domingo, mayo 18, 2008

Éxito de la Exposición y del Festival “11ª Fira de Titellaires Romà Martí”, de Caldes de Montbui

Font del Lleó, Caldes de Montbui

Cómo ya anuncié en una anterior entrada de este blog, el viernes 16 de mayo de 2008 tuvo lugar la inauguración de la exposición dedicada a Mariona Masgrau y a Pepe Otal, dentro del marco de la simpática Fira de Títellaires de la pequeña localidad catalana de Caldes de Montbui, a 30 km de Barcelona.


Quiénes no conozcan este lugar, vale la pena una visita. Destaca esta población por contener una de las termas más antiguas de España, pues sus aguas fueron famosas ya en la época de los romanos, y se conservan en un excelente estado sus antiguos ba
ños, con techos incluídos. El agua sale de la “Font del Lleó” a 74 grados centígrados y por lo visto es muy recomendable para el reumatismo, la rehabilitación de fracturas y las afecciones crónicas del aparato respiratorio, más todos los cuadros de nerviosismo y estrés. Hay varios balnearios y destaca el más antiguo, ubicado en la misma Plaza del Lleó, junto a las Termas romanas, una vieja construcción modernista muy cuidada y acogedora.

Exposición Mariona Masgrau – Pepe Otal.

Marionetas de Mariona Masgrau

Precisamente en el Museo local llamado Thermalia, un antiguo hospital del s.XVIII situado codo con codo junto a las termas romanas, ha tenido lugar la doble exposición dedicada a Mariona Masgrau y a Pepe Otal.

Encargada por la responsable cultural del lugar, Airí Masgrau, sobrina de la marionetista, la dedicada a Mariona ha sido realizada por José Menchero, en colaboración con Anastasi Rinos, Pili Gálvez, Marta Hincapié, Raquel Bonillo y Sílvia Leiva. Una maravilla de exposición centrada en tres escenarios distintos, en cada uno de los cuales hay marionetas y elementos escenográficos pertenecientes a tres épocas y estilos diferentes de Mariona Masgrau. En una había muñecos y escenografías pertenecientes al mundo de Sophia, el personaje que le sirvió a Mariona para encarnar en él muchas de sus perspectivas y visiones de la vida. En otro estaban las marionetas de Constantina, uno de sus espectáculos más afamados, muy bien expuestas en el espacio a diferentes alturas. Y en un tercer escenario, se encontraban cinco marionetas de hilo de la primera época, entre las cuales la famosa Celestina de l’Empordà, una de las más logradas y queridas por Mariona. Cada escenario tenía su porpio sonido, y el conjunto, iluminado con los mismos focos que utilizaba ella en sus obras, muy bien colocados por Menchero (quién también fue su constructor), impresionaba y daba una imagen concreta pero acertada del complejo mundo plástico de Mariona.

Sophia, de Mariona Masgrau

En la sala adyacente, estaban colg
adas fotografías de Pepe Otal hechas por Jesús Atienza. Una maravilla de fotos de diferentes épocas del marionetista que permitían hacer un recorrido por su vida con sólo las diez o doce imágenes expuestas. Estaba el Pepe de los setanta, de larga barba negra, el de los ochenta con su “troupe” y sus cabellos cada vez más blancos, hasta llegar a la última época y su colaboración con Pep Gómez en “La Divina Comedia”.

Una exposición que recomendamos a todos los interesados en saber más sobre estas dos figuras titiriteras lamentablemente desaparecidas en el año 2007 y en tan sólo pocos meses de distancia. Abierta durante todo un mes (del 16 de mayo al 15 de junio).

El Festival.

También el viernes 16, y tras la inauguración solemne realizada por el alcalde de la ciudad más los obligados parlamentos protocolarios, se disparó el pistoletazo de partida del Festival que durante tres días reunirá a un buen conjunto de titiriteros locales e internacionales, de una calidad todos ellos muy alta y sorprendente, tratándose de un festival ubicado en una población pequeña como es Caldes de Montbui.

Foto y texto de presentación Pepe Otal.

