He aprovechado el buen tiempo de estos últimos días del año para acudir a la playa y conversar con mis amigos Bastides y Mercadal, los futurólogos de la Barceloneta. Los encontré como siempre paseando por la orilla del mar, y fue una alegría ver que siguen bien y con ánimos, ejerciendo sus funciones de pensadores del tiempo, en una época tan oscura y difícil de interpretar como es la nuestra.
- ¿Cómo veis la
actualidad política? -les lanzo ya de entrada, pues con ellos lo mejor es ir al
grano y dejarse de preámbulos.
- ¿Te refieres a la
local?
- Bueno, sí, todavía no
hemos comentado el cambio político que se ha producido en Cataluña.
- Es verdad, Rumbau, y
creo que bien merece unas palabras -responde Bastides, siempre tan educado. –
Era de cajón que tarde o temprano vendría el cambio y que los nacionalistas
tendrían que abandonar el poder. Pero fíjate lo que ha costado…
- Desde luego, y
espectaculares han sido los maullidos de indignación lanzados por lo que
consideran un agravio y una usurpación. ¡Inaudito!
Mercadal dijo entonces:
- Sí, pero así son los
nacionalistas, absolutos en sus pretensiones, sin entender el juego adaptativo
y relativista de la naturaleza. Los socialistas han jugado muy bien la carta
Illa, que encarna hoy lo mejor que podemos esperar de un político. El problema
es que ‘lo mejor’, a muchos les parece ‘lo peor’, pues estamos en la época del
‘mundo al revés’. Nos hemos acostumbrado tanto al insulto y al mal gobierno,
que hacer lo contrario parece algo raro, y para muchos una ofensa. Y la
desconfianza es tan grande, que la gente se pregunta si eso de un ‘buen
gobierno’ es hoy algo posible. Que lo normal es gobernar mal, y alardear de
ello.
- Pues si que vamos bien…
- Es una época oscura que
tiene una ventaja: al ser todo tan descarnado, no hay velos que disimulen las
malas caras o el mal tiempo, lo que permite atenerse a las consecuencias. Ya sé
que no sirve como consuelo, pero es lo que hay.
- Y esa época oscura, ¿va
para largo?
- Según Mercadal, que
sobre estrellas sabe un montón y gusta de las predicciones precisas, serán unos
veinte años aproximadamente, los que tardará Plutón en pasar por Acuario. A mi
me parece una cifra razonable. Y como suele pasar en la Historia, tras las
épocas oscuras llegarán otras más claras. De manera que calcula que a mitad de
este siglo quizá las cosas vayan un poco mejor.
Pensé que mis amigos no
verían esta bonanza tan lejana, pues pasan ya de los setenta y cinco, y no son
de los que se cuidan demasiado. Lo que hacía más admirable el tono optimista de
sus miradas al futuro.
- Piensa, Rumbau, que
falta bastante para que se desarrolle lo que nosotros llamamos el nuevo
pensamiento interseccionista, que en realidad no tiene nada de pensamiento sino
de actitud básica. A mi parecer, hasta finales del siglo no habrá cambios
reales. Pero ya sabes que nosotros miramos el futuro con perspectiva, y
cincuenta años no son nada.
- ¿Y lo de Trump?
- Pintan bastos. Será
alarmante y divertido a la vez, ambas cosas, creo, pues desbaratará lo que se
daba. Dramatismos de alto voltaje. Y celebraciones absurdas de ello. Hasta que
se cansen los que lo habrán perdido todo, que serán la mayoría. Entonces, todo
este trampantojo caerá como un castillo de naipes. Pero para que suceda, ya
sabes, tienen que ver al rey desnudo, y hoy, con las gafas puestas de la
estupidez humana, ven a los mandamases como grandes gobernantes. Sin embargo,
nada volverá a ser igual, pues los tecnológicos se habrán salido con la suya, y
nos tendrán bien agarrados. También habrá que ver a los reyes tecnológicos
desnudos, y esto costará más. Los vaivenes serán el pan de cada día, constantes
y dramáticos, como siempre sucede en los grandes cambios de época. Pero así
avanza y retrocede la Historia, como si bailara un tango de ida y vuelta, para
al final posicionarse en una media de más o menos ganancia.
