jueves, septiembre 21, 2006

Respuesta al comentario de Joseba Ayensa en mi anterior texto sobre la “Metedura de pata del Papa”.

Querido Joseba,

Te agradezco tus comentarios al texto que publiqué el otro día. Tienes razón en casi todo lo que dices, pero hay algunos detalles de los que discrepo. En primer lugar, creo que sí hubo “metedura de pata”, por la simple razón que el Papa no se esperaba la reacción suscitada. Bien es cierto que no hay justificación alguna, desde nuestro punto de vista, a semejante reacción, pero un Papa es un político, además de teólogo en este caso, jefe de un estado que representa a una gran comunidad de creyentes, los católicos. Y cómo político, debe saber que sus palabras serán miradas con lupa, sobretodo si afrontan temas o plantea frases especialmente sensibles a determinados asuntos. Por eso, como político perteneciente a una escuela diplomática de las mejores del mundo –la vaticana–, podría haber cuidado los detalles y anticipar las reacciones. De ahí que haya habido “metedura de pata” –creo que reconocida por él mismo.

Por lo demás, es evidente que cualquiera tiene el derecho a decir lo que le plazca. Un derecho que es incuestionable. El Papa se posiciona, y ya está. Y lo que sí puede hacer también cualquiera es posicionarse respecto a su posicionamiento. Así se entabla el diálogo y se confrontan las ideas. Es lo que intenté hacer en mi texto. Posicionarme ante su posicionamiento respecto al Islam y sobretodo respecto a Europa: pues en su largo discurso habla muy claramente de su visión –que no es la visión de un particular cualquiera, sino de la derecha eclesiástica y retrógrada– del Islam (una religión que según él no acepta el espacio del logos racional que procede de la tradición socrática) y de Europa.

Sobre su visión del Islam, poco hay que decir. Forma parte de la típica discusión entre monoteístas: que si una es más racional que la otra, y por lo tanto, más verdadera, etc. Sobre Europa, sí que hay mucho que decir, pues su concepción está en clara oposición a la de los que sostenemos perspectivas más abiertas, laicas y no esencialistas de la llamada identidad europea. Ceo que este tema está bastante desarrollado en mi texto inicial.

Querría también decir algo sobre el espanto de los radicalismos islámicos vistos desde aquí. Cuando vemos en países como el Líbano, o Turquía, o Siria, manifestaciones violentas y exaltaciones histéricas, ya sea contra el Papa o contra las caricaturas, solemos generalizar y extender estas reacciones a todo el país en cuestión. Aquí nos equivocamos mucho. Pues la mayoría de la población de estos países (y aquí podríamos incluir también a Irán o Pakistán) lo único que quiere es vivir tranquila y en paz, poder trabajar, comprar, llevar a sus niños al colegio, mirar la tele, comprarse un coche, y a ser posible, viajar a España para pasar las vacaciones en Mallorca, Marbella o cualquier otro lugar mítico.

En los paises en lo que este ”sueño” empìeza a hacerse realidad (como Turquía, o como en el Líbano antes de la brutal agresión israelí), los radicalismos descienden que es un contento. El desarrollo, el bienestar, la democracia, la riqueza y el consumo son los mejores antídotos al fanatismo. Pues dejemos a estos países crecer, ayudémoslos a hacerlo, y los resultados serán notorios en poco tiempo.

¿Pero qué pasa en la realidad? Pues que Occidente, por sus intereses en el petróleo, jamás han dejado a estos países desarrollarse según sus naturales impulsos. Los ejemplos son claros: en Egipto, Occidente impide una verdadera democracia y mantiene en el poder a una plutocracia corrupta que sólo consigue agravar los problemas existentes. En Irán, cuando los reformistas intentaron cambiar el país, Bush los pone en el eje del Mal.

En Líbano, justo cuando este país empezaba a levantar cabeza después de su cruel y larga guerra civil, con una buena temporada turística en ciernes (que por cierto era la envidia de un Israel metido en un siniestro agujero negro sin las alegrías del turismo a causa del tema Palestino), y a pesar de sus graves deficiencias y “pecados” complicadísimos de explicar (que si Herbolá, que si las granjas de no sé qué, que si Siria e Irán, etc), de pronto recibe el castigo israelí que decide “hacerlo retroceder veinte años” –con el beneplácito y la bendición de la mayor democracia del mundo, EEUU.

