues que no hay para tanto. Veamos, entra dentro la lógica de las cosas de este mundo. Lo que se hace viejo, se estropea, y si no se cambia a tiempo, al fallar causa problemas que deben solventarse simplemente renovando lo que ya no sirve. Tal es la situación. No comprendo este rasgarse las vestiduras de unos y otros. Se les hizo viejo el tren y el sistema de vías, no lo vieron a tiempo, pues a arreglarlo. Creo que éso es lo que están haciendo ahora. El problema sería que no quisieran arreglarlo, o que lo solventaran con chapuzas. Entonces sí que sería un drama. Pero si están en ello y tan sólo es una cuestión de tiempo, pues paciencia y a pensar en otras cosas.
- Tú lo dices, Mercadal, porque ya estás jubilado, vives aquí al lado y jamás tomas un tren.
- No lo niego, pero no deja de sorprenderme esta exigencia casi sagrada de que la ciudad funcione sin tacha alguna. ¡Esto es imposible! Siempre debe haber un tiempo para las reparaciones, los cambios y la renovación de los utensilios. Pasa con las casas, con las calles, las aceras, el mismo Club tuyo que siempre está en obras...
Intervino Bastides que escuchaba con atención:
- Lo que Mercadal quiere decir es que nos hemos subido de tal modo al tiempo, que ya no concebimos momentos de parón ni retraso alguno. Y lo comprendo en parte, pues bien cierto es que tenemos prisa, pero la gente confunde la prisa de las épocas por la prisa absurda del día a día, que sólo consigue volvernos locos y cargarnos de ansiedad.
- ¿Qué quieres decir con las prisas de la época? –le pregunté, consciente de que había tocado algún filón de los que gustaba desarrollar el futurólogo de la Barceloneta.
- Tenemos prisa, Rumbau, pero no en llegar temprano al trabajo –allá cada uno con sus manías y necesidades– sino en salir lo antes posible de este atolladero de la sinrazón en la que nos hallamos metidos. Fíjate que los tiempos se han acelerado últimamente a marchas forzadas, y eso es bueno, pero todavía no están las direcciones claras, y en vez de conducirnos por líneas de creación, en consonancia con la esencia del tiempo, lo que hacemos es marearnos con circunvalaciones absurdas que no llevan a ninguna parte. Si hay averías, que se arreglen rápido, pero que dejen de marear la perdiz repitiendo lo mismo día tras día o creando dramas dónde no los hay. A eso me refería, ¿entiendes?
- Sí, lo comprendo, pero insisto en que para las personas normales que van a trabajar cada día, las prisas de la época les importan un pepino, mientras que las del momento son las que importan de verdad.
- Y tienes razón –apostilló Mercadal en defensa de su amigo–, y eso es debido a que la mayoría de la gente vive tan amorrada a la dura realidad, que es incapaz de abstraerse y observar las cosas desde una mínima altura y distancia. Pero aún así, puedo asegurarte que estos parones y averías son más útiles de lo que parecen: de entrada, sirven para que la gente normal aprenda a distanciarse del problema en si y lo sitúe en su justo lugar. Lástima que los políticos, con sus prisas electorales y sus fobias mutuas, lo aprovechen para tirarse los trastos. Su labor no es otra que distraer a los usuarios afectados, llamarles la atención para que no puedan distanciarse y entender el orden de las cosas. En vez de ser los motores del tiempo sano y creativo, los políticos y sus partidos son, hoy en día, palos en las ruedas del tiempo. Por eso hay que desdramatizar el tema, para no dejarse llevar por estas ansias absurdas de prisas irracionales, pues lo que es evidente es que arreglar Cercanías lleva su tiempo y no se hace de un día para otro, ¿verdad?
- ¡Tienes razón, Mercadal! –dijo un Bastides excitado por las palabras de su amigo astrólogo–, mejor harían las personas en dirigirse ya de una vez y sin cortapisas hacia el futuro, que es hacia dónde debemos mirar si no queremos quedarnos para siempre paralizados en la catástrofe. Sólo el futuro nos puede salvar, pues el pasado es un campo de minas, y el presente, un campo de batalla.
- ¡Pero cómo queréis avanzar sin tener en cuenta el pasado! –les digo yo algo escandalizado.
- ¡No nos olvidamos del Pasado –responde Bastides enigmático–, sino que ésste nos llega a través del futuro. Es lo que nosotros llamamos la gran inversión. El pasado debe ser conocido y debemos aceptarlo, pero sólo cuando nos llega desde el futuro: entonces aparece vivo, dinámico, capaz de provocar reacciones creativas, mientras que si nos llega del pasado, lo hace muerto, y al estar muerto, sólo produce rencores, discusiones sin fin, nostalgias insalvables y enquistaciones emocionales de difícil superación.
- ¡Exacto, Bastides! –dijo aún más entusiasmado Mercadal. Y dirigiéndose a mi, añadió:– Sabes, Rumbau, éste es uno de nuestros descubrimientos más importantes. En un futuro próximo, mirar hacia atrás estará prohibido. Eso no significa que deberá olvidarse todo, no, muy al revés, la memoria y la historia estarán en su máximo apogeo, pero en vez de llegarnos desde el pasado, lo harán desde el futuro. Ésta es la diferencia. Para que me entiendas, tiene que ver con la mitología. Ya sabes que los mitos siempre han sido patrones de repetición de hechos del pasado que nos remiten a los orígenes del grupo, del país, de la especie, etc. Pues bien, los mitos, hoy, lo son de futuro. Lo que funda las sociedades ya no está en el pasado sino en el futuro. ¡Radical diferencia! Mira la publicidad, las empresas, las marcas, los nuevos dioses del mundo... ¿Acaso no son proyectos de emprendedores que los postulan como operaciones de futuro? Cuando se hacen viejos, se acaban como mitos y son substituídos por otros nuevos, recién inventados. Las mitologías del presente son proyectos abstractos que cada uno se inventa para vivir en ellos el futuro. Y es desde este futuro ordenado según nuestros mitos particulares que nos llega el pasado, la memoria, nuestros muertos. Y fíjate bien en lo que te digo, gracias a esta inversión, los muertos nos llegan al presente desde el pasado a través del futuro “¡vivos”!, mientras que si vienen del pasado, lógicamente lo harían “muertos”...
Me quedé de piedra al escuchar aquellos argumentos extravagantes y casi diría que disparatados del ex-doctor astrólogo, siempre tan entusiasta en sus descubrimientos.
- Pero, pero... –quise decir a modo de protesta...
- No hay pero que valga, Rumbau. Las cosas son así aunque no le guste a todo el mundo. Tenemos motivos sobrados para afirmarlo.
- ¿A qué te refieres? –pregunté, esperanzado de arrancarles alguna confidencia del género de las jugosas.
- Hoy no toca, como diría nuestro emérito President Pujol. Pero un día te contaremos la Intercronomaquía...
- ¿La qué...? –pregunté sorprendido por aquellos atisbos de locura.
- Hoy no toca. Pero es evidente que tarde o temprano tendrás que conocer lo que sucedió en julio del 2005 en plena ciudad de Barcelona.
- ¿Y qué ocurrió entonces?
- Una importante reunión de muertos llegados del futuro. Pero ya basta por hoy. Volvamos sobre nuestros pasos, que se está haciendo tarde y es hora de desayunar...
No hubo manera de sonsacarle más sobre este tema tan misterioso. Les acompañé comentando los últimos partidos del Barça, a los que mis labores operísticas me habían alejado y, al llegar a la escultura dedicada al Quart de Casa, dónde cuatro cubos metálicos se superponen uno encima del otro, les dejé continuar su paseo. Regresé yo al Club y ocupé una tumbona junto a la piscina de agua fría procedente del mar. Tras cerrar los ojos, echado bajo un irradiante sol otoñal, dejé que las palabras de mis amigos futurólogos siguieran jugueteando en mi imaginación.
abrumado por los compromisos de mis labores organizativas, productoras y creativas, centradas en la temática operística durante esta época del año, me he visto bastante imposibilitado de acudir a mi querido Club Natación Barcelona, del que soy socio. Puede que al lector le parezca trivial este contratiempo, lamentación más bien burguesa y decadente, pero sólo los que han vivido las mieles del citado Club pueden entender lo que digo.
Finalmente, este domingo pude escaparme bastante temprano por la mañana, que es cuando mejor se está. Además, es a horas tempranas cuando mis buenos amigos Bastides y Mercadal suelen pasear por la playa los días de fiesta. Me refiero a los dos futurólogos de la Barceloneta que en anteriores ocasiones he citado en este blog. Me cambié en el Club y salí disparado hacia la playa. Los encontré cuando se iban acercando con su paso lento y meditabundo hacia dónde termina la arena, lugar en el que se está construyendo en la actualidad un hotel de dimensiones por lo visto descomunales.
Nos saludamos, y en seguida vi que estaban hablando de política. Me alegré de ello, pues por lo general sus opiniones suelen revestir perfiles curiosos y por lo general bastante acertados.
- Estábamos comentando, Rumbau -entre nosotros, nos llamamos siempre por el apellido y de tú, aunque ellos sean bastante mayores que yo–, el drama éste de Cercanías, que por lo visto han colapsado después de estar durante años algo así como en abandono.
Se refería Mercadal a la catastrófica situación de los trenes comarcales que parten de Barcelona, llamados De Cercanías, que ha culminado estos últimos días en un parón total y absoluto, de modo que las autoridades han tenido que substituir los trenes por autobuses y barcos, aunque este último extremo ha sido por lo visto descartado.
- ¡Sí, un drama absoluto, sobretodo para los pobres usuarios que lo usan cada día! –dije yo, impresionado aún por las noticias al respecto leídas por la mañana en la prensa.
- Un drama, sí –puntualizó Mercadal–, pero drama relativo, al fin y al cabo.
- ¿A qué te refieres? –le pregunté sorprendido por aquellos deseos de desdramatizar algo tan explosivo.
- Pues que no hay para tanto. Veamos, entra dentro la lógica de las cosas de este mundo. Lo que se hace viejo, se estropea, y si no se cambia a tiempo, al fallar causa problemas que deben solventarse simplemente renovando lo que ya no sirve. Tal es la situación. No comprendo este rasgarse las vestiduras de unos y otros. Se les hizo viejo el tren y el sistema de vías, no lo vieron a tiempo, pues a arreglarlo. Creo que éso es lo que están haciendo ahora. El problema sería que no quisieran arreglarlo, o que lo solventaran con chapuzas. Entonces sí que sería un drama. Pero si están en ello y tan sólo es una cuestión de tiempo, pues paciencia y a pensar en otras cosas.
- Tú lo dices, Mercadal, porque ya estás jubilado, vives aquí al lado y jamás tomas un tren.
- No lo niego, pero no deja de sorprenderme esta exigencia casi sagrada de que la ciudad funcione sin tacha alguna. ¡Esto es imposible! Siempre debe haber un tiempo para las reparaciones, los cambios y la renovación de los utensilios. Pasa con las casas, con las calles, las aceras, el mismo Club tuyo que siempre está en obras...
