jueves, septiembre 28, 2017

El oscurecimiento de Cataluña



En pleno auge de la división en Cataluña y con los tambores de guerra sonando todo el día, tropiezo con Mercadal, el doctor jubilado y futurólogo con el que tenía ganas de hablar. Nos sentamos en un café -recién salido de una gripe, aún no está en condiciones de pasear por la playa- y le expreso mis preocupaciones sobre el mono-tema de estos días.

- Mercadal, el otro día vi a Bastides preocupado, a pesar de que en relación al futuro sigue tan optimista como siempre. ¿Qué piensas tu?

- Qué quieres que te diga... Francamente, te engañaría si te dijera que las cosas van bien.  Y aunque el futuro sea una disciplina que se sustrae a las emociones de la interpretación y por lo tanto siempre nos lleva al optimismo, debo decirte que veo a Cataluña oscurecida. 

- ¿Qué quieres decir, Mercadal?

Nunca lo había visto tan serio y ello me preocupó bastante.

- Me encuentras en un momento bajo, Rumbau. No sé si es por la gripe o por la grima que me da todo este asunto del Procés. Mira, hay una cosa que me sorprende: ver tanta gente en la calle contenta y feliz de pedir lo que se pide, la Independencia y lo del votar sí o sí, con esos mares de banderas ondeando al viento más los himnos correspondientes, y ver que a mí en vez de alegría me produce cada vez más temor y mal augurio. Claro que se podría decir que soy un viejo y que ellos son jóvenes con toda la ilusión por delante. Pero, francamente, no me gusta nada ver tantas banderas ondear las emociones. Por lo que yo sé, cuando ello ocurre, espabila y echa a correr, pues las cosas se van a poner feas. 

- Pero hasta ahora todo ha sido muy pacífico...

- Es un pacifismo relativo, Rumbau, pues el acoso siempre es acoso, aunque lo cubras de flores. Cuando la política pasa de los parlamentos a la calle, y se imponen consignas y decisiones a golpe de megáfono y de grandes verdades proclamadas, aquí hay acoso e imposición y nadie está seguro, a no ser que comulgues con estas verdades. Fíjate como se ataca a los disidentes, se les persigue y acosa, y todo lo que no coincide con sus cuatro ideas fijas, es anatema y tachado de traición. Al pobre Serrat lo han llamado fascista y traidor, y a los periodistas que se atreven a disentir, los demonizan sin más. Al Jordi Évole ese ya lo han crucificado no sé cuantas veces.

- Comentábamos ayer con Bastides el tema de los alcaldes socialistas perseguidos y acosados, una especie de bullying social...

- Esto me ha producido urticaria. Fíjate que de bullying nada, cuando el bullying pasa a la calle y se hace desde grupos organizados, deja de decirse bullying y se llama fascismo. Lo que pasa es que los jóvenes no conocen estas realidades de otros tiempos, y se piensan que todo vale para la consecución de sus fines. 

- Pues sí que vamos bien...

- Es lo que te digo, un oscurecimiento de Cataluña, un país que siempre se había distinguido por su tolerancia, su abertura y su cosmopolitismo, de pronto se pasa al otro lado, al lado oscuro de la historia. ¡Y lo hace con risas y alegría! ¡Insólito! Fíjate en el enardecimiento de las masas convencidas, es de una vehemencia que da miedo. Se está cayendo en un fatídico delirio: los que se manifiestan creen que ellos son todo el pueblo de Cataluña, que lo encarnan y que, por lo tanto, tienen todo el derecho a exigir que se haga lo que ellos dicen. Es el vicio típico de los nacionalismos, algo caduco, Rumbau. Y es verdad que son muchos. Pero cuando las unanimidades son de corte patriótico, no hay que ser ilusos, pues la cosa no tardará mucho en degenerar hacia el color oscuro. ¿Y si de pronto a los que no se consideran patriotas catalanes les da por salir también con sus himnos y banderas? Pues ya la habremos armado. Por suerte, la gente humilde, que es la que menos patriota se siente, es también la menos fanatizada y la más tolerante, pero todo tiene  un límite, y si persisten en su empeño, buscarán quién los ampare. ¿Has visto cómo se despide a los policías que vienen a Cataluña estos días? Pues ya tienes una idea de por dónde pueden ir los tiros. 

- Mercadal, me dejas más que preocupado...