En Arabia, el caso es de un cinismo mayúsculo: a cambio de su incondicionalidad petrolera, se les ha permitido expandir el peor islamismo radical con una impunidad y una complicidad total (Bin Laden, ex agente de la Cia, los Talibanes creados por la Cia, los servicios secretos pakistanís y el capital de Arabia Saudita, etc). En Palestina, Hamás fue apoyado descaradamente por Israel para hundir a la OLP laica. Fue Occidente quién sembró estas tempestades. Claro que esto no las excusa, pero sí que las explica.

Por eso es importante la actitud de Europa: en vez de esencialismos (que es la postura de Bush y la del Papa, aunque ambos la defiendan de diferente modo), es importante defender el relativismo formal capaz de admitir en su seno a un país como Turquía, a ayudarlo a entrar en el club, a potenciar los acercamientos de países como el Líbano, Síria e Irán, etc.

En fin, ésta es mi opinión, Joseba.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hola amigo Toni!, no creas que no he querido contestarte a tu réplica a mi último comentario del "papa metió la pata", sencillamente quise zanjar el tema por lo manido que resulta y porque aunque parezca mentira estoy muy de acuerdo contigo. Se perfectamente las causas que han ocasionado la reacción de los fanatismos.
Ha ocurrido otro hecho, no se si propagandístico o de "cagalera colectiva", pues ha redundado a mis tesis mas preocupantes...por eso después de una semana de silencio me permito regresar a tu artículo y a mi comentario.
Me parece muy interesante comenzar mis artículos de opinión con la coletilla ¡Hola amigo Toni!...no será la última vez que la utilice.
¿Es cierto lo de la autocensura de la ópera "Idomeneo" de Mozart?...Pero...pero...pero ¡Que cobardes somos!. El miedo que tengo a una vuelta atrás en cuanto a las libertades lo producen hechos como estos. Son nimios en cuanto a importancia, pues...pues...pues cuando ocurren bombardeos a ciudades y matanzas colectivas y coacciones diversas a colectivos de personas humanas se comprende toda estas reacciones pendulares.
No estamos a finales de los años setenta, pero ¿Recuerdas lo que pasó en pleno Barrio Gótico de Barcelona? por un hecho que coartaba la libertad de expresión. Entonces yo me encontraba a un salto entre Madrid y Valencia nada mas terminar mi servicio militar. La tarde en que detuvieron a Boadella y a sus compañeros "D´els Joglars" estaba en Madrid y a la mañana siguiente en Valencia, en esta última ciudad me llegaban noticias a través de los periódicos de que el barrio Gótico quedó tomado durante muchísimas horas por manifestantes que pedían la libertad de los detenidos y sobre todo LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
¿Qué estamos haciendo ahora?, ¿Sirven para algo estos artículos que publicamos?. ¿Son intocables las ideologías religiosas? IDOMENEO es una ópera del siglo XVIII, ¡Cuántas veces se ha representado! ¿Por qué se autocensura ahora? ¡Precisamente ahora!, pero...pero...pero (he sido tartamudo hasta mis 17 años, quizá por eso tienda a repetir ciertas palabras para transmitir duda) ¿Es una casualidad que en este último año hayan tenido problemas la obra "Me cagüen Dios" y la de Rubianes sobre García Lorca?.
Todos mis artículos, todos mis comentarios sobre el Islám han sido trasmitiendo el temor a una vuelta atrás que se puede dar en Europa si la presión islámica y la presión de muchísimos fanatismos cristianos llegan a triunfar.
Un fuerte abrazo y ¡Hasta siempre!, amigo Toni.

Redacción Blog dijo...

Amigo Joseba,

comparto plenamente tus sentimientos, muy sentidos estos días por muchas personas como se ha visto en las declaraciones en los diarios. En efecto, vivimos tiempos raros, muy miedosos, es cierto, aunque si tengo que serte sincero, la verdad es que el tema en si, aún preocupándome, lo preocupa relativamente poco. Me explico.