Intervino Bastides que escuchaba con atención:
- Lo que Mercadal quiere decir es que nos hemos subido de tal modo al tiempo, que ya no concebimos momentos de parón ni retraso alguno. Y lo comprendo en parte, pues bien cierto es que tenemos prisa, pero la gente confunde la prisa de las épocas por la prisa absurda del día a día, que sólo consigue volvernos locos y cargarnos de ansiedad.
- ¿Qué quieres decir con las prisas de la época? –le pregunté, consciente de que había tocado algún filón de los que gustaba desarrollar el futurólogo de la Barceloneta.
- Tenemos prisa, Rumbau, pero no en llegar temprano al trabajo –allá cada uno con sus manías y necesidades– sino en salir lo antes posible de este atolladero de la sinrazón en la que nos hallamos metidos. Fíjate que los tiempos se han acelerado últimamente a marchas forzadas, y eso es bueno, pero todavía no están las direcciones claras, y en vez de conducirnos por líneas de creación, en consonancia con la esencia del tiempo, lo que hacemos es marearnos con circunvalaciones absurdas que no llevan a ninguna parte. Si hay averías, que se arreglen rápido, pero que dejen de marear la perdiz repitiendo lo mismo día tras día o creando dramas dónde no los hay. A eso me refería, ¿entiendes?
- Sí, lo comprendo, pero insisto en que para las personas normales que van a trabajar cada día, las prisas de la época les importan un pepino, mientras que las del momento son las que importan de verdad.
- Y tienes razón –apostilló Mercadal en defensa de su amigo–, y eso es debido a que la mayoría de la gente vive tan amorrada a la dura realidad, que es incapaz de abstraerse y observar las cosas desde una mínima altura y distancia. Pero aún así, puedo asegurarte que estos parones y averías son más útiles de lo que parecen: de entrada, sirven para que la gente normal aprenda a distanciarse del problema en si y lo sitúe en su justo lugar. Lástima que los políticos, con sus prisas electorales y sus fobias mutuas, lo aprovechen para tirarse los trastos. Su labor no es otra que distraer a los usuarios afectados, llamarles la atención para que no puedan distanciarse y entender el orden de las cosas. En vez de ser los motores del tiempo sano y creativo, los políticos y sus partidos son, hoy en día, palos en las ruedas del tiempo. Por eso hay que desdramatizar el tema, para no dejarse llevar por estas ansias absurdas de prisas irracionales, pues lo que es evidente es que arreglar Cercanías lleva su tiempo y no se hace de un día para otro, ¿verdad?
- ¡Tienes razón, Mercadal! –dijo un Bastides excitado por las palabras de su amigo astrólogo–, mejor harían las personas en dirigirse ya de una vez y sin cortapisas hacia el futuro, que es hacia dónde debemos mirar si no queremos quedarnos para siempre paralizados en la catástrofe. Sólo el futuro nos puede salvar, pues el pasado es un campo de minas, y el presente, un campo de batalla.
- ¡Pero cómo queréis avanzar sin tener en cuenta el pasado! –les digo yo algo escandalizado.
- ¡No nos olvidamos del Pasado –responde Bastides enigmático–, sino que ésste nos llega a través del futuro. Es lo que nosotros llamamos la gran inversión. El pasado debe ser conocido y debemos aceptarlo, pero sólo cuando nos llega desde el futuro: entonces aparece vivo, dinámico, capaz de provocar reacciones creativas, mientras que si nos llega del pasado, lo hace muerto, y al estar muerto, sólo produce rencores, discusiones sin fin, nostalgias insalvables y enquistaciones emocionales de difícil superación.
- ¡Exacto, Bastides! –dijo aún más entusiasmado Mercadal. Y dirigiéndose a mi, añadió:– Sabes, Rumbau, éste es uno de nuestros descubrimientos más importantes. En un futuro próximo, mirar hacia atrás estará prohibido. Eso no significa que deberá olvidarse todo, no, muy al revés, la memoria y la historia estarán en su máximo apogeo, pero en vez de llegarnos desde el pasado, lo harán desde el futuro. Ésta es la diferencia. Para que me entiendas, tiene que ver con la mitología. Ya sabes que los mitos siempre han sido patrones de repetición de hechos del pasado que nos remiten a los orígenes del grupo, del país, de la especie, etc. Pues bien, los mitos, hoy, lo son de futuro. Lo que funda las sociedades ya no está en el pasado sino en el futuro. ¡Radical diferencia! Mira la publicidad, las empresas, las marcas, los nuevos dioses del mundo... ¿Acaso no son proyectos de emprendedores que los postulan como operaciones de futuro? Cuando se hacen viejos, se acaban como mitos y son substituídos por otros nuevos, recién inventados. Las mitologías del presente son proyectos abstractos que cada uno se inventa para vivir en ellos el futuro. Y es desde este futuro ordenado según nuestros mitos particulares que nos llega el pasado, la memoria, nuestros muertos. Y fíjate bien en lo que te digo, gracias a esta inversión, los muertos nos llegan al presente desde el pasado a través del futuro “¡vivos”!, mientras que si vienen del pasado, lógicamente lo harían “muertos”...
Me quedé de piedra al escuchar aquellos argumentos extravagantes y casi diría que disparatados del ex-doctor astrólogo, siempre tan entusiasta en sus descubrimientos.
- Pero, pero... –quise decir a modo de protesta...
- No hay pero que valga, Rumbau. Las cosas son así aunque no le guste a todo el mundo. Tenemos motivos sobrados para afirmarlo.
- ¿A qué te refieres? –pregunté, esperanzado de arrancarles alguna confidencia del género de las jugosas.
- Hoy no toca, como diría nuestro emérito President Pujol. Pero un día te contaremos la Intercronomaquía...
- ¿La qué...? –pregunté sorprendido por aquellos atisbos de locura.
- Hoy no toca. Pero es evidente que tarde o temprano tendrás que conocer lo que sucedió en julio del 2005 en plena ciudad de Barcelona.
- ¿Y qué ocurrió entonces?
- Una importante reunión de muertos llegados del futuro. Pero ya basta por hoy. Volvamos sobre nuestros pasos, que se está haciendo tarde y es hora de desayunar...
No hubo manera de sonsacarle más sobre este tema tan misterioso. Les acompañé comentando los últimos partidos del Barça, a los que mis labores operísticas me habían alejado y, al llegar a la escultura dedicada al Quart de Casa, dónde cuatro cubos metálicos se superponen uno encima del otro, les dejé continuar su paseo. Regresé yo al Club y ocupé una tumbona junto a la piscina de agua fría procedente del mar. Tras cerrar los ojos, echado bajo un irradiante sol otoñal, dejé que las palabras de mis amigos futurólogos siguieran jugueteando en mi imaginación.
miércoles, noviembre 07, 2007
Noticias frescas sobre el Taller de Pepe Otal
Finalmente, parece que las cosas se han ido aclarando respecto al tema de qué pasará con el legado de Pepe Otal, fallecido el mes de agosto, y su taller.
Tras una reunión mantenida con los responsables del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB), organización dependiente del Ayuntamiento de la ciudad, Jordi Martí y Rosa Mac mostraron su beneplácito e interés en encontrar la manera de conservar la obra del tiriritero fallecido así como el taller de la calle Guàrdia, afín de mantener sus actividades docentes, teatrales y poético-culturales. Mostraron la necesidad de que hubiera una entidad legalmente instituída al frente del proyecto, capaz de gestionarlo, pedir subvenciones, etc, y se vio la conveniencia de que esta entidad fuera una fundación, puesto que existe un legado artístico importante para establecerse como patrimonio de la misma.
Tras este primer encuentro, y tras visitar el local los responsables del Ayuntamiento y confirmar lo dicho en la reunión anterior, se decidió en una reunión celebrada este lunes 5 de noviembre, en el Café de la Ópera de Barcelona, crear una comisión ejecutora encargada de redactar los estatutos, definir los propósitos de la entidad y llevar a cabo las tareas operativas del proyecto.
Esta comisión está formada por las siguientes personas: Jordi Bertrán, Jordi Vizcaíno, Carles Codina “Litus”, Maria Llinàs, Paula López, Jordi Pinar e Irma Borges. De éstas, serán las más propiamente ejecutoras Carles Codina “Litus”, Paula López e Irma Borges, con la ayuda de Jordi Vizcaíno y Jordi Bertrán. Colaborará en la redacción de los estautos Xavier Gimeno, conocedor de esta temática. Una vez redactados los estatutos de la futura entidad, se pedirá una entrevista al ICUB para presentarlos y establecer líneas concretas de actuación.
En paralelo a esta comisión, hace días que un grupo de amigos y allegados a Pepe está realizando la ingente tarea de inventariar todas sus marionetas, cuadros, artefactos, libros, dibujos, carteles… Son Pep Gómez, Luis Fellini, Antonio el Farero y Lucas. Existe ya, por lo visto, una base de datos con el nombre de cada títere y objeto, con fotografía de la misma, descripción, etc. Este grupo trabajará en íntima conexión con la comisión ejecutora afín de redondear el proyecto.
El tema parece pues encauzado, con un equipo joven al frente, ilusionado y comprometido en la labor. El hasta ahora llamado Consejo de Ancianos, formado por Carles Canyelles, Jordi Bertrán (que también está en la comisión, al ser el encargado de los talleres), Pep Gómez, el poeta David Castillo, el fotógrafo Jesús Atienza, yo mismo, más otros que me dejo, seguirá orbitando alrededor del proyecto, sin inmiscuirse en las labores ejecutoras, ajeno pues a la Fundación, pero apoyando a la misma y sosteniendo el espíritu abierto, creativo, interdisciplinar y libertario de Pepe Otal.
Tras una reunión mantenida con los responsables del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB), organización dependiente del Ayuntamiento de la ciudad, Jordi Martí y Rosa Mac mostraron su beneplácito e interés en encontrar la manera de conservar la obra del tiriritero fallecido así como el taller de la calle Guàrdia, afín de mantener sus actividades docentes, teatrales y poético-culturales. Mostraron la necesidad de que hubiera una entidad legalmente instituída al frente del proyecto, capaz de gestionarlo, pedir subvenciones, etc, y se vio la conveniencia de que esta entidad fuera una fundación, puesto que existe un legado artístico importante para establecerse como patrimonio de la misma.
Tras este primer encuentro, y tras visitar el local los responsables del Ayuntamiento y confirmar lo dicho en la reunión anterior, se decidió en una reunión celebrada este lunes 5 de noviembre, en el Café de la Ópera de Barcelona, crear una comisión ejecutora encargada de redactar los estatutos, definir los propósitos de la entidad y llevar a cabo las tareas operativas del proyecto.
Esta comisión está formada por las siguientes personas: Jordi Bertrán, Jordi Vizcaíno, Carles Codina “Litus”, Maria Llinàs, Paula López, Jordi Pinar e Irma Borges. De éstas, serán las más propiamente ejecutoras Carles Codina “Litus”, Paula López e Irma Borges, con la ayuda de Jordi Vizcaíno y Jordi Bertrán. Colaborará en la redacción de los estautos Xavier Gimeno, conocedor de esta temática. Una vez redactados los estatutos de la futura entidad, se pedirá una entrevista al ICUB para presentarlos y establecer líneas concretas de actuación.