- ¿Y el tema de las
guerras?
- Aquí habrá mucha
innovación. Serán guerras como nunca las hemos visto. Se matará a mansalva
apretando botoncitos, y mal asunto para las sociedades condenadas por las
políticas de fuerza, que serán las únicas visibles. Será curioso ver cómo los
bloques se irán haciendo y deshaciendo. Pasar desapercibido será muy difícil, y
las artes del disimulo vivirán momentos de esplendor. Lo colectivo aunado irá a
la baja, por la peligrosidad que conllevará. Solo se mantendrán los cobijados
por los poderes magnos, siempre que acepten ser mano de obra barata e
intercambiable, es decir, suprimible. Solo cambiará el asunto cuando colapsen
Israel y los EEUU, que son los inventores de estas políticas innovadoras.
Curiosamente, serán los movimientos anarquistas chinos, cuando hayan rizado el
rizo de convertir el viejo Partido Comunista de China en algo distinto, todavía
por inventar, basado en las tendencias interseccionistas de origen ibérico, los
que aporten sensatez civilizatoria al mundo. Aunque para ello harán falta muchas
dosis de suerte y de coincidencias, las cuales, sin embargo, llegarán por pura
densidad de los acontecimientos propicios.
- Caramba, Bastides, me
dejas patitieso… ¿Así de claro lo veis?
Mercadal, que había
escuchado paciente la larga exposición de su amigo y compañero de escrutinios,
dijo:
- Estoy totalmente de
acuerdo. Ya sabes que es imposible garantizar nada, y podría ser que nos
equivocáramos en algunos detalles, incluso importantes, pero más o menos vamos
por estos carriles. Bastides, has dado en el clavo en cuestiones de las que
solo teníamos ligeras intuiciones, y me has dejado atónito con esta mención de
los anarquistas chinos, sobre los que nunca habíamos hablado antes. Lo que
prueba la veracidad de tus visiones, algo que solo se alcanza cuando el futuro
llega por la vía directa, sin avisar. ¡Extraordinario, Bastides!
Atónito ante la bizarra
lógica de aquellos dos viejos adivinos, me quedé sin saber qué decir, aunque
muy impresionado por sus palabras. Bastides dijo entonces:
- Mercadal, tienes razón,
nunca habíamos hablado de estos detalles, pero hoy lo he visto con claridad
meridiana. Nuestro mar de la Barceloneta no engaña, y conozco muy bien cuando
nos alcanzan las realidades futuras cruzando las aguas y saltando horizontes.
Nos quedamos callados
unos instantes, como para dar solemnidad a la curiosa epifanía vivida por el
zapatero futurólogo de la Barceloneta.
- En verdad en verdad os
digo, que será en lo que nosotros llamamos el Mosaico Ibérico, eso que conforma
humanamente la Península Ibérica, allí donde nacerán las primeras experiencias
interseccionistas destinadas a cambiar el mundo. Lo hemos analizado a fondo con
Mercadal y ambos coincidimos en que las distintas oleadas fragmentadoras que
caracterizan el suelo peninsular producirán, a mitad de este siglo, los
primeros trazos de una organización política y social capaz de aunar las
diferencias no por obligación ni por ser el mal menor, sino por el deseo de
enriquecer al conjunto. Y de la Península pasará a Europa, que es el otro gran laboratorio
de las diferencias.
- Suena bien eso que
dices, sí, pero me temo que siempre suele acabar mal…
- Fíjate, Rumbau, que las
personas se darán cuenta que la competitividad de lo local entre sí, cuando es
aceptada como tal sin buscar la exclusión de los opuestos y contrarios, permite
mejorar y enriquecer la creatividad del todo, respetando lo singular de cada
uno. Todavía no sabemos cómo se va a desarrollar este proceso, aunque nosotros pensamos
que será mediante la invención del Polimonarquismo, del que hemos hablado en
muchas ocasiones. Monarquía para todo, con miles de cabezas coronadas alrededor
de temáticas variopintas, a cuál más bizarra. Ya sabes, el Rey de la
Arquitectura, la Reina del Amor, de la Ópera, de la Pintura, del Vino, de los Arroces,
de la Aceituna… Cada afición, oficio y profesión tendrán su monarca coronado, y
eso disparará el PIB y el PUB peninsular hasta extremos inauditos.