Se nota en la programación la mano de un entendido o “connaisseur”, mano perteneciente a la persona de Eugenio Navarro, que ha ejercido de director artístico de la Fira. Grupos locales de primera categoría, como Binixiflat, histórico grupo del titiritismo catalán; la famosa Compañía Herta-Frankel, instalada en el Tibidabo dónde las marionetas de la ilustre vienesa siguen vivas y en activo; el Guinyol Didó, de Vilanova i Geltrú, que continúa las historias y el “savoir faire” del mítico Didó; La Cònica Lacònica, prestigioso grupo dedicado al teatro de sombras de fama internacional; Pengim-Penjam, otro histórico del titiritismo catalán; Tatoina, joven compañía de teatro musical con títeres; Teatre de Butxaca, de Mollerussa, experimentado grupo de actores y objetos; Toni Zafra, prestigioso solista de marionetas de hilo; y Xirriquiteula, nueva compañía polifacética de teatro de calle ubicada en Badalona.

En lo internacional, hay figuras de renombre como el Bululú Théâtre, del histórico Horacio Peralta, que empezó en el metro de París y ha acabado en los mejores escenarios mundiales del género; el Chonchón de Argentina y Chile, esos dos titiriteros geniales que presentan dos espectáculos bien conocidos por el público de La Puntual: Juan Romeo y Julieta María, y Bufos de la Matiné; Is Maskareddas, histórica compañía de gran prestigio de la ciudad de Caglari, en Cerdeña, dónde dirigen el importante Festival del Mediterráneo en esta ciudad; y Valeria Giglieta, argentina afincada en Barcelona especialista en teatro de sombras con las manos, de un alto grado de refinamiento y poético hacer.

Yo tuve la ocasión de ver el viernes los tres primeros espectáculos, que fueron los siguientes:

“Món Nan”, de Toni Zafra. Este virtuoso del hilo proviene de lo que podríamos llamar “escuela catalana de marionetas de hilo”, creada como bien se sabe por el ilustre marionetista inglés nacido en Uruguay H.V.Tozer. Zafra, que fue uno de sus alumnos más aventajados, trabaja con gran mimo varios números, algunos clásicos, otros de cosecha propia, siempre con una exquisita manipulación que combina a través de simpáticas alocuciones al público, con un juego de complicidades entre el espectador y las propias marionetas. Figuras como el caballo, el chino malabarista, los mariachis calaveras o el payaso, pertenecientes al mundo del circo y que se mueven por el escenario con el manipulador a la vista, mostraron un estilo y una puesta en escena de tipo “virtuosístico”, capaz de arrancar a cada momento merecidos y prolongados aplausos del público.

“Vet aquí que una vegada” és el título del espectáculo que presentó en la plaza el Teatre de Butxaca, un grupo muy original de actores que juegan con una “parada” llena de objetos, juguetes y otros artilugios que les sirven para contar historias. A un lado, un músico acompaña la narración con sonidos de percusión y otros pequeños artilugios sonoros, a modo de puntuación rítmica de la obra. Un espectáculo que debe situarse en esta zona limítrofe en la que se cruzan el teatro de títeres, el de objetos, la narración oral y el trabajo actoral. Joan Besora y Carles Crespo en la parte actoral, y Jaume Barranco con los efectos sonoros, nos deleitaron con un espectáculo elegante y de excelente factura teatral, apto para todos los públicos, con un trato respetuoso, irónico y adulto hacia el espectador joven, lo que siempre es de agradecer. Recibieron fuertes aplausos del público.

Por la noche, tocó al Chonchón ocupar el escenario, y lo hizo deleitándonos con su maravilloso “Juan Romeo y Julieta María”. La capacidad improvisatoria de Miguel Oyarzún y de Carlos Piñero se desveló otra vez en Caldes, al incorporar en el espectáculo elementos circunstanciales del entorno (la noche, el fresquito que hacía, las campanas que iban sonando, las referencias al catalán, a los grupos de teatro locales, a algunos presentes de entre el público…), incorporaciones siempre puestas con acierto y en el momento justo. El público, que llenó los asientos a pesar del fresco y la hora –las 22:30–, premió con sonoras carcajadas y prolongados aplausos la labor del Chonchón. Una gozada y una corriente de aire fresco que nos llegó de la boca y las manos de estos dos maestros titiriteros de fama merecida en los festivales y escenarios de España y del mundo entero.

Felicidades, pues, a Eugenio Navarro, responsable de la programación, a los técnicos de cultura del Ayuntamiento de Caldes de Montbui, a su alcalde y a su concejal de cultura, que llevan a cabo una de las apuestas culturales más sólidas y coherentes en este campo siempre tan interesante como necesitado del teatro de títeres y marionetas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dos gran des marionetistas. Gracias, Toni, por recordárnoslos