En paralelo a esta comisión, hace días que un grupo de amigos y allegados a Pepe está realizando la ingente tarea de inventariar todas sus marionetas, cuadros, artefactos, libros, dibujos, carteles… Son Pep Gómez, Luis Fellini, Antonio el Farero y Lucas. Existe ya, por lo visto, una base de datos con el nombre de cada títere y objeto, con fotografía de la misma, descripción, etc. Este grupo trabajará en íntima conexión con la comisión ejecutora afín de redondear el proyecto.
El tema parece pues encauzado, con un equipo joven al frente, ilusionado y comprometido en la labor. El hasta ahora llamado Consejo de Ancianos, formado por Carles Canyelles, Jordi Bertrán (que también está en la comisión, al ser el encargado de los talleres), Pep Gómez, el poeta David Castillo, el fotógrafo Jesús Atienza, yo mismo, más otros que me dejo, seguirá orbitando alrededor del proyecto, sin inmiscuirse en las labores ejecutoras, ajeno pues a la Fundación, pero apoyando a la misma y sosteniendo el espíritu abierto, creativo, interdisciplinar y libertario de Pepe Otal.
Respecto al nombre que tomará la entidad, yo propongo Casa-Taller de Marionetas de Pepe Otal, denominación que conjunta el carácter práctico y pedagógico con el museístico, al relacionar la Fundación con el local utilizado por Pepe en los últimos quince o veinte años. De todos modos, esta cuestión será decidida en su momento por los interesados en sus propias deliberaciones. Esperamos igualmente que pronto las noticias nos lleguen directamente de la Fundación.
martes, octubre 30, 2007
Noticias sobre "Salón de Anubis"
Quién quiera saber más sobre el desarrollo de las funciones, críticas, imágenes y otras informaciones alrededor de Salón de Anubis, puede dirigirse al Blog que sobre la producción existe en la dirección: http://elsalondeanubis.blogspot.com/
También más información sobre el Festival de Ópera de Bolsillo y Nuevas Creaciones en el blog del Festival: http://fobnc.blogspot.com/.
Próximas funciones del Festival: sábado 3 y domingo 4 de noviembre, JUDITH, con Katarina Livljanic, en la Capella de Santa Àgata (Plaça del Rei). Ver http://www.festivaloperabutxaca.org/2007/home.php
También más información sobre el Festival de Ópera de Bolsillo y Nuevas Creaciones en el blog del Festival: http://fobnc.blogspot.com/.
Próximas funciones del Festival: sábado 3 y domingo 4 de noviembre, JUDITH, con Katarina Livljanic, en la Capella de Santa Àgata (Plaça del Rei). Ver http://www.festivaloperabutxaca.org/2007/home.php
jueves, octubre 25, 2007
Buen inicio de SALÓN DE ANUBIS en Barcelona.
Puedo decir que con mucho aceptación y entre grandes ovaciones se presentó ayer en el Teatro Nacional de Cataluña, Sala Pequeña, la ópera SALÓN DE ANUBIS. Hubo lleno en la sala, y la función salió redonda.
Los que quieran verla, tienen hasta el domingo 28. Hay seis funciones programadas: 3 en catalán y 3 en castellano. Para más información de horarios y precios, ver la web del Festival d'Òpera de Butxaca i Noves Creacions.
Adjunto algunas imágenes de la obra, fotografías todas ellas de David Ruano, en las que se ilustra el proceso de empequeñecimiento del personaje principal, encarnado en este caso por el tenor Miquel Cobos.
En esta última imagen, el protagonista aparece reducido a títere, entre los dos maestros de ceremonias Danté y Lilí.
Los que quieran verla, tienen hasta el domingo 28. Hay seis funciones programadas: 3 en catalán y 3 en castellano. Para más información de horarios y precios, ver la web del Festival d'Òpera de Butxaca i Noves Creacions.
Adjunto algunas imágenes de la obra, fotografías todas ellas de David Ruano, en las que se ilustra el proceso de empequeñecimiento del personaje principal, encarnado en este caso por el tenor Miquel Cobos.
En esta última imagen, el protagonista aparece reducido a títere, entre los dos maestros de ceremonias Danté y Lilí.
martes, octubre 23, 2007
Buenas críticas en Winterthur i Darmstadt para SALÓN DE ANUBIS.
Tras los estrenos en Suiza y Alemania de Salón de Anubis, la producción ha cosechado algunas buenas críticas, dos concretamente, que adjuntamos en este enlace: clicad aquí.
Ayer tuvo lugar la rueda de prensa de presentación de la obra en Barcelona, cuyo estreno será mañana miércoles 24 de octubre, a las 20h, en el Teatre Nacional de Catalunya, Sala Petita.
Para más información, ver la página web del Festival de Ópera de Bolsillo y Nuevas Creaciones: http://www.fobnc.org/ .
Ayer tuvo lugar la rueda de prensa de presentación de la obra en Barcelona, cuyo estreno será mañana miércoles 24 de octubre, a las 20h, en el Teatre Nacional de Catalunya, Sala Petita.
Para más información, ver la página web del Festival de Ópera de Bolsillo y Nuevas Creaciones: http://www.fobnc.org/ .
jueves, octubre 18, 2007
Estreno alemán de SALÓN DE ANUBIS
Hoy se estrena en la ciudad de Darmstadt, Alemania, la ópera SALÓN DE ANUBIS, música de Joan Albert Amargós y libreto de Toni Rumbau. Tras el estreno mundial en Winterthur (Suiza) y la función efectuada en el teatro de Salt, de Gerona, esta será la tercera representación de la obra.
Cómo se dice en los textos de presentación:
SALÓN DE ANUBIS es ópera, espectáculo de magia, cabaret… Un espectador afortunado preside este Retablo de la Muerte en el que Lilí y Danté, los presentadores, son también los dioses Thot y Anubis. El mayor dramatismo se mezcla con sorprendentes efectos de magia, en un espectáculo de humor y transformación que se eleva a registros de alto vuelo poético. Una ópera contemporánea en la que la poderosa y expresiva música de Amargós, de raíces cultas y populares, conecta con antiguas tradiciones operísticas de impactantes efectos visuales.
Para más información, ver blog de la obra y página web de la misma. También web del Festival d´Òpera de Butxaca i Noves Creacions.
Estreno y funciones en Barcelona: 24 de octubre, en el Teatre Nacional de Catalunya. Funciones hasta el 28 de octubre.
Cómo se dice en los textos de presentación:
SALÓN DE ANUBIS es ópera, espectáculo de magia, cabaret… Un espectador afortunado preside este Retablo de la Muerte en el que Lilí y Danté, los presentadores, son también los dioses Thot y Anubis. El mayor dramatismo se mezcla con sorprendentes efectos de magia, en un espectáculo de humor y transformación que se eleva a registros de alto vuelo poético. Una ópera contemporánea en la que la poderosa y expresiva música de Amargós, de raíces cultas y populares, conecta con antiguas tradiciones operísticas de impactantes efectos visuales.
Para más información, ver blog de la obra y página web de la misma. También web del Festival d´Òpera de Butxaca i Noves Creacions.
Estreno y funciones en Barcelona: 24 de octubre, en el Teatre Nacional de Catalunya. Funciones hasta el 28 de octubre.
sábado, octubre 13, 2007
Pepe Ruiz publica “Títeres Trashumantes”.
(Portada del libro de Pepe Ruiz)
Siempre es interesante ver aparecer a la luz pública libros sobre marionetas escritos por los mismos marionetistas. Es la nuestra una profesión tan rara y esquinada, que si no fuera por los propios testimonios de sus protagonistas, poca cosa se sabría de los entresijos que mueven los hilos de los artistas muñequeros. Yo mismo, sin ir más lejos, saqué en mayo un libro autobiográfico sobre mi experiencia titiritil (Malic y la Aventura de los Títeres), publicada en catalán por la Editorial Arola de Tarragona. Pendiente está la traducción al español, que deberá publicar la misma casa editorial (antes, debo acabar de traducirlo, pues también aquí se cumple implacable la ley aquélla que dice “el que siembra la lechuga, que se coma su ensalá”, lo que no es poca faena...).
El de Pepe Ruiz, consiste en un libro que podríamos denominar de “iniciación a los títeres”, tratado desde una perspectiva totalmente personal y en cierta manera también autobiográfica, en el sentido de que a través de sus páginas se puede seguir la trayectoria vital y formativa del autor. No en vano aparecen, en varios capítulos, una retahíla de nombres, biografías, citas, poemas y artículos de titiriteros considerados como Maestros, referentes obligatorios de la trayectoria artística de Pepe Ruíz.
En este sentido, el libro se constituye como una guía indispensable para entender el titiritismo latinoamericano y muy en especial el argentino, con profución de nombres y datos muchos de ellos desconocidos por los marionetistas españoles. En esta caja de resonancia elaborada con sumo respeto, afecto y admiración por el autor del libro, suenan las voces poderosas de eminentes titiriteros, muchos de ellos desaparecidos.
Ha aquí la relación de los nombrados: Héctor Álvarez D’Abormida; Herman Koncke y Horacio Casais, los dos creadores de Los Títeres de Horacio, con los que compartimos tantos momentos en los festivales de Madrid; el boliviano Hugo Molina Viañia; Luis Marcelo Claeyssen “Lucho”; el argentino-sevillano Alcides Moreno, quién fuera gran dinamizador de los títeres en la capital andaluza; el inefable y maravilloso Javier Villafañe, inspirador de tantos titiriteros, poeta y tratamundos, con quién compartí deliciosas noches en Barcelona y otras ciudades españolas; Sergei Obraztsov, que aún sin ser argentino, se le reconoce su importancia mayúscula; Elba Fabregas; Luis Olguin; el francés Ives Joly, de quién vi una de sus últimas funciones en el Festival de Barcelona del año 1977; el recientemente desaparecido Pepe Otal; el todavía vivo Bruno leone, doctor en Pulcinella; Otello Sarzi, de Italia; Guaira Castilla, eminente solista argentino; el maestro Roberto Espina; Otto A. Freitas; Rafael Teixido; Raul Titiritero; Vito Cantone…
El de Pepe Ruiz, consiste en un libro que podríamos denominar de “iniciación a los títeres”, tratado desde una perspectiva totalmente personal y en cierta manera también autobiográfica, en el sentido de que a través de sus páginas se puede seguir la trayectoria vital y formativa del autor. No en vano aparecen, en varios capítulos, una retahíla de nombres, biografías, citas, poemas y artículos de titiriteros considerados como Maestros, referentes obligatorios de la trayectoria artística de Pepe Ruíz.
En este sentido, el libro se constituye como una guía indispensable para entender el titiritismo latinoamericano y muy en especial el argentino, con profución de nombres y datos muchos de ellos desconocidos por los marionetistas españoles. En esta caja de resonancia elaborada con sumo respeto, afecto y admiración por el autor del libro, suenan las voces poderosas de eminentes titiriteros, muchos de ellos desaparecidos.
