sábado, noviembre 24, 2012

La desmembración de España



Acuciado por la insólita situación en la que vivimos a un día de las elecciones en Cataluña, publico esta entrada de contenido altamente dramático tras la curiosa conversación mantenida con mis amigos de la playa, cuyas mentes dedicadas a los tema del futuro hierven estos días como verdaderas ollas a presión.

¿Vamos realmente hacia la independencia de Cataluña?, les pregunto sorprendido por el rápido desarrollo de los acontecimientos. Mercadal, siempre atento a mis requerimientos, me contesta con entusiasmo:

- Vamos a ver mañana, Rumbau, vamos a ver mañana. Ya sabes que nuestras indagaciones del futuro son más difíciles en los términos cortos, mientras que cuando miramos el largo alcance, solemos afinar más. Por eso lo mejor es esperar a ver qué ocurre mañana. Pero lo que sí puedo asegurarte es que vamos irremediablemente hacia la fragmentación general del país. Lo venimos diciendo desde hace tiempo, pero ahora las cosas están cada vez más claras. Bastides ha tenido visiones últimamente…

Contesta el aludido, con su mirada distraída siempre puesta en el horizonte del mar:

- He visto estos días el cuerpo de España retorcerse con dolores. Pensaba al principio si serían de parto, pero pronto descubrí que eran de desmembración. Y de ahí el desgarro que vemos en estas elecciones. Un desgarro mayúsculo que se manifiesta poco en la calle, pero que gruñe y grita en sus zonas más sensibles. Lo veo día a día… Y cuando hay desmembración de un cuerpo, lo es de todas sus partes. Se pierde la cabeza, pero también las manos, los pies, los brazos, las piernas… De ahí los intensos dolores y los grandes exabruptos que se generan. Todo el mundo pensaba que sería el País Vasco el primer miembro en desmembrarse, pero ya hace tiempo que nosotros hablamos de la profunda españolización de los vascos, mientras que los catalanes se hallan mucho más lejos de lo que es el pensamiento común español…

Se detuvo, como si estuviera viendo el cuerpo del que hablaba y sintiera sus dolores desmembratorios…

- Pero la diferencia entre España y un cuerpo es que España no es un cuerpo, sino un país o un territorio, un estado o una nación, llámalo como quieras, de ahí que si se desmiembra, lo será en un sentido real pero también simbólico. Y bien sabido es que las desmembraciones simbólicas son típicos procesos de transformación que conducen a nuevas recomposiciones del todo. La separación de Cataluña es y será un proceso tan traumático para el todo que es España, que producirá una nueva redistribución del conjunto para adaptarse a la nueva realidad. Y cuando más se tarde en aceptarlo, más fuertes serán sus dolores…

Mercadal escuchaba absorto las inspiradas palabras de Bastides y no pude menos que estremecerme ante las muecas que hacía el futurólogo de la Barceloneta. Éste parecía estar en una de sus venas visionarias y continuó explorando el futuro con sus palabras:

- Pero como siempre dice Mercadal, no hay bien que por mal no venga, y lo que se presenta como traumático será una bendición para el conjunto español, pues la recomposición del todo en un nuevo organismo distintamente conjuntado, con comunidades autodeterminadas y nuevamente coordinadas en nuevos procesos de hermanamiento federativo, es y será la mejor alternativa al caduco sistema centralista de lo vetusto español. Y aquí veremos si el conjunto de los españoles damos la talla en intuición geoestratégica. Quiero decir, si somos capaces de ver las ventajas de nuevas vertebraciones según realidades marcadas por la geografía, que es lo que manda cuando fallan las voluntades humanas. En este sentido, creo ver un regreso a los conglomerados medievales, un repunte de los viejos dominios de la Corona de Aragón, del Reino de Castilla y León, de un Ándalus de nuevo cuño gracias a una buena implantación musulmana de origen turco y marroquí, a un nuevo ensamblaje federativo entre Portugal, Galicia y Asturias, mientras veo al País Vasco aliarse con Navarra para encerrarse en sus fueros y mantener así sus altos niveles de vida los cuales menguarán debido a su cerrazón hasta que se reactiven sus activos turísticos, profundizando en la Fiesta Taurina, los vinos y las ciudades artísticas de suelos móviles…

Me quedé de piedra escuchando aquellas predicciones que actualizaban otras viejas ya realizadas por los futurólogos de la Barceloneta en años anteriores.