Soy de los que piensan que los monoteísmos religiosos están de capa caída. Ya sé que la realidad parece demostrar cada día lo contrario, pero un sexto sentido (o una falsa ilusión, espero que no, aunque nunca hay que descartar el error propio) me dice que estas impostaciones de unos y otros responden más a los "estertores del moribundo" que a los "vítores" del vencedor.

Fíjate que no hay peores aspavientos que los de aquéllos que están a punto de perder lo que tienen por más preciado. Nuestra época nos está obligando a soltar lastre, la ciencia y los avances tecnológicos, irreversibles según pienso, imponen una visión del mundo laica en la que lo religioso tiene sólo cabida en la esfera de lo personal, ya no en la de lo colectivo. ¿Te imaginas semejante pérdida? Los que ya somos unos descreídos lo vemos como una bendición, pero los que no lo son, lo ven y lo viven como el peor de los escenarios: ¡el fin del mundo (de su mundo), el acabóse!

De ahí que se desesperen y salgan a la calle a pregonar sus miedos apocalípticos, a intentar detener este infame avanzar hacia el fin de lo religioso-colectivo, impostando sus afirmaciones unilaterales y exclusivistas. Y no me estoy refiriendo a los más vistosos del asunto (los islamistas) sino tambiñén y sobretodo a los del otro bando, los que están en nuestras propias calles y ciudades, los cristianos y no cristianos que añoran los tiempos de las grandes afirmaciones colectivas, los grande yoes nacionales. Fíjate como se alzan las derechas de la raza blanca y de la pureza ya no aria sino "europea" u "occidental", la de los que defienden la "Razón" como algo que los identifica frente a los "Otros", esos nuevos Bárbaros que ni a bombazos aprenden…

Aquí hay un asunto importante: Occidente ha decidido que lo irracional se vence a bombazo limpio. ¡Vaya! Es apagar el fuego con gasolina. ¿Cómo van a reaccionar los interesados? Ya sabes que el mono humano es el que mejor copia y aprende por mimetismo. ¡Cómo si fuera tan difícil construir bombas hoy en día! ¡Pero si está chupado! Con las nuevas tecnologías, se pueden hacer de bolsillo y en un plis plas. Y si hay que morir matando, pues se hace, total, con el poco futuro que hay… Además, así inviertes en el paraíso, que te lo prometen muy florido y con muchas jóvenes desnudas esperándote… Un chollo. Ya lo ves, pican como moscas.

No sé porqué, pero me parece que esta lucha del terrorismo y todo eso no es más que la manera actual de enfrentarse al orgullo prepotente de los que tienen prisa por imponer “su” Progreso –el de los negocios. No se trata de una justificación, sino de una explicación. ¿Es eso bueno? No, es malo, pero seguramente es un malo inevitable. Del mismo modo que es inevitable que los del Negocio sigan en sus trece y vayan imponiéndose por el mundo.

Finalmente, creo que los que se resisten no tienen nada que pelar. Serán vencidos, domados y occidentalizados. Pero algunos lucharán hasta la muerte para impedirlo. Los numantinos se enfrentaron a los romanos, y estos, tras varios asaltos, acabaron con los que resistían. Pasaron a la historia, pero murieron todos. Así avanza la historia. El problema, como tu bien dices, es que en esta guerra de conquista y desgaste, el incendio acabe devorándonos a todos. Especialmente Europa, hasta ahora el único lugar del mundo dónde se ha conseguido cierto equilibrio de los derechos, se halla en peligro de entrar en la vorágine de la acción-reacción.

Por eso creo que no hay que darle mucha importancia a las acciones, para no provocar las consecuentes recciones. Relativizar unas para relativizar las otras. Pues entretanto, hay otros vectores de lo social, seguramente la mar de interesantes, que avanzan y se imponen sin que nos demos cuenta. Y si nos despistamos tanto con los fuegos artificiales y los aspavientos de los que Reaccionan, nos vamos a perder lo importante y lo que de verdad está ocurriendo.

En fin, simples comentarios a los tuyos. Un abrazo y ¡Hasta Siempre!

Toni