Ha aquí la relación de los nombrados: Héctor Álvarez D’Abormida; Herman Koncke y Horacio Casais, los dos creadores de Los Títeres de Horacio, con los que compartimos tantos momentos en los festivales de Madrid; el boliviano Hugo Molina Viañia; Luis Marcelo Claeyssen “Lucho”; el argentino-sevillano Alcides Moreno, quién fuera gran dinamizador de los títeres en la capital andaluza; el inefable y maravilloso Javier Villafañe, inspirador de tantos titiriteros, poeta y tratamundos, con quién compartí deliciosas noches en Barcelona y otras ciudades españolas; Sergei Obraztsov, que aún sin ser argentino, se le reconoce su importancia mayúscula; Elba Fabregas; Luis Olguin; el francés Ives Joly, de quién vi una de sus últimas funciones en el Festival de Barcelona del año 1977; el recientemente desaparecido Pepe Otal; el todavía vivo Bruno leone, doctor en Pulcinella; Otello Sarzi, de Italia; Guaira Castilla, eminente solista argentino; el maestro Roberto Espina; Otto A. Freitas; Rafael Teixido; Raul Titiritero; Vito Cantone…
(Pepe Ruiz en sus años mozos)
El libro introduce la historia y la teoría del teatro de títeres con textos de cosecha propia y otros procedentes de reputados especialistas. Quizás aún más interesante sea el capítulo dedicado a Poemas, dónde se publican textos de varios autores, todos ellos muy jugosos. O la sección de Pensamientos, compendio de textos más o menos largos dónde se reflexiona, a veces rayando el aforismo, sobre el arte titiritil.
La parte dedicada a Técnicas sobresale porque no aburre con largos textos y en cambio se proponen muchas imágenes que se explican por sí mismas, lo que siempre es de agradecer. Y acaba el libro con varias obras para títeres, unas del mismo Pepe Ruiz, y otras tres de Otto A. Freitas, Roberto Espina y Carmen García.
Un libro pues original en su factura, que quedará como referente y compendio de trayectorias titiritiles poco conocidas, un gesto de gran generosidad por parte del autor, que muchas veces parece esconderse detrás del retablo de su libro, moviendo los rostros de tantos de sus colegas, maestros y compinches de aventuras.
Debo decir aquí que conocí a Pepe Ruíz hace años, cuando teníamos el Teatro Malic abierto y por él solían actuar los titiriteros de allende los mares que recalaban por Barcelona. Son varios los nombres que pasaron por el perqueño escenario del Born (Guaira Castilla, Héctor Grillo, los Chon Chon, Silvina Reinaudi, Javier Villafañe, Horacio Peralta, por sólo citar unos pocos,...). Pepe Ruíz actuó en varias ocasiones, si no recuerdo mal, con un tipo de espectáculo que seguía la línea iniciada por Villafañe de titiriteros solistas, trotamundos y soberanos, es decir, libres y autosuficientes, decididos a escarbar las facetas ácratas, dulces y poéticas del teatro de marionetas. Los podía haber más dulces o más agresivos, más ásperos y secos o barrocos y alambicados.
Pepe Ruiz combinaba con buenas dosis equilibradas ambos extremos, pues en él había destellos de dulzura y a la vez alaridos súbitos de energía explosiva. La mezcolanza de lo ácrata con la zalamería propia del estilo argentinado de los títeres se da en su obra como expresión de un hecho incuestionable: quién maneja la obra es un rebelde pero también una buena persona.
Agradezco desde aquí el envío del libro de Pepe Ruíz, y le deseo copiosas ventas del mismo así como suerte en sus andaduras titiriteras por los escenarios de España. Para más información del mismo, dirigirse a La Calle de las Artes, c/Comendador Mesías,37, Úbeda 23400 (Jaén), España. Correo electrónico: pepe_lagolondrina@hotmail.com
La parte dedicada a Técnicas sobresale porque no aburre con largos textos y en cambio se proponen muchas imágenes que se explican por sí mismas, lo que siempre es de agradecer. Y acaba el libro con varias obras para títeres, unas del mismo Pepe Ruiz, y otras tres de Otto A. Freitas, Roberto Espina y Carmen García.
Un libro pues original en su factura, que quedará como referente y compendio de trayectorias titiritiles poco conocidas, un gesto de gran generosidad por parte del autor, que muchas veces parece esconderse detrás del retablo de su libro, moviendo los rostros de tantos de sus colegas, maestros y compinches de aventuras.
Debo decir aquí que conocí a Pepe Ruíz hace años, cuando teníamos el Teatro Malic abierto y por él solían actuar los titiriteros de allende los mares que recalaban por Barcelona. Son varios los nombres que pasaron por el perqueño escenario del Born (Guaira Castilla, Héctor Grillo, los Chon Chon, Silvina Reinaudi, Javier Villafañe, Horacio Peralta, por sólo citar unos pocos,...). Pepe Ruíz actuó en varias ocasiones, si no recuerdo mal, con un tipo de espectáculo que seguía la línea iniciada por Villafañe de titiriteros solistas, trotamundos y soberanos, es decir, libres y autosuficientes, decididos a escarbar las facetas ácratas, dulces y poéticas del teatro de marionetas. Los podía haber más dulces o más agresivos, más ásperos y secos o barrocos y alambicados.
Pepe Ruiz combinaba con buenas dosis equilibradas ambos extremos, pues en él había destellos de dulzura y a la vez alaridos súbitos de energía explosiva. La mezcolanza de lo ácrata con la zalamería propia del estilo argentinado de los títeres se da en su obra como expresión de un hecho incuestionable: quién maneja la obra es un rebelde pero también una buena persona.
Agradezco desde aquí el envío del libro de Pepe Ruíz, y le deseo copiosas ventas del mismo así como suerte en sus andaduras titiriteras por los escenarios de España. Para más información del mismo, dirigirse a La Calle de las Artes, c/Comendador Mesías,37, Úbeda 23400 (Jaén), España. Correo electrónico: pepe_lagolondrina@hotmail.com
jueves, octubre 11, 2007
La Puntual y la III Festa de Titelles POPULART.
La Puntual presentó durante la Fiesta Mayor de Barcelona Mercè 2007 su tercera Fiesta de Títeres Populart, nombre que hace referencia a la tienda que creó Maria Antonia Pelauzy en la calle Montcada de Barcelona, dedicada a las artes populares.
Este año el programa fue especialmente llamativo, por la calidad y la noble alcurnia de los grupos participantes, algunos de ellos de reconocido prestigio y sólida raigambre. Con sólo citar los nombres de Titelles Babi, Binixiflat, los Titiriteros de Binéfar o Karromato, se entenderá lo que aquí se dice. Igualmente debutaron las jóvenes titiriteras Alicia y Mina, discípulas del fallecido Pepe Otal, que estrenaron la obra “Post-Mortem” para teatro de calle.
La verdad es que no pude asistir a todas las representaciones, incumpliendo con mis obligaciones de crítico residente de La Puntual, pero tenía excusas sobradas para ello (mi inmersión en los ensayos de la ópera “Salón de Anubis”). Aún así, pude respirar el ambiente del primer día de la Fiesta, con una inauguración a cargo de Eugenio Navarro que leyó un texto en memoria de Mariona Masgrau y Pepe Otal, ambos titiriteros fallecidos este año. A ellos estaba desdicado precisamente el Festival.
Sucedió el estreno de las dos chicas salidas del Taller de Marionetas de Pepe Otal, Alicia y Mina, con una manipulación exquisita de las marionetas, esqueléticas en su mayoría, en un espectáculo de factura callejera pensado para un público transeúnte. El porte entregado, atractivo y enigmático de las dos titiriteras gustó a los presentes, que tal vez notaron a faltar un ritmo secuencial de la acción más centrado en pautas argumentales. Un camino que su experiencia diaria sin duda les llevará a recorrer.
Un placer fue asistir a la representación de los Babi, titiriteros veteranos de Barcelona, que mantienen su frescura sin hacer caso de los años, pues para Carme y Llibert aquéllos parece que pasan en vano. Su obra “Historia de un bigote” está llena de un sano sentido del humor, de gags muy agradecidos, de acertados golpes de efecto, en un ejercicio de gran habilidad titiritil que sólo el poso de los años permite. El escenario fue un trepitante entrar y salir de marionetas y titiriteros, disfrazados éstos de personajes que complementan la acción de los muñecos. La música acompañaba la historia y sus distintas escenas con gran precisión. El público premió a los artistas con prolongados aplausos y lo que aún es más importante, con una atención ininterrumpida durante la hora larga que duró la función. ¡Felicidades a Titelles Babi!
Otro plato fuerte era Karromato, con su Circo de Madera, que no había visto todavía, a pesar de ser uno de los espectáculos de más éxito de los que circulan por los festivales de Europa. Comprendí el porqué de su prestigio: números originales, marionetas estupendas y una manipulación efectiva y exquisita. Se nota aquí el poso de la tradición checa, muy bien condimentada por el aliento popular callejero que le da el canario Luis Montoto más la finura manipuladora de Pavla Srncova. Ver actuar a la pareja checo-española es un verdadero placer pues se nota en sus habilidades, gestos y hablares el afortunado mestizaje de dos tradiciones totalmente diferentes que consiguen complementarse a la perfección: la checa cargada de años de experiencia y de sabiduría artesanal, y la española más dada a la improvisación y al gesto desenfadado. El resultado es excepcionalmente bueno, y la calidad de las marionetas, sobresaliente. Y eso que actuaban en la calle y con viento, es decir, en unas condiciones que suelen ser pésimas para las marionetas de hilo. Pues aún así, números como el del caballo, el león, los payasos, el coro de rusos, etc, mantuvieron a los espectadores entregados a la faena de los titiriteros, que cosecharon devotos y merecidos aplausos. Todo un lujo y un gran placer.
Me perdí a los Titiriteros de Binéfar, excelentes marionetistas de Aragón, unos clásicos que sobresalen por la espectacularidad de sus montajes, siempre de una factura impecable y muy efectivos en mantener absorta la atención del público. Por lo que pude oir más tarde, su actuación gustó mucho y coronaron la Fiesta de Títeres Populart con un verdadero broche de oro.
Lo mismo debo decir de Binixiflat, que se me escapó, lo que sentí mucho pues hacía años que no veía a este grupo catalán de gran prestigio residente en Arenys y que organiza desde hace años un festival en esta localidad. Biel Porcel es un titiritero de larga experiencia muy bregado en su oficio, en el que ha destacado por la originalidad de sus montajes y la buena factura de sus títeres. Encandiló al público, según supe a posteriori.
Desde la Puntual, Eugenio Navarro presentó su Caramante, obra de sombras chinescas ya comentada en este blog, con texto de Miguel Vigo y una puesta en escena de gran originalidad.