- Razón la hay, desde luego, y no creo que todo sea a causa de mi gripe. Hay aquí mucha inconsciencia y casi te diría frivolidad. ¿Quién entiende que se hayan atrevido a saltarse las leyes tan alegremente en el Parlamento? Creo que aquí cometieron el error más grave y no lo quieren reconocer. Están intentando tapar el asunto con las banderas y las proclamas en la calle, pidiendo a gritos que les manden policías a reprimirlos, pero este vicio de partida no lo podrán sortear con tanta facilidad. ¿Te crees tú que en Europa son tontos? Por muy mal que lo esté haciendo el gobierno de Rajoy en cuanto a comunicación, que lo hacen fatal, al fin y al cabo los hechos son los hechos, y las leyes básicas en Europa no se saltan. ¿Y sabes qué significa eso? Pues que el Gobierno central tendrá carta blanca para imponer la legalidad, sea como sea. 

- Pero se está hablando de empezar a negociar a partir del día 2...

- Esto son cuentos chinos. Se empezará a hablar de aquí a unos meses y se empezará a negociar cuando haya cambios en este país y cuando los ánimos estén más relajados. Pueden pasar años. Entretanto, autonomía intervenida, mala uva, división encarnizada, multas y cárcel para los insurrectos. Un desastre, vaya. 

- Las protestas están servidas. 

- Por eso digo que entramos en una fase oscura. Se acabaron los colores y las alegrías. El turismo seguirá llegando, pero menos, y la economía declinará poco a poco. O quizás me equivoque en eso, porque la economía no hay quien la entienda. Pero yo de ti me buscaría otro lugar de residencia.
- Caray, Mercadal, que mal me lo pones...

- Y tú que te dedicas a la cultura, se te acabó el chollo, chico, a no ser que abraces la causa y beses la bandera cada día un par de veces. Pero como no te veo en ello, lo mejor es que vayas pensando en hacer las maletas.

Paro aquí la charla con mi amigo, para no deprimir aún más al lector como a mí me deprimió. Sin duda, los días de fiebre le han afectado. Pero la verdad es que me ha entrado el gusano de la duda. ¿Y si sus miedos son reales y entramos en una etapa menguante? ¿Y si la oscuridad y la decadencia son lo que nos reserva el futuro?... Y yo que soy alérgico a los himnos y a las banderas... ¿Tendré que tomar en serio a Mercadal y empezar a buscar piso en Valencia o Murcia, lugares que siempre me han caído tan bien...?

2 comentarios:

Joseba Ayensa dijo...

¡Hola Toni!, mucho he escrito sobre este tema en la red social "Facebook", mi pavoroso miedo a todo este proceso...ese miedo de estar inactivo durante tres años sin subirme a un escenario (mi auténtica y verdadera vocación), me queda la poesía, donde la naturaleza y amigos me han colocado...
Todos los comentarios que escribo en mi "Muro" sobre el "procés" los mando a "Las llamaradas libertarias", hablando claramente: Los elimino.
Seguro que lo has leído, el último de estos comentarios lo publiqué hace menos de 24 horas y lo puedo copiar y pegar, creo que puede servir como comentario a tu artículo.
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¡No entiendo nada! y mira por donde en mis primeros escarceos sexuales, mis parejas masculinas me preguntaban ¿Entiendes?....Han pasado muchos años...Tenemos una edad, en mi caso 62 años, hay quien tiene mas...Y recuerdo la dictadura y sus consecuencias...y recuerdo la falta de Democracia y los referéndums convocados por el gobierno dictatorial...Y recuerdo como murió el dictador...y recuerdo como las cortes franquistas se inmolaron, se hicieron el hara-kiri....y recuerdo las primeras elecciones generales...y recuerdo a las cortes constituyentes....y recuerdo como se hizo una Constitución pensando y favoreciendo a las nacionalidades históricas....y recuerdo que se adoptó una ley electoral para favorecer a los ´pequeños partidos nacionalistas...y recuerdo que en las primeras cortes estuvieron formadas por " La Pasionaria", por Alberti, por diputados republicanos llegados del exilio...y recuerdo que estos cuarenta y dos años de DEMOCRACIA, las nacionalidades históricas están disfrutando de competencias y libertades como nunca habían tenido...y me parece que en Francia, Alemania, Inglaterra, Italia, sus ciudadanos se estarán diciendo: ¿Qué locura les ha entrado a los habitantes de la península Ibérica?...¿Desean ser como las naciones de los Balcanes?.
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Un fuerte brazo poético.
-Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-

Redacción Blog dijo...

Gracias, Joseba,
intento mantener distancia y capacidad de análisis, porque las emociones arrasan con todo. Una época curiosa, sí... Un abrazo!!
Toni