- ¿el PUB?... ¿Qué es
eso?
- El Producto Universal
Básico, que determina la relevancia económica en relación y en función al todo,
no solo a lo interno. Son conceptos que todavía no están en circulación pero
que en nuestros talleres de futurología de la Barceloneta hemos anticipado con
sorprendente precisión. Pues lo que determinará el salto polimonárquico en la
Península es una mirada que va más allá del ombligo particular, para centrarse
también en lo exterior ajeno. Piensa que la batalla competitiva de los monarcas
entre sí para imponerse cada uno en su esfera, será tremenda, obligando a
buscar públicos internacionales y complicidades con otras monarquías afín de
asegurar los linajes, con profuso intercambio de pajes, princesas y príncipes,
y otros cargos que se inventarán en los complejos protocolos reales del futuro.
Y lo interesante del asunto es que, aun siendo absoluto el concepto de la
monarquía en sí mismo, al haber tal densidad monárquica, lo absoluto quedará
reducido a grados minúsculos, no por ello menos importantes, pero menores, relativizando
de este modo las antiguas propensiones exclusivistas de los monarcas, que jamás
habrían aceptado competencia alguna en sus patios particulares.
Es esta una de las
obsesiones futuristas de mis amigos de la playa, que siempre me ha sorprendido
en todos los sentidos.
- Pero cuidado, otro país
entrará en juego: el Líbano. Su larga experiencia en sobrevivir como país con
una sociedad fragmentada por sus múltiples confesiones y particularidades será
de vital importancia para implementar los avances del conjunto ibérico con una
profundidad de aplicación única. Ya nosotros postulamos en su día a dos
avanzados de la especie humana, Kuka Txansé, una investigadora nómada nacida en
Macao, y Cengiz Erkmet, libanés de origen turco-druso, que serán los encargados
de formular desde las alturas del Monte Líbano, los nuevos postulados
interseccionistas del 1+2=3, la nueva fórmula que regulará las relaciones
sociales e internacionales del mundo.
- ¡Inaudito! -exclamé
maravillado por lo que oía.
- Y serán estos dos personajes
de la Historia del Futuro los que consigan cambiar la realidad china, que verá
en estos nuevos modelos sociales la solución a los problemas intrínsecos al
monopolio del poder ejercido por el Partido Comunista. Es verdad que hasta que
no se hayan comprobado en distintos países y regiones del mundo sus ventajas,
el nuevo sistema no tendrá permiso de entrada en China. Pero el pragmatismo de
este país, siempre abierto a lo que mejor encaja con las necesidades del
momento, un dudará en dar el paso y abrazar con furor entusiasta la nueva
oleada de origen ibérico y libanés del 1+2=3.
Nos quedamos callados un
rato, como siempre sucede cuando las visiones de Bastides se suben a semejantes
alturas. Finalmente, Mercadal intervino:
- No te creas que nos
hemos vuelto locos, Rumbau. Ya sé que estas predicciones rozan a veces lo
desmesurado, pero lo entenderás mejor si ves el Polimonarquismo y sus derivadas
interseccionistas como una metáfora de algo que aun no tiene nombre ni forma,
pero que va por estos caminos de la pluri fragmentación social que surgirá como
reacción a los totalitarismos tecnológicos que tantas compañías y estados están
desarrollando en sus delirios de poder absoluto y beneficios sin fin. Nosotros
lo vemos así, pero seguramente el Tiempo y la Historia, que no piden permiso a
nadie, se inventarán otras formas y nombres según el capricho de sus vaivenes y
cambalaches.
¡Extraordinario! Pensé
que tenían que ser muy optimistas para ver el futuro como lo ven. Y comprendí
que sus esfuerzos no eran vanos, sino al revés, muy útiles para imaginar otros
futuros distintos a los que nos pretenden imponer los nuevos modelos
tecnológicos, con sus guerras de drones e Inteligencia Artificial. Soluciones
difíciles o imposibles de hacerse realidad, pero que al menos tienen la ventaja
de contener un curioso sentido del humor, aunque ellos se lo tomen con la
máxima seriedad. Un humor que al menos nos da ánimos para ir saltando las
etapas actuales, tan llenas de maldad y de siniestros presagios.
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