Creo que el Festival que organiza La Puntual se ha consolidado este año como una de las apuestas más interesantes de la Mercè, al combinar la exquisitez de unos montajes de gran calidad con el aire festivo y popular de los mismos, lo que no siempre es fácil de lograr. La Plaza Allada Vermell se está configurando como un marco ideal para estos menesteres, cuya teatralidad, marcada por las figuras eminentes de Santiago Rossinyol y Joan Brossa, encuentra en los títeres su vehículo de expresión más adecuado. Una teatralidad que sin duda marcará sus flechas de futuro.
Este año el programa fue especialmente llamativo, por la calidad y la noble alcurnia de los grupos participantes, algunos de ellos de reconocido prestigio y sólida raigambre. Con sólo citar los nombres de Titelles Babi, Binixiflat, los Titiriteros de Binéfar o Karromato, se entenderá lo que aquí se dice. Igualmente debutaron las jóvenes titiriteras Alicia y Mina, discípulas del fallecido Pepe Otal, que estrenaron la obra “Post-Mortem” para teatro de calle.
La verdad es que no pude asistir a todas las representaciones, incumpliendo con mis obligaciones de crítico residente de La Puntual, pero tenía excusas sobradas para ello (mi inmersión en los ensayos de la ópera “Salón de Anubis”). Aún así, pude respirar el ambiente del primer día de la Fiesta, con una inauguración a cargo de Eugenio Navarro que leyó un texto en memoria de Mariona Masgrau y Pepe Otal, ambos titiriteros fallecidos este año. A ellos estaba desdicado precisamente el Festival.
Sucedió el estreno de las dos chicas salidas del Taller de Marionetas de Pepe Otal, Alicia y Mina, con una manipulación exquisita de las marionetas, esqueléticas en su mayoría, en un espectáculo de factura callejera pensado para un público transeúnte. El porte entregado, atractivo y enigmático de las dos titiriteras gustó a los presentes, que tal vez notaron a faltar un ritmo secuencial de la acción más centrado en pautas argumentales. Un camino que su experiencia diaria sin duda les llevará a recorrer.
Un placer fue asistir a la representación de los Babi, titiriteros veteranos de Barcelona, que mantienen su frescura sin hacer caso de los años, pues para Carme y Llibert aquéllos parece que pasan en vano. Su obra “Historia de un bigote” está llena de un sano sentido del humor, de gags muy agradecidos, de acertados golpes de efecto, en un ejercicio de gran habilidad titiritil que sólo el poso de los años permite. El escenario fue un trepitante entrar y salir de marionetas y titiriteros, disfrazados éstos de personajes que complementan la acción de los muñecos. La música acompañaba la historia y sus distintas escenas con gran precisión. El público premió a los artistas con prolongados aplausos y lo que aún es más importante, con una atención ininterrumpida durante la hora larga que duró la función. ¡Felicidades a Titelles Babi!
Otro plato fuerte era Karromato, con su Circo de Madera, que no había visto todavía, a pesar de ser uno de los espectáculos de más éxito de los que circulan por los festivales de Europa. Comprendí el porqué de su prestigio: números originales, marionetas estupendas y una manipulación efectiva y exquisita. Se nota aquí el poso de la tradición checa, muy bien condimentada por el aliento popular callejero que le da el canario Luis Montoto más la finura manipuladora de Pavla Srncova. Ver actuar a la pareja checo-española es un verdadero placer pues se nota en sus habilidades, gestos y hablares el afortunado mestizaje de dos tradiciones totalmente diferentes que consiguen complementarse a la perfección: la checa cargada de años de experiencia y de sabiduría artesanal, y la española más dada a la improvisación y al gesto desenfadado. El resultado es excepcionalmente bueno, y la calidad de las marionetas, sobresaliente. Y eso que actuaban en la calle y con viento, es decir, en unas condiciones que suelen ser pésimas para las marionetas de hilo. Pues aún así, números como el del caballo, el león, los payasos, el coro de rusos, etc, mantuvieron a los espectadores entregados a la faena de los titiriteros, que cosecharon devotos y merecidos aplausos. Todo un lujo y un gran placer.
Me perdí a los Titiriteros de Binéfar, excelentes marionetistas de Aragón, unos clásicos que sobresalen por la espectacularidad de sus montajes, siempre de una factura impecable y muy efectivos en mantener absorta la atención del público. Por lo que pude oir más tarde, su actuación gustó mucho y coronaron la Fiesta de Títeres Populart con un verdadero broche de oro.
Lo mismo debo decir de Binixiflat, que se me escapó, lo que sentí mucho pues hacía años que no veía a este grupo catalán de gran prestigio residente en Arenys y que organiza desde hace años un festival en esta localidad. Biel Porcel es un titiritero de larga experiencia muy bregado en su oficio, en el que ha destacado por la originalidad de sus montajes y la buena factura de sus títeres. Encandiló al público, según supe a posteriori.
Desde la Puntual, Eugenio Navarro presentó su Caramante, obra de sombras chinescas ya comentada en este blog, con texto de Miguel Vigo y una puesta en escena de gran originalidad.
Creo que el Festival que organiza La Puntual se ha consolidado este año como una de las apuestas más interesantes de la Mercè, al combinar la exquisitez de unos montajes de gran calidad con el aire festivo y popular de los mismos, lo que no siempre es fácil de lograr. La Plaza Allada Vermell se está configurando como un marco ideal para estos menesteres, cuya teatralidad, marcada por las figuras eminentes de Santiago Rossinyol y Joan Brossa, encuentra en los títeres su vehículo de expresión más adecuado. Una teatralidad que sin duda marcará sus flechas de futuro.
lunes, octubre 08, 2007
Buenas noticias para los Otaleros.
(Zeus colgado en el Taller de Pepe Otal)
El jueves 5 de octubre tuvo lugar la reunión con los máximos responsables del ICUB (Instituro de Cultura de Barcelona), Jordi Martí y Rosa Mac, a la que asistieron David Castillo, Carles Canyelles, Pep Gómez, Jordi Vizcaíno y un servidor de ustedes.
Se expuso a los mandatarios la idea de mantener abierto y activo el Taller de Pepe Otal, huérfano de su Alma Mater tras la muerte del ácrata titiritero, a través de una asociación constituída por sus alumnos, discípulos y colaboradores más allegados, cuya misión sería preservar por un lado el rico patrimonio artístico dejado por Pepe, y por el otro lado continuar los cursos sobre construcción de marionetas, así como las actividades interdisciplinares de encuentros entre poetas, marionetistas, actores y artistas de todo tipo y calibre.
La idea gustó a los oyentes municipales, buenos conocedores de Pepe Otal y deseosos de preservar la memoria del insigne titiritero albaceteño en Barcelona. No cabe duda que el proyecto despertó sus simpatías. Además, y según expresó Jordi Vizcaíno, la concejala del Distrito, Itziar Fonzález, conocía bien a Pepe y ha mostrado ya sus deseos de apoyar la propuesta. Sólo queda despejar una última duda respecto al local: ¿está afectado por algún plan especial que desconocemos? De despejarla se encargarían Jordi Martí y Rosa Mac, consultando directamente a Ciutat Vella y Procivesa.
En caso de que el local estuviera libre, los pasos a seguir serían los siguientes:
- constitución de una entidad encargada de gestionar el espacio y sus actividades
- establecer un nuevo contrato con Ciutat Vella respecto al local
- proceder a una restauración y acomodación del espacio de taller, mientras se elabora un plan para la acomodación de las marionetas, biblioteca, taller, etc.
- pedir las correspondientes subvenciones para asegurar el arranque, la remodelación y el funcionamiento del Taller.
Se habló al principio de una Asociación Cultural, pero al percartarnos de que existe un legado artístico importante, tasable y en cuya catalogación algunos amigos de Pepe están actualmente trabajando, Jordi Martí planteó la posibilidad, mucho más atractiva y aconsejable desde el punto de vista del interés común, de instituir una Fundación, cuyo capital fundacional sería precisamente el legado dejado por Pepe Otal.
Las ventajas serían las siguientes: primero, las Fundaciones tienen una finalidad intrínseca de servicio público que las Asociaciones no tienen. Segundo, es posible incrementar el patrimonio de la Fundación con otras aportaciones (se entiende, de titiriteros, pero también de poetas, pintores...). Tercero, en caso de disolución de la Fundación o de naufragio del proyecto, las administraciones deberían hacerse cargo del legado artístico, lo cual garantizaría la conservación del mismo.
Igualmente puso en evidencia Jordi Martí, viejo conocedor de la historia de los proyectos culturales de la ciudad, sobre la necesidad de que la entidad en cuestión dispusiera de un “motor gerente o administrativo” suficientemente capaz y potente, para poder administrar las subvenciones que hará falta pedir. Y, tal vez aún más importante, de una o varias Almas Mater que sostuvieran con sus nombres y su entrega, el temple de la entidad fundada.
Sobre todo ello los presentes expusieron sus ideas y sus propósitos de resolver estos temas lo mejor posible con la participación de los implicados en el proyecto, que como pudo verse en la última asamblea realizada, son muchos.
Tras salir a la calle, se decidió convocar una nueva reunión con todos los interesados en participar en el proyecto para el próximo día 25 de octubre, a las 22h, en el mismo Taller de Pepe Otal, en la calle Guardia nº11.
A modo de colofón de esta crónica, dos apuntes personales:
- veo excelente la idea de hacer una Fundación, aunque exige un esfuerzo de gestión inicial considerable. Pero sería iniciar el proyecto con un potente buen comienzo.
- curioso constatar de que la idea de crear una Fundación Pepe Otal fue la primera opción planteada en la asamblea celebrada en el Taller, concretamente por el participante que llevaba un loro en el ombro y cuyo nombre desconozco. Opción que fue soltada al inicio y por nadie recogida, pues posteriormente todo fue hablar de Asociaciones, estatutos y otras cosas sin fin. Creo que fue el mismo loro quién sopló la idea a su portador, sin duda inspirado por el mismo espíritu errante de Pepe Otal, quién se hallaría contemplando la escena desde alguna de sus marionetas colgantes. Es lógico que escogiera al loro como receptor de sus susurros ultratúmbicos, al ser Pepe un viejo marinero que gustó siempre del espíritu piratesco y de la estética bucanera. Lo que indica cuán diferentes son el tiempo de los finados y el de los vivos, pues lo que los primeros hubieran solucionado a los dos minutos con un par de frases sopladas por el loro, los segundos necesitamos dos y hasta tres largas horas para debatir ideas similares que al final no consiguieron llegar al meollo del asunto.
- Y para acabar estas consideraciones personales, propongo como nombre de la entidad a fundar, la siguiente fórmula: Fundación Casa-Taller de Marionetas de Pepe Otal, que podría también redactarse del siguiente modo: Fundación Pepe Otal, Casa-taller de Marionetas.
El jueves 5 de octubre tuvo lugar la reunión con los máximos responsables del ICUB (Instituro de Cultura de Barcelona), Jordi Martí y Rosa Mac, a la que asistieron David Castillo, Carles Canyelles, Pep Gómez, Jordi Vizcaíno y un servidor de ustedes.
