jueves, agosto 07, 2014

Explosivo verano en Cataluña y Palestina



El lector familiarizado con las entradas de este blog sabe de sobra que uno de sus principales cometidos es abrir ventanas a la actualidad política gracias a los diálogos siempre tan certeros y ocurrentes de los dos futurólogos amigos míos que pasean a diario por la playa. 

Lamentablemente, mis ocupaciones teatrales con los títeres me impiden acudir con frecuencia a su encuentro, y hace ya muchas semanas que no sabía nada de ellos. Pero tras las últimas noticias de los periódicos, y aprovechando mi regreso a Barcelona, no he podido resistir la tentación de acudir a la cita de la playa para conocer de primera mano sus opiniones al respecto.

- ¿Qué me decís del caso Pujol? -les lanzo a bocajarro, consciente de que el notición local del verano no es otro que el escándalo confeso del ex-President.

- Ha sido una bomba, Rumbau. No esperábamos algo tan tremebundo. Desde luego, cabía sospechar jugadas y sobresaltos, pero esta carga situada en la línea de flotación de quién ha encarnado el nacionalismo catalán, Convergència, ha sido tan inesperada como espectacular.

- ¿Entonces consideráis que el "proceso" ha sido tocado y hundido?

- Sí y no -contesta Mercadal, con ganas de matizar las palabras de Bastides-. Esta bomba es para nosotros una arma de doble filo. Explota en las narices de Convergència y del proceso soberanista, pero sus efectos van más allá y salpican a todo el mundo. Lo que más nos excita de la situación es que nuestras predicciones sobre los grandes cambios en la estructura del país, que preveíamos para unas décadas más tarde, se están acelerando a una velocidad de asombro. A la corta, crea confusión en los independentistas, y da aliento a los defensores del estado único, pero a la larga, dispara las expectativas de cambios radicales que van más allá de Cataluña. ¡Rumbau, nos acercamos a pasos forzados hacia la FEAA, la Federación Española de Autonomías Autodeterminadas!
Conozco bien esta predicción de mis amigos, una de las más polémicas, pero a la que se agarran como si en efecto ya lo hubieran visto. 

- ¡Pero si todo el mundo dice que las cosas están más complicadas que nunca para los independentistas! Además, es  Cataluña la que ha hecho el paso de solicitarse como soberana, mientras que las demás comunidades no dicen ni mu.

- Tienes razón, Rumbau, pero esta solicitación de Cataluña no bajará, al seguir avanzando pero por derroteros de más complejidad. Una ley imbatible dice que lo simple acaba estrellándose contra la realidad, siempre compleja. Y los planteamientos independentistas son todavía demasiado simples. Necesitan derrotas previas para curtirse y entrar en los laberintos del caso. Transformar un estado como el español, con tantos siglos de inercia autoritaria, no se hace en un año ni en dos. Aquí hay mucha ingenuidad de los catalanistas. Pero lo que no entienden sus opositores, o hacen ver que no entienden, es que nos hallamos ante una afirmación que va más allá del nacionalismo clásico. Fíjate que el recurso de los unionistas es hablar constantemente de nacionalismo, pues saben que hoy en día no hay espacio para afirmaciones de esta índole. Claro que ellos también son nacionalistas, pero al tener un poderosos estado a sus espaldas, se consideran justificados y pueden decir que no lo son. Lo que ocurre en Cataluña tiene más que ver con la idea de soberanía, que es diferente. Se trata de una afirmación de nuevo cuño que todavía no ha recibido un nombre correcto, pero que tiene mucho recorrido por delante, en un mundo donde los estados grandes se están convirtiendo en implacables máquinas de estrujar a la gente. Y a nadie le gusta dejarse estrujar.

- Bueno, esta afirmación aquí la llaman Soberanismo...

- Sí, y es lo más correcto, pero deberá vestirse de nuevos ropajes para tener éxito y enfrentarse al poder de los estados. Se lucha hoy entre dos tendencias muy claras: la inercia de las élites estatales, bien apoyadas por la banca y los intereses financieros, en sostener y aumentar su poder sobre la población, y la resistencia de ésta en minar este poder y substituirlo por instancias intermedias que permitan respirar a las personas. Es una lucha sin cuartel que permite muchos disfraces de sus contendientes y que plantea una disyuntiva clara: ¿dónde debe estar la soberanía: en las personas o en los estados? Por eso la afirmación soberanista catalana sólo tiene futuro si se desprende de los viejos ropajes nacionalistas y se suma a los movimientos paralelos que van surgiendo por la Península en la misma línea de afirmación particular. ¿Acaso la irrupción de Podemos no tiene que ver con este deseo de afirmación soberana de las personas frente a los intereses de las élites? Y el resultado final de esta contienda, en el caso de que la balance se incline por el lado de la gente, no puede ser otro que la anunciada FEAA. Es decir, poblaciones autodeterminadas, también las podríamos llamar "soberanizadas", que colaboran y se coordinan entre sí para solucionar la logística de la complejidad global. ¿Y por qué no dejar que los particulares se organicen como quieran y le dé la gana? De ahí que nosotros veamos incluso la emergencia de monarquías temáticas, perfectamente asumibles hoy en día...

- ¡Caramba! Esto suena casi a programa político...

