viernes, septiembre 30, 2016

El Futuro que se nos echa encima


Foto de familia.

Algunos amigos me han preguntado si me he distanciado o peleado con mis amigos de la playa, acostumbrados como estaban a seguir sus charlas sobre el futuro y al ver que ya no publicaba nada sobre ellas. Tengo que aclarar que somos tan amigos como siempre y que sigo paseando con ellos por la playa de la Barceloneta, aunque no con la frecuencia que me gustaría, desde luego. La razón de los largos silencios en este blog se debe a dos razones: la primera, mis muchas obligaciones en los asuntos titiriteros, especialmente en lo referente a las revistas Putxinel·li y Titeresante, que requieren mucha atención, y la segunda es las labores de recopilación de nuevas cartas de Romà Bastides en las que me he visto embarcado a petición suya, dirigidas a sus conciudadanos y que esperamos sean publicadas en breve bajo forma de libro. Buenas noticias, pues, para los que gustan de la diatribas futurólogas de nuestros amigos. Una labor ya muy avanzada, que me permite un respiro para atender así a los deseos de los lectores de este blog. 

Precisamente acudí ayer por la tarde a la cita de la playa, embebido como estaba por las tremendas noticias que llenan los periódicos estos días, con la crisis imponente del Partido Socialista Obrero Español lanzado en su espectacular harakiri a la vista de todo el mundo. Tras los saludos y los correspondientes abrazos, les solté a bocajarro:

- Habéis visto lo del Partido Socialista? No lo encontráis algo demencial?

Mercadal, que al ser un fiel lector de la Vanguardia conocía muy bien el tema y estaba ansioso por hablar, contestó el primero: 

- En realidad, Rumbau, todo este sarao nos ha cogido por sorpresa, pues aunque estaba cantada la crisis de los socialistas, nunca pensamos que llegarían a tirarse los trastos con semejante crudeza. Lo propio habría sido disimular un poco, pero por lo visto han dejado pudrir la pendencia entre los sectores enfrentados demasiado tiempo, llegando a este desenlace dramático y chapucero. Un alarde de esa españolidad que muchos pensábamos superada...

- Desde luego, es una crisis de caballo...

- Sí, pero para nosotros no deja de ser un paso lógico, en cierta manera inevitable y hasta incluso te diría que positivo, en ese proceso hacia la fragmentación en la que nos hallamos metidos, no sólo en España, sino en toda Europa. 

Hace tiempo que mis amigos predicen, en efecto, que nos encontramos en una ola de fragmentación que va a repercutir en todos los organismos unitarios, paso previo a una recomposición de los todos desde la reivindicación de las partes, algo indispensable según ellos para alcanzar cotas de civilización más avanzada, capaces de superar los escollos actuales de gobernanza, derivados de la poca aceptación que tienen las partes en relación al todo. 

- Fíjate como el tema catalán ha sido en cierto modo la cuña que ha roto lo que quedaba de este partido que en su día tuvo mucho poder y llegó a cambiar el país. Tanto poder tuvo, que no sabe vivir sin él. La pendencia catalana se ha metido en el corazón de lo que se llama España, desbaratando su ser profundo, pues que una parte del país tan importante como es Cataluña quiera irse del conjunto, desencaja completamente la imagen que se tiene del país. Pensaron los socialistas que la mejor estrategia es la que sigue el PP, es decir, ignorar el problema  y pensar que las cosas se van a solucionar con un poco de orden público constitucional. Para ello jugaron a esa lógica de las líneas rojas que jamás de los jamases hay que cruzar. Pero no se dan cuenta que el virus de la fragmentación hoy ya no está solo en Cataluña, sino que se ha ido expandiendo por el país entero. El auge de Podemos y sus allegados no es sólo porque defienden a los pobres, sino sobre todo porque se han acoplado a las demandas particularistas de las distintas regiones, de ahí su auge en comunidades como la valenciana, la gallega, la vasca, la aragonesa e incluso la catalana. 

- Cataluña? Pero si aquí están pensando en la independencia. 

- Es muy interesante ver las prisas que llevan los independentistas. Al principio pensábamos que era para salvar los muebles tras los escándalos del pujolismo, pero la realidad es que corren para que no les coja la oleada de fragmentación que se extiende por todo el país, la cual despierta indudablemente los deseos de solidarizarse de la población para con sus vecinos ibéricos. Y eso molesta mucho a los independentistas recalcitrantes, desconectados como dicen estar de las realidades ajenas a las suyas. Pero lo tienen difícil, por los orígenes hispanos de la mayoría de catalanes, que no entienden esas prisas por desconectar. Lo que explica, por otra parte, el éxito del partido de la alcalde de Barcelona, Ada Colau, que busca establecer relaciones con el resto del país. 

- ¡De cajón!, Mercadal -exclamó Bastides que escuchaba muy atento, con asentimientos de cabeza.

- Pero bueno, eso no explica la crisis del PSOE...

- Nadie lo dice, pero el tema catalán es la letra pequeña que se esconde bajo la grande, sin que nadie se atreva a hablar de ella. Fíjate la reacción del PSC, los socialistas de Catalunya, que en boca de su secretario general, el señor Iceta, ha cantado las cuarenta a sus colegas exigiendo que había que pactar con los independentistas. Es el único, creo, que lo ha visto claro: para evitar la desconexión y el triunfo de los independentistas, hay que hacer todo lo posible para reconectarlos al país, asociándose a los esfuerzos de la Colau, que está por la misma labor. Y el único partido que podría lograr este aparente imposible es el PSOE, pues el PP, hoy por hoy, tiene todas sus puertas cerradas a  cal y canto. Y para reconectarlos, qué mejor que pactar con ellos, del modo que sea, sin necesidad de bajarse los pantalones, para gobernar en Madrid. Y asimismo, pactar con Podemos, que también representa la conexión de las particularidades hispanas entre sí. ¡Es de cajón, Rumbau!

- Entonces, quieres decir que Pedro Sánchez tiene la razón en su empeño de formar gobierno...

- Sí, aunque llega tarde y dudo que le dejen, pues para evitarlo han montado todo este sarao. Y sabes qué te digo, que si esta labor de reconexión de las partes no la hacen los socialistas, acabará haciéndolo el PP, cuando tenga el poder bien agarrado. Lo digo porque no sé si los de Podemos, que en principio serían los más indicados, van a ser capaces de disponer de suficiente visión estratégica, prisioneros como son de sus palabras y discursos, siempre altisonantes y levantiscos. Aparte de que con lo que nos está cayendo encima, no creo que lleguen a alcanzar el poder.

Bastides, callado todo el rato, quiso de pronto dar su opinión:

- En verdad, en verdad os digo, que tienes toda la razón del mundo, Mercadal. Y lo importante es que, pase lo que pase, ya sea de la mano de unos o de otros, el camino hacia la fragmentación no hay quién lo pare. El todo que es España no podrá soportar tantas sacudidas y derivará pronto hacia su reorganización en ese todo de partes separadas que es su destino natural, y aunque parezca que todo esté bajo control, y a pesar de las prisas de los independentistas, que visto desde la distancia es un simple picor sociológico, quién tiene prisa verdadera, de las que arrasan sin respetar a nadie, es el Futuro, que nosotros vemos llegar desde el horizonte. Y cuando el futuro llegue para quedarse, agarrémonos fuerte, ¡pues la sacudida será de aúpa!