Se expuso a los mandatarios la idea de mantener abierto y activo el Taller de Pepe Otal, huérfano de su Alma Mater tras la muerte del ácrata titiritero, a través de una asociación constituída por sus alumnos, discípulos y colaboradores más allegados, cuya misión sería preservar por un lado el rico patrimonio artístico dejado por Pepe, y por el otro lado continuar los cursos sobre construcción de marionetas, así como las actividades interdisciplinares de encuentros entre poetas, marionetistas, actores y artistas de todo tipo y calibre.
La idea gustó a los oyentes municipales, buenos conocedores de Pepe Otal y deseosos de preservar la memoria del insigne titiritero albaceteño en Barcelona. No cabe duda que el proyecto despertó sus simpatías. Además, y según expresó Jordi Vizcaíno, la concejala del Distrito, Itziar Fonzález, conocía bien a Pepe y ha mostrado ya sus deseos de apoyar la propuesta. Sólo queda despejar una última duda respecto al local: ¿está afectado por algún plan especial que desconocemos? De despejarla se encargarían Jordi Martí y Rosa Mac, consultando directamente a Ciutat Vella y Procivesa.
En caso de que el local estuviera libre, los pasos a seguir serían los siguientes:
- constitución de una entidad encargada de gestionar el espacio y sus actividades
- establecer un nuevo contrato con Ciutat Vella respecto al local
- proceder a una restauración y acomodación del espacio de taller, mientras se elabora un plan para la acomodación de las marionetas, biblioteca, taller, etc.
- pedir las correspondientes subvenciones para asegurar el arranque, la remodelación y el funcionamiento del Taller.
Se habló al principio de una Asociación Cultural, pero al percartarnos de que existe un legado artístico importante, tasable y en cuya catalogación algunos amigos de Pepe están actualmente trabajando, Jordi Martí planteó la posibilidad, mucho más atractiva y aconsejable desde el punto de vista del interés común, de instituir una Fundación, cuyo capital fundacional sería precisamente el legado dejado por Pepe Otal.
Las ventajas serían las siguientes: primero, las Fundaciones tienen una finalidad intrínseca de servicio público que las Asociaciones no tienen. Segundo, es posible incrementar el patrimonio de la Fundación con otras aportaciones (se entiende, de titiriteros, pero también de poetas, pintores...). Tercero, en caso de disolución de la Fundación o de naufragio del proyecto, las administraciones deberían hacerse cargo del legado artístico, lo cual garantizaría la conservación del mismo.
Igualmente puso en evidencia Jordi Martí, viejo conocedor de la historia de los proyectos culturales de la ciudad, sobre la necesidad de que la entidad en cuestión dispusiera de un “motor gerente o administrativo” suficientemente capaz y potente, para poder administrar las subvenciones que hará falta pedir. Y, tal vez aún más importante, de una o varias Almas Mater que sostuvieran con sus nombres y su entrega, el temple de la entidad fundada.
Sobre todo ello los presentes expusieron sus ideas y sus propósitos de resolver estos temas lo mejor posible con la participación de los implicados en el proyecto, que como pudo verse en la última asamblea realizada, son muchos.
Tras salir a la calle, se decidió convocar una nueva reunión con todos los interesados en participar en el proyecto para el próximo día 25 de octubre, a las 22h, en el mismo Taller de Pepe Otal, en la calle Guardia nº11.
A modo de colofón de esta crónica, dos apuntes personales:
- veo excelente la idea de hacer una Fundación, aunque exige un esfuerzo de gestión inicial considerable. Pero sería iniciar el proyecto con un potente buen comienzo.
- curioso constatar de que la idea de crear una Fundación Pepe Otal fue la primera opción planteada en la asamblea celebrada en el Taller, concretamente por el participante que llevaba un loro en el ombro y cuyo nombre desconozco. Opción que fue soltada al inicio y por nadie recogida, pues posteriormente todo fue hablar de Asociaciones, estatutos y otras cosas sin fin. Creo que fue el mismo loro quién sopló la idea a su portador, sin duda inspirado por el mismo espíritu errante de Pepe Otal, quién se hallaría contemplando la escena desde alguna de sus marionetas colgantes. Es lógico que escogiera al loro como receptor de sus susurros ultratúmbicos, al ser Pepe un viejo marinero que gustó siempre del espíritu piratesco y de la estética bucanera. Lo que indica cuán diferentes son el tiempo de los finados y el de los vivos, pues lo que los primeros hubieran solucionado a los dos minutos con un par de frases sopladas por el loro, los segundos necesitamos dos y hasta tres largas horas para debatir ideas similares que al final no consiguieron llegar al meollo del asunto.
- Y para acabar estas consideraciones personales, propongo como nombre de la entidad a fundar, la siguiente fórmula: Fundación Casa-Taller de Marionetas de Pepe Otal, que podría también redactarse del siguiente modo: Fundación Pepe Otal, Casa-taller de Marionetas.
El nacionalismo catalán a la deriva.
Querido bloguero,
voy a expresar en este texto una opinión particular sobre un tema que parece interesar mucho a los medios y a determinados políticos locales estos días, aunque no tanto, según creo percibir, a la ciudadanía común del país. Me refiero al deseo de “refundar el catalanismo” puesto de manifiesto por ciertos partidos, políticos e intelectuales nacionalistas.
Según se desprende de las opiniones oídas, el catalanismo habría colapsado y entrado en crisis con el tema del Estatut y sobretodo a causa de los últimos vaivenes electorales, que han puesto a la Presidencia de la Generalitat en manos de un cordobés que no habla muy bien el catalán y que además no se declara abiertamente nacionalista.
¡Anatema!, claman los puristas patriotas ante este desenlace sorprendente. El “pal de paller” que pretendía ser CiU de la conciencia nacional catalana (para lo cual, se dedicaron durante años y años a vapulear y a despreciar a los que no eran de la “casa nostra”) se ha quedado en simple espantapájaros que en vez de atraer asusta por sus delirios de grandeza y por sus maniobras rastreras del más barato politiqueo.
Esquerra Republicana, partida en dos su alma al querer gobernar sin dejar de ser independista, busca rizar el rizo de los equilibrios equidistantes entre unos y otros, lanzando por en medio andanadas absurdas e incendiarias a largo plazo, pues el corto lo tienen comprometido con el realismo del poder.
En medio, el callado y soso Montilla, sin despertar pasión alguna, a la chita callando, dirige con precisión la travesía del gobierno catalán por los páramos rutinarios de la gestión diaria, con una eficiencia que ya querrían haber tenido otros gobiernos más “alegres” pero menos operativos.
Cómo es lógico, los nacionalistas, que gustan mucho del verbo grandilocuente, de las palabras sonoras y pesadas, de los grandes sentimientos colectivos que comprometen y arrastran a las multitudes, consideran que Cataluña está en crisis sobretodo porque sus actuales mandatarios son “aburridos”. Lo que no dicen es que simplemente les molesta enormemente que les hayan quitado el poder, sobretodo cuando se habían creído ser los propietarios de la Patria. Quieren recuperar como sea este poder perdido, y para ello necesitan “refundar” lo que ya no les sirve en sus acometidas electorales.
Pero lo que sorprende de estos deseos de “refundación” es que sus portavoces insistan en lo mismo de siempre, subiendo unos grados lo que llaman “espíritu soberanista”. Es decir, histerizar un poco más la pretensión nacionalista. ¿Pero no estaba en crisis el planteamiento nacionalista tal como se había manifestado hasta ahora? Entonces, si lo que se hace es aumentar sus registros peticionarios y sus dosis emocionales, lo único que se va a conseguir es distanciarse todavía más de la ciudadanía común la cual, salvo las clientelas particulares de cada partido, van por otros derroteros. ¿O acaso quieren histerizar a la población entera? Insensata pretensión...
En estas circunstancias, me parece que el único capaz de refundar de verdad el catalanismo, en un sentido realista y práctico, es ni más ni menos que el denostado presidente Montilla. Desde su equidistancia y su desapego patriótico, debería levantar la voz para clamar, aunque sea sin las florituras de los grandes oradores, un catalanismo pragmático y abierto tanto a Europa como a España, lejos de las bofias y los resquemores separatistas que se sostienen en la exclusión del otro.
¡Qué pena que Maragall se haya pasado tan alegremente al bando de los emocionales colectivos! ¡Se esfumó aquel espíritu paradójico tan rico en energía contradictoria, por el que con el mismo arrojo tanto defendía a Cataluña como a España!
Creo que aquí es dónde cabe hablar de un nuevo Catalanismo, inteligente y con vistas al futuro, sin las ataduras mitológicas del pasado, capaz de aliarse con las regiones más pudientes y dinámicas de España y de Europa para crear nuevas sinergias energéticas e interesantes. Por ejemplo, en vez de buscar alianzas con las llamadas “nacionalidades históricas”, tocadas todas ellas por el mismo virus aislante, paranoico, autocomplaciente y ensimismador, buscarlas en las demás autonomías de menos raigambre histórica pero más dinamismo emergente y emprendedor (Valencia, Murcia, Baleares, Andalucía, Extremadura, Aragón, las Castillas...).
Un Catalanismo que huya del victimismo y la exclusión nacionalista y, a la vez, defienda un autogobierno suficiente y poderoso, bien administrado y financiado. Es decir, lejos de los centralismos españoles que pretenden volver a los viejos tiempos (y asentar a la chita callando el poderoso centro de poder en que se ha convertido Madrid), y lejos de los delirios nacionalistas que se enroscan en el ensimismamiento autocomplaciente.
¿Se atraverá a hacerlo Montilla? ¿Tendrá el empuje y el coraje suficientes para desarmar a las cacofonías de los que se repiten como loros con los viejos discursos de siempre, ya sean con la canción de la España Eterna, o con la de la Cataluña sufrida y vapuleada? Lo dudo, pero sólo veo en él y en algunas voces sensatas de su partido, a la figura capaz de articular este discurso.
¡Que Alá, y unas dosis equilibradas pero intensas de seny y rauxa, lo permitan!
voy a expresar en este texto una opinión particular sobre un tema que parece interesar mucho a los medios y a determinados políticos locales estos días, aunque no tanto, según creo percibir, a la ciudadanía común del país. Me refiero al deseo de “refundar el catalanismo” puesto de manifiesto por ciertos partidos, políticos e intelectuales nacionalistas.
Según se desprende de las opiniones oídas, el catalanismo habría colapsado y entrado en crisis con el tema del Estatut y sobretodo a causa de los últimos vaivenes electorales, que han puesto a la Presidencia de la Generalitat en manos de un cordobés que no habla muy bien el catalán y que además no se declara abiertamente nacionalista.
¡Anatema!, claman los puristas patriotas ante este desenlace sorprendente. El “pal de paller” que pretendía ser CiU de la conciencia nacional catalana (para lo cual, se dedicaron durante años y años a vapulear y a despreciar a los que no eran de la “casa nostra”) se ha quedado en simple espantapájaros que en vez de atraer asusta por sus delirios de grandeza y por sus maniobras rastreras del más barato politiqueo.