- Son las tensiones del día. Por cierto, que el caso de Pujol es un ejemplo de disociación bipolar extraordinario. Confirma nuestra tesis de que Catalunya es un país doble que vive profundamente la dualidad.

- Sí, doctor Jekyll y míster Hyde a la catalana...

Sardanas en la plaza de toros de Ceret.
- El tópico tan manido del seny y la rauxa, ¡de pronto encarnado en el mismísimo President! Había la sospecha, pero ha dejado a todo el mundo patitieso. Para nosotros es muy interesante analizar esta dualidad asumida con tanta rotunda naturalidad. Incluso considero que habrá un antes y un después de este escándalo. Cataluña ha vivido siempre un poco engañada por sus propios mitos, pensando que era Una en su catalanidad exclusiva, y este desvelamiento abrirá los ojos a muchos. Aquí hay muchas lecciones a aprender e incluso podría decirse que la inmolación de Pujol en su confesión y auto-condena abre las puertas y deja en libertad a la dualidad catalana. No me refiero a la patología bipolar de decir y hacer lo contrario, sino a la sana dualidad de aceptar ser dos cosas distintas a la vez. Pujol, con su sacrificio, nos da permiso para que seamos libremente dobles, sin dejar por ello de ser catalanes. Así, la alteridad propia de lo catalán, que es lo español, tiene de pronto natural cabida. ¿Significa eso que se acabó el soberanismo? En absoluto, pues ahora puede sustentarse sobre bases sanas y robustas, al aceptar las pluralidades de identidad en su seno. Se abren las puertas a una madurez civilizacional que ya no tiene nada que ver con los antiguos nacionalismos que daban carnets de catalanidad. Todo lo cual no hace más que acentuar la impresión de los profundos cambios que estamos viviendo. ¡Es como si el futuro se nos echara encima, Rumbau!

- Optimistas como siempre...

- Sí y no. Pues las consecuencias de estos cambios acelerados son los enormes peligros de desestabilización. Fíjate que los estados, cuando se encuentran en peligro, no dudan en llevar a las sociedades al caos. Creen que hacerlo es una estrategia inteligente que siempre acaba beneficiando a quién tiene más fuerza. Y es verdad. Pero el caso es que en esta época de cambios tan radicales, también la misma noción de fuerza está cambiando. Gobernar el caos contemporáneo no está al alcance de los simples, sino que exige mentalidad compleja, que es caótica, y exige inteligencia. Y el caos sólo se deja gobernar cuando se hace carne con quiénes pretenden gobernarlo. Y un ejemplo es lo que está ocurriendo en Palestina.

- Sí, otra zona caliente, pero en la que los vencedores son siempre los mismos.

- Desde luego, pero hay que ver en estos casos los efectos que se cuelan por debajo. Las victorias de Israel son incontestables, y las derrotas de sus enemigos, colosales. Eso nadie lo duda. Pero al hundir a las sociedades atacadas, obliga a éstas a sobrevivir en condiciones de caos absoluto. Lo vimos en Líbano, con los bombardeos a los poblados del sur y a los barrios chiitas de Beirut, y lo volvemos a ver ahora con estas imágenes de Gaza destrozada. Se han ensañado con todo lo que más duele, con el objetivo confeso de traumatizar directamente a las poblaciones. Los resultados de esta táctica son la destrucción, pero aportan unas lecciones tremendas a los que consiguen sobrevivir. El caos se encarna en ellos, y una nueva mentalidad surge como si de una mutación se tratara. Lejos de provocar el fanatismo -con las excepciones obligatorias, por supuesto, muy buscadas por Israel y por sus fingidos enemigos, los países del Golfo-, acentúa la capacidad de entender la vida y el combate desde perspectivas caóticas y de infinita complejidad. Fíjate en los combatientes de Hirzbolá, se han convertido en unos especialistas temibles. Son los que han dado el vuelco al desarrollo de la guerra en Siria. Han aprendido directamente de los mejores maestros, el ejército israelita. Y lo mismo está sucediendo con los soldados de Hamás. Hoy por hoy, es Israel quién tiene la paella por el mango, pero está creando en sus propias barbas a temibles enemigos del futuro que un día pueden causarles serios problemas. Por eso te digo que la noción de fuerza está cambiando a marchas forzadas, y lo que hoy entendemos por imbatible, puede en el futuro ser la parte débil, cuando otros factores, los referentes a los temas del caos y de la complejidad, adquieran un mayor protagonismo.

- Tienes razón, Mercadal, pero son los grandes ejércitos los que más invierten en controlar el caos y en desenvolverse en estos temas. Fíjate en los americanos, unos especialistas con los mejores matemáticos trabajando para ellos. Y las matemáticas tienen mucho que ver con todo esto...

- Has dado en el clavo. Pero cuando las matemáticas se hacen carne, entonces su eficacia se dispara. Nada hay más incierto que el futuro, lo que nos obliga a revisar constantemente nuestras predicciones, pero también es verdad que no hay nada más libre que el futuro. Las variables son infinitas, de ahí la importancia de las imágenes. Una buena imagen fija un montón de variables, lo que ayuda no poco a la previsión. Modestamente, eso es lo que hacemos...

Una buena declaración de principios de mis dos amigos, extravagantes abuelos jubilados, a los que dejo en su tranquilo pasear por la playa.

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