- Veo que habéis avanzando mucho en vuestras predicciones ...

- Es lógico, Rumbau. Piensa que el momentum en el que vivimos es insólito y único, y que si no te agarras a él para ver los horizontes del futuro, te puedes quedar para siempre en la cuneta de las visiones.

- En verdad en verdad os digo –dijo súbitamente Bastides, en un arrebato visionario– que jamás como ahora había visto tan clara esta redistribución del suelo ibérico. Y el turismo será de nuevo la salvación de la nueva Iberia que ya no será la vieja España ni el viejo Portugal sino otra cosa mucho más interesante, pues en ella confluirán realidades renovadas y distintas, siendo la más importante la aceptación de la multiplicidad interior, un paso revolucionario en el pensamiento planetario, cuyo origen vendrá de las viejas ideas sebastianistas portuguesas que cuajarán en Cataluña y sobretodo en Aragón, convertida en la comunidad más literariamente autodeterminada de la Península Ibérica. Sabido es que surgirán en Jaca, Zaragoza, Teruel y Alcañiz nuevas universidades de retórica y creación literaria que revolucionarán las viejas ortodoxias e inaugurarán caminos inéditos de vertebración de las dualidades interiores, apostando por subjetividades múltiples de nuevo cuño, algo absolutamente original…

Mercadal, que escuchaba absorto, y viendo que el chorro visionario de su amigo se detenía, vino en su auxilio:

- Creo que ya has comprendido, Rumbau, a lo que se refiere Bastides en sus predicciones. No cabe duda que su visión de España como un cuerpo coincide con la idea que tienen los españoles de si mismos, para quiénes es inconcebible ver una España sin Cataluña, pues mientras para los catalanes es fácil imaginarse independientes, pues hace tiempo que muchos sueñan con ello, no lo es en absoluto para el resto de los españoles, acostumbrados y convencidos de que el todo en el que viven es indivisible, de modo que si se encuentran de pronto sin Cataluña, no entenderían ni se reconocerían en su nuevo cuerpo desmembrado. Será entonces cuando no tendrán más remedio que repensarse como un todo diferente, lo que significa reorganizarse de otra manera. La pregunta es: ¿cómo repensarse en una forma de organización capaz de integrar una Cataluña independiente? Y ahí es donde procede la pauta geográfica de las nuevas conglomeraciones estratégicas, conformando un nuevo todo, ibérico en este caso, capaz de seguir jugando un cierto papel unitario en el conjunto europeo. Aunque para ello serán necesarias, como muy bien ha explicado Bastides, nuevas formulaciones pluri-identitarias, que serán la gran aportación civilizatoria del conjunto ibérico, de fabricación aragonesa gracias a sus futuras universidades de retórica, y que encontrará la complicidad y una natural alianza en los países mediterráneos, especialmente con Italia, Grecia, Turquía, Líbano, Egipto y, a la postre, Marruecos.

Alucinado por sus palabras, escuchaba absorto como iban dibujando con tanta seguridad el futuro, como si lo estuvieran viendo en las aguas del mar Mediterráneo que rompían en suave oleaje sobre nuestros pies.

- ¿Quieres decir que habrá una pugna entre el norte y el sur europeos?

- Por supuesto, ya está ocurriendo ahora, pero todavía no es algo explìcito. Hacen falta más desgarramientos, empezando por el de Cataluña y continuando por el ahogo financiero y social, que no tardará en mostrar sus terribles consecuencias. El norte, bien capitaneado por Alemania, Holanda e Inglaterra, intentará redibujar el mapa según sus intereses y su visión del mundo, y el sur no tendrá más remedio que encontrar otras formas y pensamientos si no queremos convertirnos en simples esclavos y peones de los primeros. Y aunque nuestro destino sea el de ser los camareros del mundo, pues tal es el destino económico del Mediterráneo, basado en el turismo como es bien sabido, eso no significa que no elaboremos nuestras propias ideas civilizacionales, las cuales serán mucho más importantes de lo que nos pensamos. Tiempo al tiempo, Rumbau, tiempo al tiempo, y verás como las nuevas realidades que apunta Bastides estarán pronto a la vuelta de la esquina…