Esquerra Republicana, partida en dos su alma al querer gobernar sin dejar de ser independista, busca rizar el rizo de los equilibrios equidistantes entre unos y otros, lanzando por en medio andanadas absurdas e incendiarias a largo plazo, pues el corto lo tienen comprometido con el realismo del poder.
En medio, el callado y soso Montilla, sin despertar pasión alguna, a la chita callando, dirige con precisión la travesía del gobierno catalán por los páramos rutinarios de la gestión diaria, con una eficiencia que ya querrían haber tenido otros gobiernos más “alegres” pero menos operativos.
Cómo es lógico, los nacionalistas, que gustan mucho del verbo grandilocuente, de las palabras sonoras y pesadas, de los grandes sentimientos colectivos que comprometen y arrastran a las multitudes, consideran que Cataluña está en crisis sobretodo porque sus actuales mandatarios son “aburridos”. Lo que no dicen es que simplemente les molesta enormemente que les hayan quitado el poder, sobretodo cuando se habían creído ser los propietarios de la Patria. Quieren recuperar como sea este poder perdido, y para ello necesitan “refundar” lo que ya no les sirve en sus acometidas electorales.
Pero lo que sorprende de estos deseos de “refundación” es que sus portavoces insistan en lo mismo de siempre, subiendo unos grados lo que llaman “espíritu soberanista”. Es decir, histerizar un poco más la pretensión nacionalista. ¿Pero no estaba en crisis el planteamiento nacionalista tal como se había manifestado hasta ahora? Entonces, si lo que se hace es aumentar sus registros peticionarios y sus dosis emocionales, lo único que se va a conseguir es distanciarse todavía más de la ciudadanía común la cual, salvo las clientelas particulares de cada partido, van por otros derroteros. ¿O acaso quieren histerizar a la población entera? Insensata pretensión...
En estas circunstancias, me parece que el único capaz de refundar de verdad el catalanismo, en un sentido realista y práctico, es ni más ni menos que el denostado presidente Montilla. Desde su equidistancia y su desapego patriótico, debería levantar la voz para clamar, aunque sea sin las florituras de los grandes oradores, un catalanismo pragmático y abierto tanto a Europa como a España, lejos de las bofias y los resquemores separatistas que se sostienen en la exclusión del otro.
¡Qué pena que Maragall se haya pasado tan alegremente al bando de los emocionales colectivos! ¡Se esfumó aquel espíritu paradójico tan rico en energía contradictoria, por el que con el mismo arrojo tanto defendía a Cataluña como a España!
Creo que aquí es dónde cabe hablar de un nuevo Catalanismo, inteligente y con vistas al futuro, sin las ataduras mitológicas del pasado, capaz de aliarse con las regiones más pudientes y dinámicas de España y de Europa para crear nuevas sinergias energéticas e interesantes. Por ejemplo, en vez de buscar alianzas con las llamadas “nacionalidades históricas”, tocadas todas ellas por el mismo virus aislante, paranoico, autocomplaciente y ensimismador, buscarlas en las demás autonomías de menos raigambre histórica pero más dinamismo emergente y emprendedor (Valencia, Murcia, Baleares, Andalucía, Extremadura, Aragón, las Castillas...).
Un Catalanismo que huya del victimismo y la exclusión nacionalista y, a la vez, defienda un autogobierno suficiente y poderoso, bien administrado y financiado. Es decir, lejos de los centralismos españoles que pretenden volver a los viejos tiempos (y asentar a la chita callando el poderoso centro de poder en que se ha convertido Madrid), y lejos de los delirios nacionalistas que se enroscan en el ensimismamiento autocomplaciente.
¿Se atraverá a hacerlo Montilla? ¿Tendrá el empuje y el coraje suficientes para desarmar a las cacofonías de los que se repiten como loros con los viejos discursos de siempre, ya sean con la canción de la España Eterna, o con la de la Cataluña sufrida y vapuleada? Lo dudo, pero sólo veo en él y en algunas voces sensatas de su partido, a la figura capaz de articular este discurso.
¡Que Alá, y unas dosis equilibradas pero intensas de seny y rauxa, lo permitan!
martes, septiembre 18, 2007
SALÓN DE ANUBIS en la recta final.
(imagen: © David Ruano / TNC)
SALÓN DE ANUBIS, la ópera con música de Joan Albert Amargós, libreto mío y dirección de Luca Valentino, está ya en la recta final para su primer ensayo general el sábado 29 de septiembre en el Auditorio de Cornellá. El estreno será el martes 2 de octubre, en la ciudad de Winterthur, Suiza, en el Theater am Stadtgarten. Las siguientes funciones serán los días:
- Día 14 de octubre: Teatro de Salt, Gerona, Temporada Alta
- Días 18 y 20 de octubre: Staatstheater de Darmstadt, Alemania
- Del 24 al 28 de octubre: Sala Pequeña del Teatre Nacional de Catalunya, Barcelona
SALÓN DE ANUBIS, la ópera con música de Joan Albert Amargós, libreto mío y dirección de Luca Valentino, está ya en la recta final para su primer ensayo general el sábado 29 de septiembre en el Auditorio de Cornellá. El estreno será el martes 2 de octubre, en la ciudad de Winterthur, Suiza, en el Theater am Stadtgarten. Las siguientes funciones serán los días:
- Día 14 de octubre: Teatro de Salt, Gerona, Temporada Alta
- Días 18 y 20 de octubre: Staatstheater de Darmstadt, Alemania
- Del 24 al 28 de octubre: Sala Pequeña del Teatre Nacional de Catalunya, Barcelona
Para más información sobre la ópera, ver: http://www.tonirumbau.com/salon.htm
Reproducimos aquí el texto firmado por los tres máximos responsables del montaje, así como una nota sobre el equipo. Igualmente los créditos ya actualizados de la ópera, más algunas imágenes de ensayo, fotografías realizadas todas ellas por Jorge Raedó.
UNA ÓPERA SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE
SALÓN DE ANUBIS es una ópera de doble registro que bajo la apariencia de un espectáculo de magia y cabaret, pone al personaje principal y a los espectadores frente al tema de la muerte.
(Luca Valentino y Toni Rumbau)
Un espectador afortunado preside este Retablo de la Muerte en el que Lilí y Danté, presentadores del cabaret, son también los dioses Thot y Anubis. Ellos conducirán al vivo-difunto por un camino de constantes transformaciones que tienden a empequeñecerlo, en un divertido y dramático viaje hacia las profundidades de si mismo, y que acaba reduciendo su personalidad a una simple y chillona máscara animada. El cuarto personaje es Rosa, la mujer del Invitado, que emerge directamente del contexto dramático de la obra, y que sufre también una transformación radical de su vida.
(Toni Marsol, Miquel Cobos y María Hinojosa)
Mediante el artificio del género operístico y del espectáculo de magia y cabaret, Salón de Anubis propone un espacio doble en el que vida y muerte se miran y se reflejan en un juego de simulaciones, de reflejos transformadores y de autoconocimiento de los personajes. En este marco de dualidades ambiguas y tramposas, nacer y morir serían las dos caras de una misma moneda.
María Hinojosa.
Salón de Anubis plantea al público un tema eterno que nuestra época se complace en realzar: la radical incertidumbre en saber lo que ocurrirá en las próximas semanas, días, horas, minutos… ¿Tendremos el mismo trabajo, viviremos en el mismo sitio, estaremos vivos de aquí a dos meses, una semana o dos días?... La vida biológica se alarga, pero las seguridades se agrietan a cada momento. Y la muerte planea como una amenaza oculta e incomprensible.
El resultado es un ritmo teatral vertiginoso que, mediante la sucesión de imágenes poderosas e impactantes, alterna el estupor con el autoconocimiento, el drama y la ironía, la interioridad reflexiva y el juego, en un equilibrio que quiere parecerse a la vida misma.
(Joan Albert Amargós dirigiendo a los cantantes)
Situados en este espacio real y simbólico a la vez, las notas, las imágenes y las palabras hacen que la música, de una vitalidad desbordante, suba y baje por los diferentes registros de la obra, por los números de magia, por las situaciones absurdas e imposibles, por los encuentros dramáticos y las terribles sensaciones de pérdida, mientras acompañan al protagonista por un recorrido mágico (en el sentido literal de la palabra) que va de los aires jocosos del principio hacia tonalidades cada vez más intensas y dramáticas.
Toni Rumbau, Joan Albert Amargós i Luca Valentino
EL EQUIPO
(José Menchero y Quico Gutiérrez)
Después de una primera ópera escrita por los mismos autores y estrenada en el año 2001 en el Festival Grec de Barcelona (Euridice y los Títeres de Caronte), Joan Albert Amargós, Toni Rumbau y Luca Valentino, conjuntamente con el escenógrafo José Menchero, el iluminador Quico Gutiérrez, el Grupo Instrumental Barcelona 216 y con la gestión emprendedora de Dietrich Grosse, deciden volver a colaborar en un nuevo proyecto operístico de cámara. El punto de partida surge de un similar planteamiento: la idea de cruzar el género operístico con otro género teatral, buscando unos efectos interdisciplinares a los cuales la ópera tiende por propia naturaleza. En Euridice, el género escogido fue el mundo de los títeres. En el nuevo proyecto de Salón de Anubis, los géneros cruzados son igualmente la ópera con el teatro de títeres (en sus variantes más amplias de teatro visual, de muñecos y de objetos), el teatro de sombras y la magia de escenario.
Más imágenes de Jorge Raedó:
(Gloria Balañá)
(María Hinojosa y Joan Albert Amargós)
(Marta Valero al fondo)
Reproducimos aquí el texto firmado por los tres máximos responsables del montaje, así como una nota sobre el equipo. Igualmente los créditos ya actualizados de la ópera, más algunas imágenes de ensayo, fotografías realizadas todas ellas por Jorge Raedó.
UNA ÓPERA SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE
SALÓN DE ANUBIS es una ópera de doble registro que bajo la apariencia de un espectáculo de magia y cabaret, pone al personaje principal y a los espectadores frente al tema de la muerte.
(Luca Valentino y Toni Rumbau)
Un espectador afortunado preside este Retablo de la Muerte en el que Lilí y Danté, presentadores del cabaret, son también los dioses Thot y Anubis. Ellos conducirán al vivo-difunto por un camino de constantes transformaciones que tienden a empequeñecerlo, en un divertido y dramático viaje hacia las profundidades de si mismo, y que acaba reduciendo su personalidad a una simple y chillona máscara animada. El cuarto personaje es Rosa, la mujer del Invitado, que emerge directamente del contexto dramático de la obra, y que sufre también una transformación radical de su vida.
(Toni Marsol, Miquel Cobos y María Hinojosa)
Mediante el artificio del género operístico y del espectáculo de magia y cabaret, Salón de Anubis propone un espacio doble en el que vida y muerte se miran y se reflejan en un juego de simulaciones, de reflejos transformadores y de autoconocimiento de los personajes. En este marco de dualidades ambiguas y tramposas, nacer y morir serían las dos caras de una misma moneda.
María Hinojosa.
