miércoles, agosto 30, 2006

Reflexiones sobre el Líbano a finales de agosto.


Querido bloguero, ha pasado agosto y la guerra del Líbano parece que ha llegado a su fin. Sin embargo, el suelo de aquel frágil país sigue temblando aún, no sólo de indignación, sino también convulsionado por el terrible panorama de destrucción que han dejado tras si los bombardeos israelíes.

La realidad de la guerra muestra sus efectos y el país entero debe acomodarse a una agenda que le ha sido impuesta de improviso y que desde luego no figuraba en sus previsiones. Creo que hemos sido testigos una vez más de esta nueva estrategia inventada por los ideólogos de la ultraderecha americana consistente en “crear nuevas realidades”, tirando por la borda los equilibrios y las componendas habituales que solían mediar en los conflictos. Es decir, “crear nuevos escenarios por la vía de la imposición militar y los hechos consumados”.

Se trata de una estrategia de corte evidentemente imperialista que se pretende de largo alcance, muy defendida por los llamados “ideólogos neocons”, y que postula la acción directa y decidida de “hacer historia”, dejando para los demás las labores de interpretarla, de adaptarse a los nuevos escenarios, de cura de las heridas, etc. Así, el poderío militar americano, teóricamente imbatible, sería el encargado de abrir las nuevas realidades reventando las situaciones enquistadas de bloqueo a su expansión estratégica (Irack, Siria, Irán…) mientras sus aliados sólo medianamente militarizados (Europa, Japón, Canadá, Australia…) serían los encargados de la labor secundaria de asistencia post-traumática.

A esta estrategia, hasta ahora practicada por los EEUU, se ha adherido Israel con su última campaña en el Líbano, así como en sus tácticas de acoso y derribo de la sociedad palestina. Una muy peligrosa decisión del estado judío, porque su situación geográfica la convierte en agudísima y a la vez en fragilísima punta de lanza de los ideólogos imperiales americanos.

¿Se ha dado cuenta la sociedad civil israelí de la terrible situación en que ha dejado a su país vecino, el Líbano, con el que tiene más puntos de contacto y más posibilidades, a corto y largo plazo, de entablar relaciones provechosas y normales de vecindad? Es como si los americanos, enfadados porque entran tantos inmigrantes ilegales por las fronteras de Méjico, decidieran un día bombardear a este país dejándolo arruinado y en total bancarrota. Por muy agresivas y violentas que sean las mafias fronterizas, me extrañaría que el gobierno de los EEUU decidiera un día declarar una guerra total de destrucción a Méjico.

Lo mismo se podría decir respecto a los palestinos. A no ser que no exista, por parte israelí, voluntad alguna de llegar un día a mantener mínimas relaciones de buena vecindad con sus vecinos más inmediatos.

Es decir, Israel ha querido actuar con idéntico lenguaje al de su gran valedor, los EEUU, sin tener en cuenta que las probabilidades de éxito de esta estrategia radical no están en absoluto garantizadas, al menos a corto plazo. Y para los países y sociedades implicados y cercanos a los escenarios cambiantes, es decir, los que necesitan ser “dinamitados y recompuestos” según las doctrinas del expansionismo global, hablar de “corto plazo” es hablar de guerra, destrucción y muerte. Puede que a largo plazo las tesis imperiales globalizantes acaben ganando la partida, aunque es posible que para aquel entonces sean otros poderes regionales los que se aprovechen de los resultados. Pero los pueblos y países situados en las “zonas de cambio” deberán sufrir por ello los azotes más cruentos de la guerra.

Ridículo para Israel: cuando existan nuevas fuentes de energía substitutorias del petroleo (esperemos que ello ocurra pronto y sean libres y baratas), su enroque geoestratégico ya no tendrá ningún sentido y, cómo los demás países del Mediterráneo, deberá contentarse en vivir básicamente del turismo –si es que en aquel entonces queda en pie alguna piedra por enseñar y algún judío para hacer de guía…

El peligro de la estrategia neoconservadora americana es que se lleve con ella a varias generaciones de sociedades culturalmente avanzadas. ¿Será capaz de resistir Europa las consecuencias tremendas de esta estrategia delirante? ¿Cuántas generaciones deberán pasar para que los odios de las poblaciones más afectadas entren en su declive? ¿Aguantará muchas décadas más Israel su conversión en un estado militarizado? ¿De qué manera se podrán plantear, en estos escenarios casi apocalípticos, los urgentes problemas de supervivencia de la especie en el planeta? Preguntas que requerirían rápidas respuestas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con lo que dice. Leí una vez una entrevista de un periodista americano a uno de los consejeros de Bush dónde se decía la misma cosa: nosotros, los estrategas del imperio, "creamos las nuevas realidades", y vosotros, los periodistas y analistas, las "analizáis". Me pareció de un cinismo y de una frialdad subidas. Al principio incluso pensé que no era tan mala idea: alguien tiene que "crear las nuevas realidades", "romper las situaciones colapsadas", etc. Pero los resultados hablan por si mismos: caos, muerte, destrucción. Y los europeos parece que no se enteran. En fin, felicidades por sus comentarios
P.O.

Anónimo dijo...

No estoy seguro que este comentario llegue a vuestras manos, porque me ha sido imposible inscribirme, si alguna vez te veo seguro que te lo explico.
Amigo Toni, soy un poeta venido a menos, siento que he escrito todo lo que debería escribir...pero esto no viene a cuento... sobre el tema que propones tengo un poema; que estoy seguro que conoces, porque una vez lo recite en el añorado "teatre MALIC" se titula "Los hombres juegan en el trinquete del recuerdo", uno de los versos dice lo siguiente: Y los judíos...¡Cuanto han aprendido de sus opresores!...hoy rompen con preduscos las tibias y perones de sus opositores.
Amigo Toni ¡Tengo miedo!, los escritores no lo deberíamos de tener nunca...pero mira...estoy un tanto "cobardica". El asunto del Libano es una patraña cósmomica colosal, "El gran imperio" no sabe como controlar el lío de Oriente próximo, fabrica una provocación para que los judíos intervengan y la ONU (que el "Gran imperio" está continuamente defenestrando)pide ayuda a paises como Francia, Italia, España,Alemania (la gran Europa)para que envien tropas de interposición, ¡No me extraña que sea una trampa demasiado cabrona y enrevesada!, si hay algun conflicto para provocar una intervención mas alla de la interposición ¡Calcula la que se puede formar!. USA e INGLATERRA con algunos mas LAMECULOS en Irak, por otra parte en Libano el resto de las potencias armadas hasta los tuétanos e ISRAEL libando del desconcierto y machacando a los pueblos que tiene a su alrededor ¿Te puedes imaginar lo que puede suceder?, ¿Te lo imaginas?.
Corto este comentario porque ni yo mismo lo sé...¡Tendremos que volver a escribir poemas de denuncias, sociales, llenos de mierda, escatólogicos, protesta y jóvenes cantautores en las esquinas como a mediados de la década de los sesenta...¡Uuuffff!