Salón de Anubis plantea al público un tema eterno que nuestra época se complace en realzar: la radical incertidumbre en saber lo que ocurrirá en las próximas semanas, días, horas, minutos… ¿Tendremos el mismo trabajo, viviremos en el mismo sitio, estaremos vivos de aquí a dos meses, una semana o dos días?... La vida biológica se alarga, pero las seguridades se agrietan a cada momento. Y la muerte planea como una amenaza oculta e incomprensible.
El resultado es un ritmo teatral vertiginoso que, mediante la sucesión de imágenes poderosas e impactantes, alterna el estupor con el autoconocimiento, el drama y la ironía, la interioridad reflexiva y el juego, en un equilibrio que quiere parecerse a la vida misma.
(Joan Albert Amargós dirigiendo a los cantantes)
Situados en este espacio real y simbólico a la vez, las notas, las imágenes y las palabras hacen que la música, de una vitalidad desbordante, suba y baje por los diferentes registros de la obra, por los números de magia, por las situaciones absurdas e imposibles, por los encuentros dramáticos y las terribles sensaciones de pérdida, mientras acompañan al protagonista por un recorrido mágico (en el sentido literal de la palabra) que va de los aires jocosos del principio hacia tonalidades cada vez más intensas y dramáticas.
Toni Rumbau, Joan Albert Amargós i Luca Valentino
EL EQUIPO
(José Menchero y Quico Gutiérrez)
Después de una primera ópera escrita por los mismos autores y estrenada en el año 2001 en el Festival Grec de Barcelona (Euridice y los Títeres de Caronte), Joan Albert Amargós, Toni Rumbau y Luca Valentino, conjuntamente con el escenógrafo José Menchero, el iluminador Quico Gutiérrez, el Grupo Instrumental Barcelona 216 y con la gestión emprendedora de Dietrich Grosse, deciden volver a colaborar en un nuevo proyecto operístico de cámara. El punto de partida surge de un similar planteamiento: la idea de cruzar el género operístico con otro género teatral, buscando unos efectos interdisciplinares a los cuales la ópera tiende por propia naturaleza. En Euridice, el género escogido fue el mundo de los títeres. En el nuevo proyecto de Salón de Anubis, los géneros cruzados son igualmente la ópera con el teatro de títeres (en sus variantes más amplias de teatro visual, de muñecos y de objetos), el teatro de sombras y la magia de escenario.
Más imágenes de Jorge Raedó:
(Gloria Balañá)
(María Hinojosa y Joan Albert Amargós)
(Marta Valero al fondo)
CRÉDITOS
Reparto:
Lilí: Mónica Luezas / María Hinojosa (soprano)
Danté: Marc Canturri /Toni Marsol (barítono)
Invitado: Toni Comas / Miquel Cobos (tenor)
Rosa: Marta Valero /Anna Tobella (mezzosoprano)
Voz títere: Toni Rumbau
Ayudante 1: Pau Gómez Vilar
Ayudante 2: Susana Rodríguez Sánchez
Orquesta: Grupo Instrumental Barcelona 216
piano: Daniel Espasa / Xavier Barbeta
Lilí: Mónica Luezas / María Hinojosa (soprano)
Danté: Marc Canturri /Toni Marsol (barítono)
Invitado: Toni Comas / Miquel Cobos (tenor)
Rosa: Marta Valero /Anna Tobella (mezzosoprano)
Voz títere: Toni Rumbau
Ayudante 1: Pau Gómez Vilar
Ayudante 2: Susana Rodríguez Sánchez
Orquesta: Grupo Instrumental Barcelona 216
piano: Daniel Espasa / Xavier Barbeta
contrabajo: Luís Manuel Cojal
violín: Carlota Amargós / José Oriol Alguero
clarinete: Javier Castillo
trompa: Raul Garrido / Francisco Rodríguez
dirección Barcelona 216: David Albet
producción orquesta: Noemí Sunyol
Música de Joan Albert Amargós
Idea y libreto de Toni Rumbau
Dirección de escena y dramaturgia: Luca Valentino
Dirección musical: Joan Albert Amargós
Ayudante de dirección: Gloria Balañá
Versión catalana: Toni Rumbau, Joan Albert Amargós i Marc Rosich
Diseño y construcción escenografía: José Menchero
Diseño y construcción vestuario: Raquel Bonillo
Asesor magia: Mag Lari
Diseño iluminación: Quico Gutiérrez
Caracterización: Toni Santos
Peluquería, maquillaje y sastrería: Esther Sánchez
Video: Marta Hincapié
Montaje video: Anastasi Rinos
Regidor: Germano Bozzelli
Técnica de luces: Silvia Kuchinow
Maquinista: Ramón Beneito
Fotografías: Sònia Balcells
Fotografía portada: © David Ruano / TNC
Diseño gráfrico: Mariano Rolando
Relaciones Internacionales: Dietrich Grosse
Traducciones al inglés: Rebecca Simpson
Traducciones al alemán: Karin Dietrich i Alfonso Romero Mora
Imprenta: Argra
Ayudante de producción, dibujos y fotografías de ensayo: Jorge Raedó
Producción ejecutiva: Lola Davó – BITÓ
Encargo del Festival d’Òpera de Butxaca i Noves Creacions
Coproducción La Fanfarra, Grup Instrumental Barcelona 216 y Festival d’Òpera de Butxaca i Noves Creacions
Producción: LA FANFARRA S.L.
Con la colaboración del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya
Entitades colaboradoras: Institut Ramón Llull, Teatre Nacional de Catalunya, Temporada Alta y Fundación Bogliasco
Agradecimientos: Auditorio de Cornellà, Mª Tresa Serra, Francesc Villena, Rebecca Simpson
dirección Barcelona 216: David Albet
producción orquesta: Noemí Sunyol
Música de Joan Albert Amargós
Idea y libreto de Toni Rumbau
Dirección de escena y dramaturgia: Luca Valentino
Dirección musical: Joan Albert Amargós
Ayudante de dirección: Gloria Balañá
Versión catalana: Toni Rumbau, Joan Albert Amargós i Marc Rosich
Diseño y construcción escenografía: José Menchero
Diseño y construcción vestuario: Raquel Bonillo
Asesor magia: Mag Lari
Diseño iluminación: Quico Gutiérrez
Caracterización: Toni Santos
Peluquería, maquillaje y sastrería: Esther Sánchez
Video: Marta Hincapié
Montaje video: Anastasi Rinos
Regidor: Germano Bozzelli
Técnica de luces: Silvia Kuchinow
Maquinista: Ramón Beneito
Fotografías: Sònia Balcells
Fotografía portada: © David Ruano / TNC
Diseño gráfrico: Mariano Rolando
Relaciones Internacionales: Dietrich Grosse
Traducciones al inglés: Rebecca Simpson
Traducciones al alemán: Karin Dietrich i Alfonso Romero Mora
Imprenta: Argra
Ayudante de producción, dibujos y fotografías de ensayo: Jorge Raedó
Producción ejecutiva: Lola Davó – BITÓ
Encargo del Festival d’Òpera de Butxaca i Noves Creacions
Coproducción La Fanfarra, Grup Instrumental Barcelona 216 y Festival d’Òpera de Butxaca i Noves Creacions
Producción: LA FANFARRA S.L.
Con la colaboración del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya
Entitades colaboradoras: Institut Ramón Llull, Teatre Nacional de Catalunya, Temporada Alta y Fundación Bogliasco
Agradecimientos: Auditorio de Cornellà, Mª Tresa Serra, Francesc Villena, Rebecca Simpson
jueves, septiembre 06, 2007
El “Proyecto Otal” sigue adelante.
(Asistentes a la asamblea. Foto de Jesús Atienza)
Los Otaleros pueden estar contentos: anteayer (4 de septiembre, a las 22h) hubo una reunión –aunque se la podría calificar perfectamente de asamblea, dada la concurrencia a la misma, y a pesar de que en ella no hubo ni votaciones ni contumaces discusiones– en el taller de Pepe Otal para discutir sobre tácticas y estrategia de la intención por todos manifestada de conservar su legado y continuar con el taller abierto.
El Consejo de Ancianos dejó de serlo al ampliarse a la juventud que puso la nota dominante en cuanto a energías emprendedoras respecto al futuro inmediato. Se vio que había ganas de implicarse en el Proyecto Otal, lo que demuestra que las sinergias provocadas por el Taller de Pepe siguen intactas. De hecho, un grupo de amigos, capitaneados por Pep Gómez, Luis Fellini, Lucas, Antonio el Farero y otros, ya han empezado este agosto a organizar el material con vistas a sanear y limpiar el local, demasiado cargado. El poeta y periodista David Castillo se comprometió en llamar a los responsables de cultura del Ayuntamiento, para solicitar una entrevista y exponer el tema. A la misma asistirán junto a Castillo algunos de los Ancianos. Reunión que será clave para el futuro de los Otaleros, pues sin la implicación y la complicidad del Municipio (propietarios del local), todas las buenas intenciones se vienen abajo –o requerirían de tratamientos de choque con mucho desgaste de energía.
(Salón biblioteca con un simpático esqueleto)
Jordi Bertrán mostró su interés en coordinar las labores pedagógicas del taller, con organización de cursos, encuentros y seminarios. Xavier Gimeno, alumno de Pepe, se ofreció para escribir los estatutos de una posible asociación. Jesús Atienza hizo fotografías del evento, con una foto final de familia que adjuntamos a esta crónica. Carlos Cañellas expuso con vehemencia sus ideas sobre las tácticas a seguir. Un responsable de Radio Contrabanda pidió que no se rindiera ningún culto al difunto, lo que estaría en contra de su espíritu libre y soberano –opinión compartida por la mayoría. Juan Vinuesa, poeta y pintor, también mostró su deseo de que en el local se sigan celebrando encuentros interdisciplinares. Antonio el Farero puso algunos puntos sobre las íes, como es frecuente en él. El amigo Lucas, buen conocedor del local, expuso las necesidades de tirar unos cuantos kilogramos de material a la basura y mostró sus deseos de replantear la zona de taller con criterios más prácticos y racionales. Hubo también un asistente con loro, lo que dio a la asamblea un marcado ambiente piratesco, que hubiera gustado mucho al finado marionetista. Asistió como invitado especial el artista pintor y dramaturgo de carrera Jorge Raedó, quién pisaba por primera vez el taller de Pepe. Quedó muy impresionado. Asistieron también los titiriteros Pili Gálvez, David Laín, María Madeira, Carme de los Babi, Jordi Pinar, Elena Millán, Paula López, Carlos Codina, Valentina Raposo y otros cuyos nombres desconozco. También el cineasta y escritor albaceteño Pedro Nares.
(Pep Gómez junto a la marioneta del Holandés Errante)
En resumen: el proyecto de continuar con el taller de Pepe sigue en pie y con fuerzas renovadas. La juventud de sus más directos implicados es la mejor garantía del éxito del empeño. Veremos en qué queda la reunión de Castillo y los Ancianos con los responsables políticos del Ayuntamiento. Seguiremos informando.
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